Cobertura: Mirada Crítica / FOTOS: Gabriel Zamalloa.
Anoche cerca de ocho mil personas, en su mayoría jóvenes llenaron las calles del centro de la ciudad en una marcha contra la candidatura de Keiko Fujimori. En esta ocasión sí estuvo presente la prensa de los grandes medios y esta vez no hubo tiroteos con perdigones ni gases lacrimógenos de parte de la policía. Parece que al gobierno si le interesan este tipo de manifestaciones democráticas.
Sorprendió desde el comienzo, la concurrencia de un gran número de personas a la Plaza San Martín. Habían varios colectivos como Dignidad, el de las víctimas de La Cantuta, El frente Amplio, No a Keiko, las feministas abortistas de Déjala Decidir, anarcos, gente de la candidatura de Goyo de Cajamarca, y muchos otros. La organización fue bastante buena desde el inicio.
No faltaron las arengas anti Keiko, y algún que otro peatón que se les enfrentaba boca a boca por las calles. Por lo demás fue una marcha, mejor dicho un pasacalle tranqui. Se detuvieron frente al JNE y a falta de perdigonazos buenos fueron los performance de algunos manifestantes.
Encabezaron la protesta desde el comienzo las feministas de Déjala Decidir, esta vez no enseñaron sus senos, solo anduvieron con sus bragas manchadas de tempera roja marca Pelikan. De vez en cuando alguna gente mayor les apoyaba con vítores anti Fujimori (esa gente sí que vivió la recesión del 1998 y las pretensiones re reeleccionistas del Chino).
Había mucha energía en las calles y animo de seguir, de hacer cosas. Pero todo acabó en un par de horas en la plaza San Martín, de manera muy tranquila y hasta burguesa. Aquello no fue una protesta, apenas una pálida marcha con buena convocatoria a la que le faltó una escalada.
Sorprende la presencia de policía montada y dos escuadras de policías antidisturbios y que todo se diese de manera tranquila. Sorprende todavía más que en esta ocasión si estuviese la prensa mainstream: America TV, Canal N, RPP, La República. Ahí si estaban porque también estaban Charito de Al Fondo Hay Sitio y el amigo número uno del Sodalicio, Jason Day, las caras bonitas de las manifestaciones con panadol. Todos felices y contentos para la foto sin correr el mínimo riesgo.
La marcha de anoche tiene una abismal diferencia con las marchas del TPP en todo. La principal es la ausencia de violencia física (verbal si hubo contra un personaje tan ausente como Keiko). Y esta paz es debida a una sola razón, Keiko no es Gobierno (todavía) y menos es la candidata de este gobierno, más bien le conviene a la actual administración favorecer estas manifestaciones contra la que va primera en las intenciones de votos (ahora que Acuña esta out, Keiko ha empezado a subir en su intención de voto rascando el 40%).
Un probable gobierno de Keiko significaría la cárcel para Humala Y Heredia, y cosas aún peores: la polarización del país (una venezolanización de la política peruana) y un seguro ajuste de cuentas con los caviares y derechistas antiFujimori que se regodearon tras la caída del autócrata nipón. Por eso no hubo ataques de la policía ni desalojo de la plaza San Martín. Por eso esta fue más una manifestación burguesa que una de protesta de verdad (yo diría que era hasta más tranquilo de lo que será la próxima marcha por la Vida). Los manifestantes llenaron tres cuartas partes de la plaza San Martin.
Yo no sé hasta que punto estas manifestaciones anti Fujimori puedan servir. La mala propaganda es propaganda después de todo, y actos violentos como los acaecidos en Cusco podrían beneficiar la candidatura de Keiko. La historia electoral nos ha dicho que quien quedo segundo en la segunda vuelta gana las elecciones siguientes, le paso a Toledo, a García y a Humala, y todo hace parecer que le pasara a Keiko. De ahí que el gobierno le convenga esta manifestación, de ahí que sea pacifica, de ahí que haya prensa y figuras de la farándula.
Todos los candidatos, de derecha o izquierda están contra ella. El sesgo de cierta parte de la prensa contra Keiko se debe también a que en un posible mandato suyo muchos medios de comunicación también la tengan difícil, los antiguos propietarios de canales de tv eran pro fujimoristas. Lo que se juega en estas elecciones no son solo cinco años de gobierno, es algo más, son propiedades, cargos, posición, incluso la permanencia en el país de determinada elite nacional alimentada los últimos 16 años.
Un regreso del fujimorismo por más lavado de cara que sea, es el triunfo de los jacobinos, del extremismo, del ajuste de cuentas. Quien ha discutido alguna vez con un fujimorista sabe a qué me refiero precisamente. Prepárense para más protestas y guarden vinagre para julio. Va escasear y no necesariamente para ensaladas.