El último fin de semana se realizó la I Feria Virtual del Libro “Cajamarca, Contigo Leo”, teniendo a notables participantes como: Alfredo Pita. Mario Bellatín, Elki Burgos, Antonio Cillóniz, entre otros. Teniendo en cuenta que el panorama cultural se ve estancado por diversas formas que limitan y no logran el desarrollo de actividades culturales, las iniciativas de gran valor y con fundamento coherente como la del escritor y promotor cultural William Guillen Padilla, ha llevado a concretizar una feria de gran nivel organizacional y temático. Demostrando la alta capacidad que puede tener la cristalización de una idea que entiende la esencia principal del arte y no espera el proceso burocrático, incapaz e insostenible de las autoridades y de instituciones encargadas de este rubro.
William Guillen Padilla, además de promotor cultural, es un importante y prolífico escritor nacido en Hualgayoc – Cajamarca; autor de notable libros como son: “Microcuentos”, “Cuaderno de Almanequero”, “Cien llamas en el llano, homenaje a Juan Rulfo”, entre otros. Considerado entre los escritores más importantes y prolíficos de la minificción, de 2004 a la fecha ha publicado poesía, minificción, cuento, novela e investigación histórica. Ha presentado su trabajo literario en la Maison de l’Amerique latine de París, por invitación del Centre Culturel Péruvien de la capital francesa, y en Nueva York por invitación de McNally Jackson Books; asimismo en la Feria Internacional del Libro de Lima, Feria Internacional del Libro de Guadalajara, y Feria del Libro Universitario de la Universidad de Baja California Sur.
Ha obtenido premios y distinciones; entre otros, en la XVI Bienal Internacional de Cuento «Premio Copé» de Petroperú, 2010; y Concurso Internacional de Microrrelatos «La Casa Vacía» de la Universidad Autónoma de Barcelona, 2012. Con “Memoria del Yo Habitante” obtuvo el Premio «Libro de Poesía Breve» de Hipocampo Editores, Perú, 2010; su obra “Fátum Inca” mereció el «Premio Internacional de Novela Contacto Latino», EEUU, 2016.
William Guillen Padilla hoy nos da sus impresiones sobre lo que fue la I Feria Virtual del Libro: “Cajamarca, Contigo Leo” y expone sus ideas sobre el panorama cultural.
¿En este nuevo panorama mediático, considera que las herramientas informáticas son fundamentales para una nueva etapa en la organización y desarrollo de los eventos literarios? ¿Hemos llegado al inicio de una nueva vitrina para el autor como para el lector?
WGP. Siempre han sido fundamentales; lamentablemente, no siempre se las ha aprovechado para eventos literarios como debería ser. Ahora, por las circunstancias, han cobrado mayor valor y se les presta mayor atención. Pero allí han estado. Han sido siempre una buena posibilidad de ser buena vitrina, especialmente para autores y lectores que no las han usado. Ahora queda repensar nuevos espacios con herramientas informáticas que sean realmente útiles.
¿Cuál es el principal propósito de esta feria?
WGP. Principalmente, que lectores y consumidores de arte conozcan y escuchen a sus artistas literarios y de otras artes, desde diversas partes del mundo. Y, además, que se valore, principalmente, a los creadores de la región Cajamarca y que tengan la oportunidad de compartir espacios con escritores reconocidos radican do en el Perú y el extranjero, y escritores y artistas de otros países.
¿Cómo nació la idea de realizar esta feria y quiénes la organizaron?
WGP. Nació a partir de la buena experiencia que tuve al hacer el micro programa “Cajamarca, lee y canta”, que difundí en Facebook. Así pude crear el concepto general y el nombre: I Feria Virtual del Libro “Cajamarca, contigo leo”. Fue organizada por All Art-arte total, que es un emprendimiento familiar y personal, con la colaboración de KN editores del escritor Carlos Cabrera Miranda, y de Petroglifo que es un sello editorial que hice en 2004 y cuyos primeros trabajos presenté en la Casa de América Latina de París aquel año. A esto se sumó el escritor y amigo personal Homero Alcalde quien cumplió un rol esencial en la feria, y la librería virtual cajamarquina Ágape que ayudó en la difusión. Lo hicimos, sin más auspicio que la colaboración de los participantes y la atención de nuestro público, en base a invitaciones realizadas por llamadas telefónicas, mensajes y correos electrónicos.
