Fernando d’Alessio, ministro de Educación del gabinete Flores-Aráoz, es vicealmirante en retiro de la Armada Peruana. Él fue designado en octubre de 2017 como ministro de Salud en el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski y además organizó la Junta médica que “evaluó” y aprobó el Indulto de Alberto Fujimori. ¿Cómo lo hizo? Pues, nombrando como Director General de la Dirección de Redes Integradas de Salud Lima Este del Ministerio de Salud (qué casualidad, en esa jurisdicción de Ate está ubicado el penal Barbadillo) nada menos que a su expupilo de la Marina y de Centrum, el capitán de navío Luis Champin Loli.
Prácticamente, el indulto ya estaba cocinado y transado, porque este exmarino que estuvo al servicio del exministro d’Alessio, de modo exprés nombró a los médicos de dicha Junta: Guido Hernández Montenegro, Víctor Armando Sánchez Anticona y Juan Postigo, este último oncólogo del INEN, era nada menos que el médico de cabecera del propio Alberto Fujimori desde 1997. Fue así, que el mismo día de la “evaluación”, el 17 de diciembre de 2017, el informe aprobó las “razones” para el indulto, tal como se lee en este párrafo: «‘Por el estado actual del paciente, la Junta Médica recomienda el indulto por razones humanitarias. Debido a que el paciente padece de una enfermedad no terminal grave, pero que es progresiva, degenerativa e incurable y además que las condiciones carcelarias significan un grave riesgo a su vida, salud e integridad’».
Los responsables de ese episodio negro de la historia fueron PPK, el exministro de Salud Fernando d’Alessio, Luis Champin, el exministro de Justicia Enrique Mendoza, y Kenji Fujimori con su sequito de Avengers.
Asimismo, por esas fechas de 2017 Ojo Público denunció que ambos exmarinos: d’Alessio y Champin también tuvieron vínculos con el entorno cercano de Vladimiro Montesinos, pues, en 2006, d’Alessio y Alberto Champin (hermano de Luis) fueron investigados en el caso del contralmirante Luis Giampietri con otros 53 oficiales de la Naval, por la presunta compra irregular de pertrechos de guerra a las empresas vinculadas al exhombre fuerte del SIN y exasesor de Fujimori, entre los años 1994 y 1998.
Los nexos siempre estuvieron allí, si analizamos que Luis Champin, el hermano de Alberto, fue gerente de la empresa de Seguridad Sirius de propiedad de otro exinfante AP Sergio Gallardo, y además amigo íntimo del tristemente célebre operador del Doc, Oscar López Meneses. Finalmente, aquel indulto fue declarado inaplicable en octubre de 2018 por un Juzgado Supremo, debido a las irregularidades que hubo en aquel procedimiento trucho. Y el 23 de enero de 2019, Alberto Fujimori fue nuevamente recluido en el penal Barbadillo; pero eso es otra historia.
Un dictador de Centrum
A Fernando d’Alessio lo despidieron de Centrum por dictador y por las innumerables denuncias en su contra. Entre ellas, la más desagradable es la de Francisco Luis Camino Ivanissevich, que reveló que cuando estudió en aquella casa de posgrados, y a pesar de haber sido el primero de su clase en la Maestría de Marketing, el nuevo ministro de Educación que en aquella época era el director del Centro ubicado en Monterrico, simplemente lo expulsó por denunciarle a él mismo que algunos compañeros de su clase, y que a su vez eran empleados de la casa de estudios, robaban los exámenes antes del día de la prueba. Eso se llama corrupción; y el flamante ministro de Educación, aquella vez apañó la corrupción.
Sin embargo, eso es poco, comparado con las múltiples denuncias que tuvo durante más de diez años, por maltratar a profesores y a alumnos que nunca lo denunciaron públicamente por temer a las represalias. Hasta que finalmente, toda la información se filtró hasta las oficinas de la Asamblea Universitaria de la PUCP.
