Opinión

El Perú es más grande que sus problemas

Le la columna de Raúl Villavicencio.

Published

on

Por Raúl Villavicencio

Esa frase sumamente optimista del reconocido historiador Jorge Basadre Grohmann vino a mi mente hace unos días, irrumpiendo en mi ya habitual pesimismo como una espada luminosa que atraviesa una espesa bruma de desesperanza por lo que viene atravesando mi país. ¿Será cierto lo que sostuvo en alguna ocasión Basadre respecto a la realidad peruana? Miles de peruanos salen día a día de la tierra que los vio nacer debido a factores como el desempleo, la falta de oportunidades, la corrupción campeante (y permisiva) en todos los estratos, la informalidad normalizada y, sobre todo, las extorsiones que impiden a los emprendedores construir pequeñas empresas. ¿Pecó de optimista el ilustre historiador tacneño? Tal vez él pudo ver algo que se me está escapando y hasta ahora no logro entender.

Me puse a elucubrar alguna explicación durante varios días, caminando de aquí para allá en diferentes distritos mientras hacía mis quehaceres, desde la más pudiente hasta la más humilde zona urbana capitalina, buscando respuestas a semejante afirmación, llegando a una preocupante observación: tal vez el Perú en sí sea más grande que sus problemas, mas no los peruanos como ciudadanos, y me explico.

El Perú, como espacio geográfico, sí que es enormemente rico e imponente, ya sea a nivel agropecuario o mineral; eso sin dejar de lado todo su bagaje cultural legado por nuestros antepasados. Pero del otro lado, el peruano o peruana que solo vela por su propio interés y codicia, es el problema o forma parte del problema; algo que nosotros vemos frecuentemente cuando salimos al trabajo o sencillamente a pasear con nuestra familia. Todos sabemos quiénes son, los que no aportan soluciones, los que solo se la pasan reclamando al Estado, pero no hacen nada por cambiar algo al menos en su barrio. Llegan a su casa para besar a sus hijos en la frente, ilusionados de entregarles una mejor educación, cuando son ellos mismos los que no dan el ejemplo.

Me sumaré, al menos por esta vez, al optimismo de Basadre, e imaginaré que el Perú aún puede reformarse, sin falsos patriotas ni oportunistas políticos, sin idearios extremistas ni paladines de plaza, sin disruptores de la realidad ni amañadores.

Muchos peruanos somos el problema, pero el Perú es más grande.

(Columna publicada en Diario UNO)

Comentarios
Click to comment

Trending

Exit mobile version