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EL RECOLECTOR

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¿lluvia de verano o infierno de humedad?

Por John Martínez

Es verano en Lima y el  sol nos golpea a todos, queremos meternos en el mar o tomar helados todo el día, a algunos les da por la desnudez, a otros por el bronceado sobre su techo, algunos se ponen a vender marcianos y otras actividades propias del sol.

Por eso cuando hace unos días, una lluvia nocturna cayó sobre la ciudad, muchos de nosotros nos alegramos por esas gotas constantes y muchos salimos a caminar y la pasamos bien. Pero nosotros no estamos solos en el mundo, decenas de miles de limeños esa noche la pasaron terriblemente mal, para muchos la lluvia significa: cama mojada, techo con huecos, barro, enfermedad.

Miles de peruanos viven a la intemperie, protegidos solo por cartones rotos y plásticos parchados.
Por suerte esa lluvia solo duró unas horas y no afectó como en invierno. ¿Se imaginan lo que hubiera pasado si se pone a llover como en Colombia, o en Australia?

Las inundaciones provocadas por la lluvia han hecho que el gobierno Colombiano declare en estado de emergencia a casi todo el país. Tal es la devastación que hasta el gobierno peruano acaba de enviar toneladas de ayuda humanitaria (colchones, ropa, agua mineral).

En otra latitud, a la vuelta del mundo, Australia sufre las peores inundaciones registradas en su historia. El estado de Queensland, ha sido casi sumergido por las lluvias, que desde el mes pasado se vienen acumulando. El poblado de Toowomba, sufrió lo que se ha llamado un «tsunami de río», los pobladores cuentan como una pared de agua, salida de la nada, sorprendió a la ciudad y arrasó con todo. 11 muertos y 72 desaparecidos es el saldo hasta el momento.
Las lluvias persisten y ahora la ciudad de Brisbane (la tercera en importancia del país), se prepara para la arremetida del agua. Ya las partes más baja de la ciudad han sido evacuadas y el gobierno usa toda su maquinaria para amortiguar los daños.

Aquí en el Perú, Tingo María, Tumbes y Ayacucho, sufren en este momento por desbordes de lluvias. La temporada recién comienza y las noticias no son tan alarmantes como en otros años, pero repito: aún. Lo más probable es que otra vez el poder del agua haga prevalecer su poder contra los humanos. Porque no hay nada que hacer contra las fuerzas de la naturaleza. Nada. Solo replegarnos y esperar a que deje de castigarnos.

Así que en la próxima lluvia de verano pensemos bien. Llover no siempre es refrescar, es también inundación y noches sin dormir por la implacable humedad.


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