¿Siente que esta feria, está mas cerca del ente escritor-lector, ya que ustedes como organizadores conocen el rubro, y saben exactamente las necesidades y falencias del panorama literario?
WGP. Si una feria de escritores es organizada por escritores, es una enorme ventaja. Primero, porque un evento así sólo tiene éxito si se tiene los contactos adecuados, y tener en la organización a escritores te facilita esa posibilidad. Sabes a quién acudir, a quién considerar para participar. Y eso hicimos. Es verdad, a muchos no pudimos invitar para esta edición por el límite propuesto por razones técnicas, pero estarán en la segunda y en las siguientes; poquísimos creadores no lograron enviar a tiempo sus materiales por diversas razones, y no pudimos hacer prórrogas por el tiempo de cumplimientos que nos propusimos. De otro lado, priorizamos a escritores cajamarquinos, pues muchos no habían tenido oportunidad de participar en ferias o eventos similares.
¿Cuáles son los principales elementos por los que el sector gubernamental local y regional no arriesgan apostar por la cultura? Ahora que este espacio mediático que afrontamos nos demuestra que no necesitamos un presupuesto considerable, o viéndolo de una manera más ligera: ¿ya no necesitamos más el presupuesto?
WGP. La cultura ha devenido en adorno, en complemento mediático. A esto contribuyen autoridades que están atrapadas en normas, o que no tienen criterios para desarrollar alternativas ante la carencia de presupuestos o políticas claras del Estado. Nuestro Estado no ve aún el enorme potencial cultural de los pueblos que, al final, podría incidir favorablemente en las economías regionales. De otro lado, la responsabilidad también es de actores y gestores culturales sin alternativas de unidad y propuestas viables y sustentables, esto muchas veces debido a una falta de formación y experiencia en gestión cultural. Respecto a los presupuestos: son necesarios, de hecho, sobre todo si se hace trabajos grandes y permanentes, como redes de bibliotecas, publicaciones de autores clásicos en grandes tirajes, festivales, ferias presenciales, museos, conservación del patrimonio, etc. Pero hay espacios que los mismos escritores podemos impulsar, como este tipo de feria virtual, que es pionera en la forma de hacerse, y que no ha tenido auspiciador ni financiamiento alguno para ser realizada.
¿Con esta I Feria Virtual del Libro “Cajamarca, contigo leo”, Cajamarca vuelve a situarse en un escenario importante en Cajamarca, como fue el II Encuentro de Narradores Peruanos, con la presidencia de Andrés Zevallos de la Puente y como participante a notables escritores como: Adolph, González Viaña, Ibáñez Rosazza, ¿Ribeyro, Yauri Montero, etc.?
WGP. El II Encuentro de Escritores fue en 1971. A esto hay que sumar el IV Encuentro de Narradores Peruanos de 2009, cuya organización fue presidida por el escritor y promotor cultural Santiago Aguilar; fui, de este encuentro, vicepresidente y lo hicimos en homenaje a Ciro Alegría. Ahora, en 2020, con la I Feria Virtual del Libro, hemos abierto un nuevo espacio de encuentro entre escritores y público, que motivará el desarrollo de nuevos lectores y fortalecerá a los escritores. Hemos acercado a los creadores a sus lectores; han dejado de estar lejos para ser apreciados por su público y ser contactados a través de Facebook para interactuar, saber más de ellos o adquirir sus obras.
¿Cuál es el panorama literario actual de Cajamarca?
WGP. Hay creadores, editores, y lectores: la pirámide esencial del arte literario. Lamentablemente, como en muchos lugares, cada uno por su lado, sin un organismo o entidad que los articule o represente. Sin embargo, la creación no se detiene. Eso es encomiable, pero debemos reconocer que la literatura actual de Cajamarca es escasamente conocida, incluso por escritores y lectores de nuestra región. Hace falta, por lo tanto, difusión adecuada y un espacio de unidad y debate alturado; además, sumar estudios de literatura cajamarquina a los ya existentes, formación en edición de libros digitales y en uso adecuado de medios tecnológicos, formación en bibliotecología, en métodos de lectura, etc., etc. Debemos proponer más concursos literarios; tenemos, y eso es muy positivo, un solo concurso literario del gobierno regional que viene de gestiones anteriores y que ha dado a conocer a escritores valiosos. Hace falta mayores eventos de trascendencia en torno al libro y sus escritores regionales. Entonces, el panorama está haciéndose todavía; por ahora muestra pocos elementos que lo sustentan. La gran tarea para involucrados e instituciones no ha empezado.
