Hace dos meses, el poeta peruano Julio Barco recibió la invitación del Instituto Cervantes de Berlín, para participar en el Festival Latinale 2021, que se realizará del 17 al 24 de noviembre. En el evento también participan escritores de países como Argentina, Brasil, Holanda, México, Chile, Venezuela y Alemania.
Antes de su viaje a Berlín, Julio Barco conversó con la escritora argentina Ana Abregú. Aquí la entrevista.
Estás por viajar a Latinale, en Berlín, ¿podrías informarnos sobre qué temas tratarán en las presentaciones? Usualmente, en las Ferias, se informa el tema, o especialidades, ¿podés adelantarnos algo al respecto?
Claro, el tema es la traducción de los poemas seleccionados por José A. Oliver. Esto directamente tiene que ver con una selección del propio autor sobre una variada cantidad de poetas de todos y su propio radar de gusto. Lo asombroso es que se trata de un poema que redacté hace años y dejé circulando en una web, hasta que la encontró el poeta alemán-andaluz y la eligió. Forma parte de un libro inédito llamado Caminar, que junto a Arder, Respirar y Nadar (inédito) cierran el Cuarteto de la Plenitud mi primer proyecto literario. Entonces tampoco es tan azaroso o por pura suerte, es consecuencia del trabajo que vengo desplegando por años en la cultura poética del país.
¿Se podrá asistir mediante medios virtuales? Al ser una feria presencial, y que requiere inscripción paga, ¿sabés si podremos participar de las presentaciones?
Sí, como es un evento organizado por el Instituto Cervantes de Berlín, pueden verlo mediante su fan page (https://www.facebook.com/Latinale) o en este link de youtube (https://www.youtube.com/watch?v=0DHseBUGgN4). Todos pueden seguir los eventos por esos links. Ojo que mi presentación es el viernes, en este evento (https://www.facebook.com/events/860820544617894)
¿Qué podés decirnos de los poetas que te acompañarán en ese momento? ¿Tuviste oportunidad de intercambiar materiales con ellos? ¿Qué relaciones pudiste establecer al participar de esta Feria?
Hay poetas de México que ya conocía de lejos y académicas. Por otro lado, me sorprendió ser el único peruano. Curiosamente con Tania Favela compartimos una antología dedicada a Verástegui que organizó Paul Guillén llamada Ángel con casaca de cuero. Libro que pueden bajarse por internet en Google. Este texto es muy interesante porque nace a pocos meses de la muerte del autor de Splendor, y por motivos como ser un espacio donde se juntaron varios artistas de todo el continente. Vi que anteriormente invitaron a poetas de bastante peso lo que me permite observar la calidad del evento. Digamos, algunos que incluso ganaron el Premio Nacional de Poesía. Asunto que no me sorprende porque imagino que si algo se ve fuera de nuestro propio mundito literario es el talento y la calidad de ciertos autores. Todavía no hay intercambios de libros pero supongo que la feria sería una oportunidad para ese compartir e intercambiar. Ahora también vi a Carlos Román Soto que ya lo había ojeado en la casa de un amigo poeta peruano. Me gustó su onda vanguardista y política, creo que suma y enriquece esta presentación, porque la poética que me rodea llega de todos lados de este continente y, hoy en día, entre tantas y tantas voces, que se concentre un poquito de lo mejor es plausible.
Es llamativo que fueras el único poeta peruano invitado, y merecida invitación; leí que fuiste invitado por alguien que leyó, casualmente, un poema tuyo en Internet –también tomé contacto con vos a través del mismo modo–, y podemos ver claramente que difundís tus obras, que tenés una amplia actividad en forma virtual y que sos generoso con tus presentaciones; ¿acaso tenés algún plan para aprovechar la ocasión y entrevistar a los otros invitados, armar algo para tu público que te seguimos desde aquí?
