Al viejo matón “Pistolas” le apestan los cholos, por eso anda armado con su Beretta 9 milímetros. Y para apartarse del mundo, se ha comprado un departamentito, arriba de un edificio, lejos de la chusma, en san Isidro. Y anda montado en su BMW del año porque dice que cualquiera puede ahorrarse para comprarse un auto, y, que, además, le gustan los fierros a lo Rápidos y Furiosos, así que qué chucha va a pasar.
No respeta las luces del semáforo y se mete por cualquier calle en contra y con concha y pana. Total, dice, el que todos los carros hagan lo mismo crea una “jurisprudencia”. O sea, es legal comportarse como un energúmeno. Y que si tienen que increparle algo, que le pongan la multa nomás que, para eso, hay plata para taparle la boca a cualquier hijo de vecino que le quiera hacer el pare o le ponga cara de pocos amigos.
Y si alguien se pone chistoso, detiene su bólido y le escupe en la cara. ¿Qué, eso está mal? Claro, pues, pero, como están las cosas, todo se justifica. Esto es tierra de indios, ¿no se han dado cuenta? Y si quieren joderlo de verdad, pues, para eso, está su cuete, su chumbo que guarda en la guantera a lo Taxi Driver. O qué quieren, que me agarre de huevón cualquier conchadesumadre. No, por favor, si alguien tiene que ir al hospital o a Jardines de la Paz ese no seré yo. Por algo he llegado a viejo, pues, rechuchadesusmadres.
Además, dice, que la justicia lo ampara, que tiene su licencia para portar armas sacado en la Dicscamec y que todos los meses va a romperle la madre al monigote que le ponen para que haga su tiro al blanco. Es que hay que estar prevenidos por si algún cholo se le cruza en el camino y lo quieren asaltar. Y que, por eso, cada vez que va al Callao va a toda velocidad, a 140 km por ahora para que los negros, serranos y demás porquerías, no se le acerquen y lo quieran “poner”. Ya le ha pasado, pero con su arma se siente seguro.
Mira –dice–, yo no puedo polarizar mi carro porque sufro de la vista, así que me tengo que bancar todo este mundo de mierda con su gente de mierda. Pero, eso sí, ah, si alguien quiere andar con malos modales, ahí mismo le pongo el parche y le pongo el cuete en la nuca. Ya estoy harto de tanto maricones de mierda, serranos acomplejados y envidiosos, que porque me ven bien parado con mi casaca de cuero, mi auto nuevo y mi pinta de galán de cine, me quieren agarrar de huevón. No ¡carajo!, yo soy Manuel Liendo Razuri, expolicía, expresidente de la Federación Deportiva Peruana de Motociclismo, apoderado de Perufarma y miembro actual del glorioso Partido Aprista Peruano. Así que, ¿qué chucha me va a pasar?
