El jueves 7 de marzo, Luis Fernando Quispe Cahuana, de 24 años de edad, mató a su propio padre biológico Percy Quispe Ríos, de 43 años, tras haber mantenido una discusión mientras tomaban licor.
Este horrendo crimen se dio en una vivienda de la Av. La República, del distrito de Mariano Melgar en la ciudad blanca, Arequipa.
El joven parricida, tras haber perpetrado el crimen, decidió dormir con el cadáver de su padre.
La madre del homicida Quispe Cahuana descubrió la escena macabra, al día siguiente del hecho. Cuando llegó hasta la vivienda en Mariano Melgar para dejarles comida, sorpresivamente encontró el cadáver de su pareja y a su hijo sentado en la cama de la habitación.
Y cuando ella le increpó, el joven respondió: “Me golpeó con un palo y yo lo maté”. Él le confesó a su madre que mató a su padre porque la golpeaba.
La madre y viuda llamó telefónicamente a los policías de la comisaría de Mariano Melgar y al apersonarse al lugar, certificaron la muerte de Percy Quispe Ríos y detuvieron a su hijo por el delito de parricidio.
Ambos, padre e hijo, estaban libando licor juntos y luego surgió una fuerte discusión; de pronto el padre golpeó con un palo a su hijo y luego le cortó la espalda con un cincel. Inmediatamente, el joven de 24 años respondió con golpes en el rostro y cuando su progenitor intentó defenderse con un cuchillo de cocina, el hijo se lo arrebató y le cortó el cuello y el estómago; seguidamente cogió a su padre y golpeó su cabeza contra la pared varias veces hasta matarlo.
De acuerdo al jefe de la Divincri, coronel PNP Edward Vásquez Acaro, ambas personas contaban con antecedentes policiales por hurto agravado, e incluso, en una oportunidad los habrían capturado robando juntos. Además, el joven parricida estuvo recluido en su adolescencia en un reformatorio.
