La computadora que usted tiene en casa, el dispositivo móvil con el que lee esta nota, el ventilador que le calma el sofocante calor, el aire acondicionado de su centro de trabajo, el moderno televisor de 80 pulgadas que se compró recientemente para ver sus series y películas favoritas. Casi el 90 % de la humanidad depende de energía eléctrica para sus quehaceres diarias.
Si sumamos a todo eso la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) en nuestras vidas, la misma que requiere de una altísima demanda de energía, tenemos como resultado aterrador que en un futuro no tan lejano el planeta pueda sufrir un “apagón mundial” debido a la alta demanda.
Y es que la especie humana se ha acostumbrado a obtener objetos cada vez más modernos sin cuestionarse cómo así se consiguió su realización y lo que amerita que se encuentre funcionando, relegando tal vez a otros poblados que realmente necesitan de electricidad para subsistir solo para que el nuevo millonario vea cómo puede volar su nuevo auto volador o la rapidez en que responde su programa que trabaja con IA.
A propósito de ello, el fundador de Testa y propietario de X, Elon Musk, alertó sobre un posible colapso energético global debido a una crisis sin precedentes en el suministro de electricidad. Durante el evento Bosch Connected World, explicó que la demanda de tecnología está aumentando de manera acelerada y que las infraestructuras actuales no están preparadas para soportar este crecimiento.
FUENTE: CANAL 26.
Musk señaló que el consumo energético está experimentando un crecimiento exponencial, en gran parte debido al avance de la IA. Explicó que la demanda de este tipo de tecnología se multiplica por diez cada seis meses, lo que genera una presión sin precedentes sobre la red eléctrica global.
Según el empresario, este fenómeno podría derivar en una “sequía eléctrica”, un término que utilizó para describir una situación en la que la oferta de energía no alcanza a cubrir el consumo necesario para mantener las actividades diarias de la sociedad y la industria.
La advertencia de Musk no solo apunta a la posibilidad de cortes masivos de electricidad, sino también a un impacto directo sobre el desarrollo tecnológico. El empresario explicó que, si no se encuentra una solución, la crisis energética podría ralentizar o incluso detener el progreso de la Inteligencia Artificial y otros avances científicos.
Además, indicó que la falta de energía podría afectar el funcionamiento de infraestructuras esenciales como hospitales, sistemas de comunicación y transporte. Mencionó que una crisis de esta magnitud no solo tendría consecuencias económicas, sino que podría comprometer la seguridad y el bienestar de la población.