Pero no solo Camino Ivanissevich fue víctima de aquel Benito Mussolini con apellido d’Alessio. Los docentes e investigadores: Niria Goñi, Ramiro Gil Serrate, Odilo Duarte Bode, Jorge Guillén, Fabien Cornillier, Jorge Torres Zorrilla y Janek Kobylinski, también fueron vulnerados de la manera más mísera. Y cuando aquellos docentes terminaban de brindar sus servicios académicos en esa casa de estudios, en lugar de cobrar sus liquidaciones por beneficios sociales, que por cierto no eran muy suculentas; Centrum terminaba interponiéndoles procesos administrativos para cobrarles millonarias deudas que según su institución, los docentes habían adquirido cuando firmaron una clausula inquisidora denominada “deuda académica” y que consiste en que la universidad adquiere la potestad de retener el total de los beneficios sociales a los docentes que no hayan acumulado las horas lectivas de dictado que el centro les impone. Y de lo contrario, se les retenía sus liquidaciones y/o estarían obligados a dictar clases gratuitas hasta por años, para supuestamente pagar sus deudas, que incluso llegaban hasta US$ 257,717 dólares, como el desafortunado caso del economista Torres Zorrilla
Tampoco se puede negar que aquel ministro tiene amplio prestigio en nuestra camaleónica sociedad y no solo por haber sido director de una de las casas más posicionadas del posgrado nacional; sino por sus credenciales académicas y navales que acumuló durante su vida.
A continuación, los estudios, certificaciones y cargos del ministro de Educación que hoy forma parte del nuevo gabinete Flores-Aráoz
Estudios y Grados: Vicealmirante. Espada de Honor 1964. Bachiller en Ciencias Marítimas, Escuela Naval del Perú. Graduado del Advanced Management Program en la Harvard Business School. Doctor of Business Administration, University of Phoenix, Arizona. D. Eng., M.Sc., & B.Sc. in Mechanical Engineering, U.S. Naval Postgraduate School, Monterrey, California. Menciones en Sistemas de Control, Reactores nucleares y Thermo-Fluid Sciences M. Sc. in General Management, Salve Regina University, Newport, Rhode Island. Diplomado en Estudios Estratégicos, U.S. Naval War College, Newport, Rhode Island. Profesor Principal Pontificia Universidad Católica del Perú.
Presidente del AACSB Latin American and Caribbean Advisory (LACC) Council 2012-2017. Miembro del Comité Consultivo Internacional de la Escuela de Alta Dirección en Administración (EADA), Barcelona, España, 2008-2018 y de la AB Freeman School of Business de la Tulane University, 2012-2018. Oficial del Capitulo Beta Gamma Sigma (BGS), 2012-2017.
Trayectoria Profesional: Fue director general fundador de CENTRUM Católica (1999 – 2017) y profesor en la University of Miami, Florida, EEUU; en la Escuela de Alta Dirección y Administración (EADA), Barcelona, en el Instituto de Empresa (IE), Madrid y en la Maastricht School of Management. Recibió el premio de la International Assembly for Collegiate Business Education (IACBE) como el Líder en Educación 2008, premio otorgado a educadores modelo que por sus contribuciones apoyan al éxito del liderazgo en instituciones académicas. Recibió el Premio a la Excelencia Docente del Accreditation Council for Business Schools & Programs (ACBSP) 2013, para América Latina y el Caribe.
Asimismo, recibió el Premio al mejor Profesor de los Programas EMBA de la University of Miami 2015 y 2016. Es especialista en ingeniería de sistemas de control mecánica-eléctrica y nuclear. En administración de empresas en las áreas de operaciones, logística, gerencia estratégica, y liderazgo.
No obstante, el ministro Fernando d’Alessio tendrá que encargarse de reordenar la agenda del portafolio en la postrimería del periodo del 2020, e inicios del 2021 para que los educandos de todo el Perú recuperen sus niveles y las asistencias que el Estado no supo brindarles mediante la fallida gestión del exministro de Educación Martin Benavides; más allá de recordar el engaño de las tabletas prometidas.
Ahora bien, como sabemos que es un ministro de transición, que apenas deberá trabajar para mantener la institucionalidad del sector, pues solo despachará durante ocho meses, si es que antes no lo censuran. También presumo, que las asociaciones, colectivos, ONG, parlamentarios, y demás activistas que defienden a morir esa tendencia denominada Ideología de Genero, por ahora deberán descansar tranquilos, porque d’Alessio en los últimos años ha sido un feroz opositor de esa política educativa que en su momento llevaron las exministras Martens y Pablo, aunque con la etiqueta de Igualdad de género, porque él siempre lo consideró irrelevante para el desarrollo educativo del país; pero a pesar de eso, no tendrá el tiempo suficiente para dedicarse a ese tema.
Finalmente, el gobierno del presidente de la República Manuel Merino, le acaba de brindar una cartera tan importante para el país: a un gurú del pensamiento estratégico y que, a través de sus ponencias motivacionales, solo ha tenido menester para formar a muchos jóvenes que desean ser líderes para emprender grandes industrias y comercios. Sin embargo, creemos que la gran problemática educativa que sufre el país, va más allá de aquellas luminosas mascaras que pertenecen al glamuroso mundo empresarial del ministro Fernando d’Alessio Ipinza.