Por los notables y reconocidos escritores nacionales y extranjeros que participaron en esta edición de la feria, ¿considera que Cajamarca estuvo en la mirada atenta del panorama literario nacional?
WGP. Lo estuvo y está, pues aún se sigue y seguirá visitando las diferentes salas de la feria; esa es una gran ventaja de este evento cultural que la ven amantes de la literatura y el arte desde el Perú y desde doce países. Todos pueden apreciar, en cualquier momento, lo que los participantes comparten en total libertad en treinta salas. De todo lado llegan felicitaciones y comentarios positivos a los participantes y a la organización. Ahora, luego de dos días del cierre de la feria virtual que se difunde desde mi muro de Facebook, tenemos más de treinta mil reproducciones; eso nos alienta y anima a seguir.
¿Podríamos asegurar que la descentralización de la organización y promoción de eventos culturales en la actualidad es un elemento concreto?
WGP. La centralización es un hecho que no desaparecerá. Va a existir mientras tengamos una organización política y geográfica como la que tenemos. El problema ahora no es la centralización, sino lo que podemos hacer para que el centralismo no sea aplastante. En Cajamarca, con la feria virtual del libro, hemos tenido la posibilidad de congregar a escritores y artistas e irradiar su arte por todo lado. Con ello, hemos demostrado que aquí, como en cualquier parte del mundo, podemos y debemos hacer eventos de calidad más allá de la queja del centralismo, y hemos logrado hacerlo como se haría en cualquier país decente y avanzado del mundo.
Con el éxito de esta primera edición de la feria, la segunda edición es un hecho…
WGP. Hay mucho que mejorar y trabajar. Hay tareas, y muchas. Por ahora, el ánimo de realizar una nueva edición se mantiene; el esfuerzo y la dedicación valieron la pena. Ya estamos trabajando en la segunda edición de la feria virtual con un año de anticipación.
¿Qué estrategias cree que puede implementarse para atraer a nuevos y fieles lectores?
WGP. Hay una básica: que los futuros lectores aprendan esa fidelidad viendo leer. Si los maestros no leen, si los padres no leen, si quienes deben dar el ejemplo no leen, no exijamos que haya lectores. Eso pasa por una opción personal; seamos buen ejemplo. A esto debemos sumar a las instituciones que pueden hacer muchísimo sin mucho dinero, sino con un poco de inteligencia en su gestión; por nombrar algunas tareas viables: las municipalidades, podrían implementar bibliotecas en barrios con los alcaldes vecinales y concursos de lectura; el Ministerio de Cultura podría reaperturar las librerías que tenía en sus sedes regionales e, igualmente, los gobiernos regionales podrían hacer una librería y biblioteca regional con sedes en cada provincia. Hemos olvidado que la lectura alimenta la mente. Hay muchas razones para leer, y mientras no lo hagamos seguiremos como estamos.
¿Cuál sería la conclusión y el mensaje que deja la primera edición de esta notable feria?
WGP. Que es posible hacer todo lo humanamente realizable si nos proponemos. Que hagamos lo que debemos hacer con los recursos y, fundamentalmente, con lo que sabemos y disponemos para realizarlo. Que sigamos integrando a escritores reconocidos, nóveles e inéditos; todos tienen algo que mostrar. Que seamos inclusivos. Que nada hay imposible si nos proponemos. Que seamos capaces de hacer las cosas con un interés de hermandad, porque nuestro Perú sigue siendo el país, como bien lo llamaba el escritor José María Arguedas, de “todas las sangres”. Que, en literatura y arte, junto al poeta César Vallejo, podemos siempre incorporarnos, abrazarnos y echarnos a andar.