Por Tino Santander Joo
El domingo 30 de abril participamos un nutrido grupo de trabajadores y colectivos anarquistas en el congreso extraordinario de la CTP; hace tres años solicitamos afiliarnos a la Confederación de Trabajadores del Perú, y nos acogieron con la mayor fraternidad y tolerancia democrática. Fidel Buitrón y Benigno Chirinos se han convertido en soldados de la lucha contra la oligarquía financiera, el monopolio farmacéutico, y los grupos de poder económico. La CTP, se está transformando en la organización de frente único que expresa la diversidad de demandas, locales, regionales, y nacionales.
El viejo sindicalismo burocrático, aislado de las demandas populares por servicios básicos (agua, desagüe, vivienda digna), de las luchas regionales, campesinas, y nativas ha quedado atrás; el sindicalismo amarillo y felón de dirigentes enquistados en la CTP, es una historia que no volverá a repetirse. Miles de delegados agitaban consignas combativas contra el sistema neoliberal, el gobierno, y el corrupto congreso de la república.
La Confederación de trabajadores del Perú, lucha por el Código de trabajo que regule la relación de los trabajadores formales e informales con los empresarios y el Estado. Esta propuesta fue planteada por el sindicalista Arturo Sabroso fundador de la CTP y constituyente en 1932. Luis Negreiros Vega, tomó la posta y el 1 de mayo de 1944, con Arturo Sabroso, pronunció ante la tumba de José Carlos Mariátegui el discurso de fundación de la CTP.
Luis Negreiros Vega, fue asesinado por la dictadura de Manuel Odría, era el líder obrero que conducía en ese entonces la CTP, antioligarquica y antimperialista. Son estos antecedentes históricos e ideológicos los que están renaciendo en la CTP, que está construyendo un frente único sindical, popular, profesional que tiene como objetivos históricos superar el capitalismo imperante en el mundo y luchar por el estado de derecho social que garantice la vida, la libertad, y el bienestar de todos.
Las intervenciones de los dirigentes gremiales y populares eran contundentes contra el gobierno asesino de Dina Boluarte, la corrupción del congreso, y el repudio a los monopolios de los bancos y de las farmacias. Hombres y mujeres reclamaban que el 1 de mayo era un día de conmemoración de los mártires de Chicago, de la lucha por la jornada de las 8 horas de trabajo, y todas las batallas del proletariado mundial.
Las luchas proletarias, ahora se han convertido en las luchas de los pueblos por mejores condiciones de vida, por la felicidad, por el bienestar de la humanidad, por la libertad, por la paz mundial, por el cuidado del medio ambiente, por los derechos civiles de las comunidades LGTB. Nos une a los trabajadores no solo una identidad de clase, sino la libertad como valor supremo de la vida.
Los dirigentes y afiliados de la CTP están convencido de que la dignidad del hombre y los derechos humanos son de validez universal y anteriores y superiores al Estado[1]. Rechazamos, los totalitarismos del consumismo capitalista que esclaviza a la humanidad y el estatismo opresor del socialismo del siglo XXI.
En la CTP, existe una tendencia anarcosindicalista, es decir, somos anarquistas por nuestros principios y métodos de trabajo y nos organizamos en sindicatos, colectivos, organizaciones populares, culturales, estudiantiles, de género y promovemos la revolución social autogestionaria, federalista e internacional.
Desde esta tribuna democrática pregonamos la revolución social y promovemos la organización del pueblo que es el protagonista de su destino e historia. ¡Viva el primero de mayo!
[1] Ver preámbulo de la Constitución de 1979