“Continuum” cuarta individual de la artista Elizabeth López Avilés (Lima, 1986), el día miércoles 05 de febrero a las 7:30 pm en la Sala de Arte del Centro Cultural El Olivar (Calle La República 455 El Olivar, San Isidro). La exposición estará abierta al público desde el 05 al 25 de febrero de lunes a sábado de 10:00 am a 8:00 pm.
La exposición “Continuum” está conformada por catorce nuevas obras elaboradas en tinta china y acuarela, en las que Elizabeth López profundiza en la indagación del autorretrato como canal de expresiones interiores que a partir de su particularidad pueden identificarse a lo femenino en general, como escribe el pintor Iván Fernández-Dávila en el catálogo de la muestra: “Si en su anterior individual asistimos a la concreción de un estilo realista, en la presente muestra nos encontramos ante la dramatización de esa realidad que continúa.
Expone personajes solitarios, incluso en las obras en las que aparecen dos personajes, están configurados como uno solo. Unidos por el contacto, entrelazados. Más importante: Fragmentados. Ninguna pieza representa a un cuerpo entero. Son enfoques, podría decirse incluso que ampliaciones, estudios, de partes del cuerpo. Esto otorga contundencia a las imágenes, monumentalidad, individualidad. Expresión. Es una obra anclada profundamente a la realidad desde un sentido clásico y una finalidad humanista. En las antípodas de gran parte de las imágenes contemporáneas: No hay indignidad en estas piezas, ni facilismos. Antes bien, el valor que destaca es la reflexión del oficio artístico y la búsqueda de la belleza, pero no de cualquier belleza sino la propia, autodefinida, única, no superflua, como han buscado siempre los artistas de verdadero talento que, rechazando los cánones convencionales, configuraron el propio.
Invita a la reflexión el hecho de que en ninguna de las obras expuestas la artista muestre miradas, pupilas. Como si quisiera contravenir el interminable clisé de la importancia de la vista; otro espectador podrá entenderlo como un darse, como un entregarse al placer de ser vista sin ver. Quien escribe cree que las extremidades representadas son sus ojos: Los pies y en especial las manos, cargados de una expresividad y una fuerza resaltantes. No son las manos delicadas del ocio, sino que evidencian el trabajo manual, la lucha, la fortaleza, la tensión, la urgencia. Ahí están también la inseguridad, el deseo, el placer, incluso el violento, el amor, el estrés, la sensualidad, el dolor, emociones que fungen de paleta, expresadas por medio del cuerpo que explora, una circunstancia difícil, exigente, enfrentarse en detalle a su corporeidad pero sobretodo a como su mundo interior define aquella.
Un cuerpo real, físico, sexual, fuerte. Y sin embargo vulnerable, inyectado de sensibilidad, de emoción, de anhelos. Complejo. Esta aparente contradicción, que en realidad llamaría una complementación, se evidencia en los títulos que la artista decide para sus obras: “Ruidoso Silencio”, “Amarga Dulzura”, etc. Títulos que señalan esa condición dual, paradójica, que en todos nosotros está presente. Y aún así, es innegable que varios de estos autorretratos pertenecen, representan, a un universo netamente femenino, que para muchos nos es inaccesible y por lo cual no podemos decir más, sino contemplar, seducidos, las hermosas piezas que la artista nos presenta.”
Entre las exposiciones colectivas recientes de Elizabeth, contamos las realizadas en el Latino Art Museum (California, USA), Temporary Gallery Berlín (Berlín, Alemania), Museum of Americas (Miami, EEUU), Museo de Arte de San Marcos (Lima, Perú), Galería Municipal Pancho Fierro (Lima, Perú), Galerie El Pacífico (Stuttgart, Alemania), Espacio de Arte Edesur (Buenos Aires, Argentina), The Portable Gallery, Embajada del Perú en Inglaterra (Londres, Inglaterra), entre otras.