Los defensores ambientalistas de nuestra selva peruana tienen que convivir entre amenazas y atentados contra su vida o la de su familia. El pasado miércoles 24 de abril, el domicilio de Miguel Guimaraes, líder del pueblo Shipibo – Konibo y vicepresidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) —organización vocera de los pueblos indígenas de la Amazonía del país— sufrió un ataque en la comunidad Flor de Ucayali, en el distrito de Yarinacocha, Ucayali.
El acto ocurrió cuando individuos desconocidos dejaron un mensaje intimidante en la fachada de su hogar, advirtiendo que “no viviría”, mientras él estaba en Chile, representando a Perú en la COP3 del Acuerdo de Escazú, desarrollada del 22 al 24 de abril.
De acuerdo al portal El Foco, en los días previos a la agresión, se reportó que personas desconocidas interrogaron a los vecinos sobre el retorno de Guimaraes de Santiago de Chile.
Aidesep ha condenado enérgicamente estos actos, enmarcándolos dentro de un ciclo de violencia sistemática contra los defensores indígenas en Perú.
Mafias de tala y minería ilegal estarían detrás de las amenazas
La Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), a través de su directora del programa Biodiversidad y Pueblo Indígenas, Silvana Baldovino, ha hecho eco de la urgencia de proteger a Guimaraes y otros líderes en situaciones de riesgo.
“Frente a esta situación resulta urgente implementar las medidas necesarias para su protección, y corresponde al Poder Ejecutivo la adecuada implementación del Mecanismo Intersectorial de Protección de Personas Defensoras”, exhortó la especialista.
En cuanto a las personas detrás de las amenazas, las primeras investigaciones de las autoridades sostienen que estas podrían estar vinculadas a presuntos grupos ilegales dedicados a mafias de la tala y minería ilegal, de acuerdo a Latina.
El líder indígena acusó a las autoridades de ser cómplices de la deforestación de más de 7 mil hectáreas de bosquesprimarios —aquellos que contribuyen a la mitigación directa del cambio climático—, poniendo en riesgo el modo de vida y la supervivencia de comunidades nativas.
Más de 30 defensores ambientales han sido asesinados en la última década
De acuerdo a la Aidesep —conformada por 9 organizaciones indígenas amazónicas descentralizadas que se ubican en el norte, centro y sur de la selva peruana— en los últimos 10 añoshan sido asesinados 33 defensores de sus territorios y bosques, contabilizado hasta diciembre del año pasado.
Sobre este mismo hecho, se sabe que, según el informe de la ONG Global Witness, 15 defensores ambientales fueron asesinados entre los años 2021 y 2022. Por tal razón, hoy, el Perú se sitúa entre los países de mayor índice de crímenes de este tipo a nivel mundial.