Ayer concluyó el Encuentro de Fotoperiodismo y Ética, organizado por la Embajada de Francia en el Perú, el Instituto de Defensa Legal, el diario La República, el Centro de la Imagen, y la Alianza Francesa; evento realizado en la sede de Miraflores, de esta última.
Fueron dos días de conferencias, e intercambios de impresiones entre periodistas y estudiantes de comunicación, con respecto al foto-reportaje.
Entre los invitados, y ponentes que se encargaron de contar sus experiencias periodísticas estuvieron por Perú: Miguel Mejía, fotoperiodista del diario La República, Oscar Medrano, viejo grafico (con 50 años de actividad profesional) de la revista Caretas, el colombiano Camilo Rozo, actual colaborador de las revistas Soho, Rolling Stone, y Gatopardo; y como plato de fondo, el experimentado francés Patrick Chauvel, un independiente que se ha visto asediado en el tiempo por los más importantes medios y agencias mundiales; y considerado en la actualidad como una referencia internacional del foto periodismo de guerra, cuya participación, lo llevó a cubrir en los últimos 45 años, los más importantes conflictos bélicos en los cinco continentes del mundo; desde la guerra de los seis días, luego Vietnam, Nicaragua, El Salvador, Surinam, la subversión en Ayacucho-Perú, Chechenia, Beirut Líbano, la guerra del Golfo Pérsico, y la guerra ruso-Afgana, entre otros conflictos, y revoluciones que tiñeron de sangre a la humanidad.
Chauvel, que a consecuencia de los gajes del oficio, alguna vez en la zona de fuego, recibió dos impactos de bala en el estómago, que lo dejó tirado por cuatro horas desangrándose, pero se aferró a la vida, y se incorporó para continuar con lo que era lo suyo: la fotografía y el periodismo.
Hoy dedicado a la escritura, y al documental, precisamente presentó su película-documental “Rapporteur de guerre” (reporteros de guerra) de 55 minutos, un trabajo que realizó en 1998, y que también participó en el Festival de Cine de Biarritz. En él se aprecian crudísimas escenas de la guerra de Chechenia en el año 1995, los bombardeos en Beirut-Libano del año 82, la revuelta estudiantil de Yakarta en Indonesia en el año 88; la intervención del gobierno estadounidense en Haiti en el año 94, así como impactantes fotografías de los soldados americanos caídos en la guerra de Vietnam, y el desembarco del general Mac Arthur al mando de los aliados en Luzón Filipinas, entre otras.
¿Quién olvidaría los registros vitalicios de profesionales como Robert Capa, Henry Cartier-Bresson, George Rodger y David Seymour conocido como “Chim”, que le dieron al mundo la verdadera historia sin censuras, ni acomodos, y que dejaron a otras generaciones, la importancia de un género que hoy cobra mayor relevancia en el periodismo.
Los testimonios en la película son sinceros, y Chauvel incide en una difícil pregunta: ¿Sirven para algo las fotografías de los periodistas de guerra? Entre los entrevistados, y las prestigiosas Agencias de noticias que intervienen en el documental están: Black Star/Time, Saba, Reuters, Magnum, y Gamma. Los fotoperiodistas Luc Delahaye, y James Natchwey en esa época, de Magnum, Chris Morris de Black Star/Time, Laurent Van Der Stockt de Gamma, Ron Haviv de Saba, y Corinne Dufka de Reuters. Y los directores de fotografía: Catty Ryan del New York Times magazine, Guy Cooper de Newsweek magazine, y Carl Mydanz de Life magazine.
Luego de la proyección del filme, se dio lugar a las preguntas del público, y para cerrar el evento, los cuatro periodistas dieron sus últimas recomendaciones.
Camilo Rozo simplemente reconoció que su trabajo iba más por la foto-historia, a diferencia de Chauvel. Miguel Mejía habló de que son casi unos héroes, y de lo importante que representa la vocación del reportero de guerra que remueve las entrañas de la sociedad. Oscar Medrano, por su parte le agradeció a Chauvel el hecho de haber llevado a la puerta de nuestras casas, lo que sucede en el mundo, porque en la fotografía no se puede mentir.
Finalmente, Patrick Chaveu, luego de presentar un breve video de un ataque en Libia, captado por él mismo desde un panorámico fisheye (lente ojo de pez) reveló al público, que luego de muchas guerras vistas, al parecer nada cambia (refiriéndose a que éstas siempre se darán), y que no solo trabaja para la prensa, sino para la memoria. Y concluyó diciendo: “Mi propuesta es que no olvidemos, porque es una guerra contra el olvido. Ya no se debe decir –yo no sabía– porque hoy todos serán los responsables, si es que no saben nada”.