En el último mensaje a la Nación (17/03) el presidente Martín Vizcarra anunció que nuestro país se encuentra ya en la Fase 3 de propagación del coronavirus, informando de 117 casos confirmados por el MINSA.
Lo grave de esta fase 3 radica en que a partir de ahora es imposible el rastreo del origen del contagio. Estamos entonces en lo que se llama “contagio comunitario”, es decir, el virus puede estar presente en cualquier lugar, y el contagio ya no está relacionado con personas que han venido del extranjero ni con extranjeros que se quedaron en el Perú hasta antes del anuncio del cierre de fronteras.
Uno de los graves problemas de esta fase 3 (y razón por la cual se ha decretado el Estado de Emergencia Nacional) es que, al ser asintomático en personas jóvenes, el coronavirus podría ser llevado por estas mismas personas a sus casas donde el virus podría infectar a personas de la tercera edad (padres mayores, abuelos) o inmunodepresivos (pacientes con cáncer, diabéticos, VIH, asma, etc.). Así, cualquiera se convierte entonces en un potencial propagador del virus.
Sobre este punto, Manuel Espinoza, infectólogo del
Ministerio de Salud, declaró: «En la Fase 3 sabemos que la enfermedad está
en todas partes, y no podemos hacer un seguimiento; ya no se trata de gente que
viajó a Europa o que tuvo contacto con gente que viene de otros países. La Fase
3 nos indica que en este momento ya existen miles de infectados». Indicó
además que el examen que se aplica a los posibles infectados sólo reconoce al
virus cuando los síntomas son fuertes. Esto quiere decir que, a pesar de haber
tenido un resultado negativo, cabe la posibilidad de que la persona analizada
sea portadora del coronavirus, sin presentar síntomas pero sí contagiando a
otras personas. Ese es el enorme peligro de la Fase 3.
Se sabe que el coronavirus se presenta con síntomas leves en
personas jóvenes y adultos, pero en personas de la tercera edad o
inmunodepresivos el efecto es grave y la mayoría de las veces, mortal. El
especialista del MINSA aseguró que este sector de la población es el que
requiere de cuidados intensivos pues, sumado a la falla pulmonar, se presentan
problemas graves a nivel hepático y renal que terminan llevando a los pacientes
a la muerte.
Es por ello que estos 15 días de reclusión ciudadana son tan
importantes, porque es la única manera de evitar que quienes porten el virus
(sin saberlo) contagien a personas vulnerables, o de que personas sanas
contraigan el virus y lo lleven a sus casas. La cuarentena decretada por el
gobierno a nivel nacional tiene por finalidad frenar este contagio que demora
14 días en incubar en el cuerpo, y que viene costando miles de vidas a nivel
mundial.