Opinión

En INDECOPI, trayendo abajo el apellido Belmont

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Por Rafael Romero

Estoy desilusionado por lo que pasa en el Perú, viendo como el mal triunfa a costa del aplastamiento y aplazamiento de los derechos del trabajador, de la burla contra el ciudadano decente que hace bien su tarea, pero es quien en el camino se cruza con sujetos perro-muerteros, pillos y bribones que no tienen sangre en la cara y no les importa defender el honor de su apellido.

Otra vez la Comisión de Procedimientos Concursales del INDECOPI peca por defecto, está desvinculada de la realidad e incumple la ley, trayendo por tierra su misión y visión institucionales, dejando en el abandono a los legítimos trabajadores de Red Bicolor de Comunicaciones S.A.A. y a su verdadero propietario, el popular Hermanón, quienes ganaron en buena lid los títulos legales y la legitimidad para administrar el canal y salvarlo de una quiebra inducida por terceros.

En otras palabras, pudiendo dicha Comisión actuar de oficio frente a un proceso concursal írrito, ilegal y falaz, donde la moneda corriente ha sido la mentira y la perversidad en todos los ámbitos, sucede ahora que en medio de leguleyadas ya no se pretende cumplir con el plan de reestructuración y el cronograma acordados, lo cual deja muy mal parado al presidente de la junta de acreedores, Ricardo Martín Belmont Vallarino, porque se resiste a honrar el respeto de la palabra empeñada, y hace lo indecible por un actuar sin clase y sin decencia.

Lamentablemente, frente a su padre procedió de la peor manera; y hoy hace lo mismo con los trabajadores a quienes no atiende pese a la responsabilidad que la ley le asigna como presidente de una junta de acreedores pues, por transparencia, hasta debería responder las consultas y las cartas de los acreedores. Pero no lo hace, demostrando con esa omisión su falta de educación -porque instrucción la puede tener cualquiera-, revelando también que le resbalan las sentencias judiciales y los compromisos asumidos ante el INDECOPI, entidad esta última a la que apeló dizque para “reestructurar patrimonialmente a RBC Televisión”.

Pero hoy se teje una nueva celada contra la Constitución Política y el derecho de los acreedores laborales, a vista y paciencia de la Comisión de Procedimientos Concursales. A contrapelo, también es deplorable constatar que los acreedores laborales caen presa de la pasividad y la procrastinación, facilitando con ello que el más “vivo” busque incumplir con mala fe los planes y cronogramas de reestructuración, y esto es solo un reflejo de lo que pasa en todo el Perú, donde la gente buena lamentablemente bebe indiferencia y apatía, siendo el resultado final la impunidad y el dejarle el campo libre al lobo feroz (homo homini lupus), animal que terminará engulléndosela.

Ese es el resumen de lo que pasa en el Perú, donde la gran mayoría prefiere no comprarse el pleito ni meterse en la lucha por sus derechos, abandonando posiciones y cediendo terreno a los malos funcionarios, a los remedos de empresarios que todavía existen y a las personas sin escrúpulos, quienes pisotean la ley y las instituciones como el INDECOPI.

Dada la magnitud de la mentira, de la tropelía y de la ausencia de Estado, donde son responsables las autoridades y los malos empresarios que dizque recurren a esa entidad en busca de una seudo reestructuración patrimonial, lo cierto es que todo el sistema está podrido, donde los vericuetos concursales y la ramificación burocrática están hechas a la medida para ser violadas por gente a la que no le importa el honor, a la que no le importa el pasado de su apellido y menos su futuro; y ese es el sino del país, donde reinan los que actúan de manera chueca y los que buscan aplastar al prójimo, pero al final no se escaparán de la rendición de cuentas ante Dios.

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