Elena Fortes: «Cine Ambulante es un modelo que deseamos replicar en América Latina»

Elena Fortes. Foto: Luis Felipe Alpaca.

Elena Fortes es egresada en Visual Communication por la Universidad de Pensilvania. Cursó también el programa Career Discovery enfocado a Arquitectura en la Universidad de Harvard, y posteriormente realizó estudios en Diseño Industrial y Multimedia.  Además de su trabajo en medios visuales, ha desarrollado estrategias de comunicación política y cultural para asociaciones civiles e instituciones públicas con el fin de promover la participación ciudadana y exponer violaciones a derechos humanos en México y en el extranjero.

Actualmente, Elena Fortes es Directora General de Ambulante A.C, una organización sin fines de lucro fundada por ella junto a Gael García Bernal, Diego Luna y Pablo Cruz, dedicada a apoyar y difundir el cine documental como una herramienta de transformación cultural y social.

Ha sido jurado en diversos festivales internacionales, entre los cuales destacan Hot Docs, el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, SXSW, Silverdocs, Nordisk Panorama, Sheffield DocFest, DokuFest, Documenta Madrid y Camerimage.

Lima Gris entrevistó a Elena Fortes, para saber más del trabajo que viene realizando con Ambulante y conocer la mecánica de  selección, contenido y la difusión de los documentales.

Escuchado muy buenos comentarios sobre Cine Ambulante ¿A qué se debe?

Pues, algo hemos hecho bien supongo (Risas). Bueno creo que somos un festival bastante incluyente, porque la misión del festival es  llegar a un público diverso,  y  trabajar para construir ese público para el género documental, también vamos recogiendo en todos los viajes a gente que colabora con nosotros, tenemos ya un circuito en México de 250 voluntarios, pero realmente son mucho más que un voluntario, ya que invertimos mucho tiempo en capacitarlos a ellos para hacer un festival. En el caso de que nos quedemos sin fondos sabemos que tenemos a gente capacitada para replicar el festival en su comunidad. Este es un modelo que deseamos replicar en América Latina, empezando por Colombia ahora en agosto.

¿Cuántos documentales reciben por año?

Recibimos 300 por medio de la convocatoria y 150 de lo que pedimos a los distribuidores, entonces en total 450.

¿Cuál es el criterio que aplican para seleccionar los documentales?

Tenemos cinco programadores y trece secciones, y cada programador tiene su lineamiento, tenemos por ejemplo una sección que está enfocada a derechos humanos, principalmente a la censura, trabajos de realizadores que han sido amenazados por el contenido de su obra. Hay otra sección de música, también una que le llamamos ambulantitos que es para niños, y otra sección que se llama injerto, que es el cruce del arte contemporáneo con el cine, una sección ya nueva de documental interactivo, o sea, pensado para distintas plataformas, tenemos también una sección que se llama reflector, que es como lo favoritos de audiencias a nivel internacional y por otro lado cada año seleccionamos un tema que para nosotros refleja  un poco el sentir nuestro,  en años anteriores fue “Liberación” pensando en todos los movimientos de liberación que hay en el mundo, este año 2014 fue “Tiempo”  un paréntesis  por el décimo aniversario de Ambulante, y en el 2015 hemos seleccionado “Asombro” como  concepto del decimo aniversario.

Elena Fortes. Foto: Luis Felipe Alpaca.

Con esta muestra de censura ¿en algún momento han tenido problemas?

En México no, aunque si hemos exhibido documentales que  fueron censurados en los setentas,  como el documental de Raymundo Gleyzer  “La revolución congelada” o documentales  de directores que si han sido amenazados, tuvimos el documental  “Idi Amin” del cineasta francés Barbet Schroeder, en su momento tuvimos el documental chino “Ai Weiwei”, dirigida y escrita por Alyson Klayman.

Ha sucedió algo curioso en estos últimos años, antes al documental se le veía como el patito feo del cine, pero en la actualidad hay mucha más gente interesada en realizar documentales y también, mucha gente que quiere ver documentales ¿A qué se debe?

Desde mi punto de vista son varios factores. El tener finalmente más ventanas de exhibición, sobre todo en la web, permite llegar a un público de manera directa, y no a través de intermediarios. Nosotros el primer reto que enfrentamos fue justamente ése, la percepción que se tenía del documental, como algo que no pertenece al cine, que no merece estar en la pantalla, que es un material que solo debería estar en la televisión, que es algo didáctico o aburrido, en fin.  Incluso mucha gente en México confunde la palabra documental con cortometraje. Fue todo una labor por un lado de romper con ese prejuicio, sin procurar mostrar en la programación solo un tipo de documental, incluso ya a la fecha incluimos trabajos más híbridos. Pero otra estrategia en que nosotros  insistimos fue dirigir el documental a un público más joven; en realidad nuestro público tiene entre 15 y 28 años. Entonces es una generación que no está creciendo con ese prejuicio y es mucho más fácil que no lo discrimine. Entonces fue de alguna manera convertir Ambulante como en una marca, la idea era convertirla en algo cool, muy fresco de alguna manera. En el equipo de Ambulante nadie tiene más de 37 años, los voluntarios son embajadores nuestros y son prácticamente los coordinadores de Ambulante en su ciudad, dan entrevistas y todo, entonces es como el empoderamiento de los jóvenes que también ha logrado tener más seguidores.

¿Qué nos has traído al festival de Lima?

La verdad que el programa que tenemos aquí a mí en lo personal me parece increíble, además de que se han organizado funciones en la cárcel de mujeres. Un poco la idea es seguir el espíritu de Ambulante en México y de los tres títulos que no son mejicanos, son los tres justamente híbridos; esta Rithy Panh de Camboya,  que es una reconstrucción con figuras de madera en stop-motion, también está “La reunión”, que es un documental sueco que tiene tres niveles narrativos de la directora Anna Odell, y “La plaga” que es un documental español, actuado por los mismos personajes recreando su vida a lo largo de un año.

¿Llega el cine peruano a México?

Poco, la verdad no solo cine peruano, sino incluso por medio de nuestra convocatoria llega muy pocos trabajos latinoamericanos, entonces, nosotros dentro de nuestra estrategia de programación este año, estamos procurando ir más que nada a festivales y mercados en Sudamérica. Creo que en general más allá de los problemas de financiamiento y exhibición, también hace falta una visión del mercado internacional en las producciones, muchas veces el director acaba siendo el productor, editor y sonidista, y se preocupa por terminar la película, pero no más allá, no piensa que va pasar con la película. Creo que hace falta –sin traer modelos europeos o norteamericanos- un entrenamiento de lo que es un mercado internacional.

Para finalizar ¿Cómo te está tratando Lima?

Muy bien (Risas). He comido muchísimo, la verdad que de toda mi experiencia en festivales definitivamente el de Lima ha sido el más acogedor.