Opinión

Entre la nada o el amor

Lee la columna de Julio Barco

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De la tierra del tango y de Borges, de Charly García y Juan L. Ortiz, nos llega la cadencia libérrima de la poesía de Orlando Valdez.

Hablemos sin preámbulos de La cobardía del silencio (Laborde Libros Editor, 2017). Aquí el poeta muestra su identidad, sus tristezas y esperanzas. Poetiza: “y estoy muriéndome niño/ porque niña es mi muerte/ morir/ morir lentamente/ del jamás morir/ morir/ infinita dolencia” (pág 13). Ese callar no es místico: es un cuerpo bullicioso, que grita de verso en verso: “y estoy aquí pudriéndome/ en la sombra de una foto” (pág 15).  Estos versos breves son tránsitos de túneles existenciales, donde la sombra se fusionan para condensarse en un lenguaje crepuscular. 

Sin embargo, surge la luz de los cuerpos. Así entramos a Zedlav (Laborde Libros Editor, 2020). Trabajo que fusiona la delicadeza lírica con un reflexivo ejercicio sobre la mística amorosa. Los cuerpos se juntan, se funden, se descuartizan (¿acaso un eco de Girondo?) y se vuelven piel o símbolo: Temblar y temblando/ estremecer / estremecer/ vos tan yo de vos/ yo tan vos de mi (pág 17) Las palabras no son sino el sudor y el eros: una erotización del instinto.

     En ese sentido, la obra de Valdez nace del gozo y es gozo textual: así, florece el lector y la palabra es un saltamontes en la música rutinaria. Es así que se consigue el fuego, el ardor vital de los amantes: con ardor / ardor ardor / sin mañana/ sin traición (pág 72). Y lo que nace del fuego es verdad; y la verdad es belleza. Así la verdad de sus poemas al reivindicar la ternura de los sentimientos, nos humaniza y enriquece.

    Si en La cobardía del silencio hay apenas un ápice de salida, en Zedlav todo se renueve y germina: la palabra entonces chamusca la piel y la mente. Del primero, se siente la lucidez del aforismo; las calles argentinas, tal vez una esquina donde venden empanadas y la garúa mana; y del segundo, la ternura y los diminutivos. Alzando nuestras copas llenas de vino, celebremos la poesía de Valdez.

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