Como bien dices: tengo un trabajo de difusor literario. Es increíble la cantidad de seguidores que ven mis seminarios y mis conferencias de los viernes. Supongo que son dos mundos que pueden y deben mezclarse: los que miran más vídeos y los que leen más libros. En ese sentido, voy a usar toda esta experiencia como un motivo literario más que brindar a todo mi público. De todos estos años que vengo escribiendo pienso que quizá lo más interesante es ver cómo se conecta con tanta gente de diversas realidades y mentes. Que uno de mis poemas, con la onda localista y la jerga de realidad que le agrego a mi arte, sea leído con interés en otro continente me asombra y me afirma que esta pasión no es un trabajo en vano, sino que se puede formar un camino, un cierto sendero para seguir creciendo a nivel literario. Mi poema, el elegido, es algo muy local, muy de acá, escrito con mi propia onda, y muy fresca. Algo que aquí en el Perú se me criticó: hablar de comidas. Y es que la comida también es un asunto poético, especialmente como cultura dentro de la realidad. Y a mí, al escribir, me gusta usar todo para crear. Ojo que la comida solo es un elemento más en mi texto, porque también tiene una estructura muy particular y un enfoque sobre la poesía como praxis… Yo en lo que escribo hablo del chaufa como de Copérnico o de una teoría de la mente: todo es cultura, todo es tinte para lograr el diagramado. Por eso, y por mucho más, me parece generoso y muy digno cerrar mi año participando en un evento de esta categoría, lo que me permite seguir enriqueciendo mi arte y, en consecuencia, los vídeos y conferencias y presentaciones que brindo a mi público. Porque, si pienso, no fue lo único que hice: también tuve viajes al sur del país con mucho éxito, quedé finalista en el Poeta Joven, publiqué cuatro obras: Con(c)ierto en Islas Canarias gracias a Abra Cultural, Mosaico en Astronómica gracias a Nicolás López, Semillas Cósmicas en autoedición con Lenguaje Perú Editores, Poetizando con Editorial Higuerilla…Entonces, este 2021 tiene un saborcito de triunfo. Sin mencionar, por ejemplo, que empecé Poetizando en Lima Gris y ya vamos por más de veinte capítulos. Es que pienso que detrás de la escritura, detrás de la faceta creativa no debemos evitar el difundir y educar. En el Perú de hoy en día es necesario hacer de la educación un hábito, de la lectura una rutina: así se logrará un avance lento pero seguro. Y para ello hay que conocer el sistema, entenderlo y tratar de no naufragar en sus olas. Mucha gente se asusta y se acaba en meses, o un par de años. Es necesario, especialmente en sociedades como la peruana donde no hay esos hábitos lectores: crear espacios para que sean compartidos y entendidos. Es creo lo mínimo que se necesita para seguir realizándose en un área de tanto rigor y competencia. Los autores, frente a una realidad desesperada, tienen que agarrar lo que tienen a la mano: trabajos, esposas, doctorados; sin embargo, se olvida lo creativo. Lo que me interesó siempre de este mundo es la escritura y punto. Y ahora mi escritura me está llevando a otro país. Difundo mis obras, pero en sí lo que busco es difundir para seguir teniendo tiempo de crear; no difundir por difundir, creo que hay lectores que pueden seguir nuestro ritmo. Y conectar.
¿Seguirás conectado con estos medios, en que te seguimos, para compartir lo que vayas haciendo?
Si no hay problema en acceder a una red wi-fi desde mi móvil no veo ningún problema en ello. Estuve leyendo La vida y la historia de Basadre y llegué a los capítulos que dedica a su paso por Berlín. Creo que toda experiencia sirve para seguir sedimentando nuestro arte de escribir, y justamente mis obras nacen de un constante vivir y crear: aquello que yo entiendo como fuego, como ardor o “inspiración absoluta”. Es estado creativo es un estado elevado que permite sentirnos parte de todo el cosmos y de nuestro propio instrumento. Todo ello es comunicable, perfectamente un puente entre nosotros y la realidad textual, ¿por qué no compartirlo? Si tenemos esto que se llama Facebook creo que lo mejor es usarlo para cosas como el arte o para organizar eventos y que la gente sepa dónde y cuándo: meternos a la oferta y demanda pero con nuestra mente muy clara y lúcida en lo que hacemos, proponemos, y buscamos. Hablo en plural, sin embargo, también singularmente lo afirmo: para crear hay que tomar riesgos, sin perder la esencia. Siempre lo digo y lo repetiré ahora: usemos la internet para el arte. Más allá del metaverso que propone el inventor de Facebook, hay algo tan chévere como el metaverso llamado arte que permite, sin duda, salirte de tu realidad y enriquecerte. Un poema es un verso tan interesante como el metaverso pero falta cultura no solo de ver vídeos sino de leer signos, proceso más lento que requiere lucidez. Como dijo en algún lado Pavese, leer es difícil. Y es algo digno de subrayar y subir a tu muro del Facebook a modo de frase.