En Loreto: médicos tienen que recurrir a la luz de sus celulares para culminar una cirugía

Literalmente el sistema de salud está para morirse. Un hecho bochornoso sucedió en el Hospital César Garayar García, de la ciudad de Iquitos luego que fallara el transformador eléctrico instalado en dicho centro de salud, pero que ya había sido advertido a la empresa energética Electro Oriente, según denunció su director Carlos Coral Gonzáles.

Desprovistos de iluminación de emergencia, los médicos del mencionado hospital tuvieron que recurrir al uso de las linternas de sus celulares para terminar una cirugía de extracción de apéndice, luego de que un fallo en el fluido eléctrico dejara el nosocomio a oscuras.

Su director, el doctor Carlos Coral, indicó para RPP que el corte de energía ocurrió por un desperfecto en el transformador del sistema eléctrico, el cual habría sido alertado a la empresa Electro Oriente. No obstante, según dicho galeno, la compañía hizo caso omiso del problema, dejando expuestos al riesgo a los pacientes. 

Coral Gonzáles añadió que el personal técnico de Electro Oriente nunca se acercó a solucionar el problema alertado en los equipos de energía, lo cual ocasionó el corte por espacio de 15 minutos, aproximadamente. 

«El transformador de Electro Oriente estaba en desperfecto desde las 4am., y no vinieron a arreglarlo hasta que se fue la luz, un censor que estuvo en desperfecto. Felizmente, el doctor que estaba operando ya había terminado, solo estaba cerrando (…), y tuvo que terminar con la luz de los celulares», resaltó el director del centro de salud.

Aunque el galeno indicó que la operación relacionada a una apendicitis no era de alto riesgo, señaló que una situación similar en una intervención de emergencia podría poner en riesgo mayor la vida de los pacientes. Esto, considerando que las interrupciones del servicio eléctrico son constantes en toda la localidad.

Asimismo, Coral aseveró que los médicos deben atender a los pacientes en pésimas condiciones de infraestructura, ya que llevan siete años en un local provisional, a la espera de que se culmine la construcción del nuevo hospital, obra que lleva varios años paralizada.

Esta situación ha ocasionado que los ambientes médicos estén llenos de material de construcción, polvo e, inclusive, presencia de roedores, lo que ha hecho que varios funcionarios hayan desistido de trabajar en esas condiciones. 

No obstante, el director señaló que ya se tiene la buena pro para el saldo de la construcción de la obra, y que se espera que su entrega finalsea el 2025.