Escribe: Arturo Gutarra
En las redes sociales circulaba una imagen que se merecía mucho más que un like, merecía una reflexión. La imagen del niño cargando una canasta de pan, con las manos embarradas de tinta, el cuello manchado, la mirada dormida, que llevaba por título «La desigualdad en los tiempos de cuarentena», que nos ha tocado afrontar. Una imagen potente que no debería perderse en el apabullante océano de superficialidad virtual.
En estos últimos días pudimos ser testigos de acontecimientos inverosímiles, como la gran cantidad de detenidos por desobediencia al toque de queda, la cachetada del capitán cueva, la solidaridad con las FFAA, PNP, Ministerio de Economía pidiendo a los bancos que sean «bondadosos» con el pueblo peruano. Todo ésto trasmitido por noticieros que dicen contarnos todo: «toda la verdad, todos los hechos, toda la historia», pero todos sabemos que la historia la escriben los que tienen el poder. Entonces, ¿qué es lo que no se nos cuenta?
Se les olvidó la plana médica y servicios de limpieza que también día a día trabajan exponiéndose a este virus mortal, aunque lo que nos mata es el estrés, la escasez y el hambre, así es, el bono de 380 soles no lo reciben todos los trabajadores independientes, incluso algunas familias pobres no han sido registradas.
Como era de suponer, se les olvidó también la educación — la educación de verdad, Ojo]—; no éste negocio con el que vienen lucrando desde hace años, pues el MINEDU tan sólo había suspendido las clases hasta fines de marzo. Sin embargo, ¿Qué han estado tramando durante su ausencia?
¡Sorpresa!
«El Coronavirus no nos parará! somos el MINEDU, vamos a transmitir clases virtuales por Televisión, Radio y Web para que el estudiante haga algo pues, que no esté grabando Tic Tocs y se ponga a limpiar el hogar, todo es Facebook, WhatsApp y Play Station, ¿verdad? ¡El alumno aprenderá así! De esa forma. Claro, los 36 millones de peruanos contamos con un TV, radio e internet en casa..»
Yo me pregunto ¿Qué estará pasando por la cabeza del ministro Benavides?
INICIAR CLASES VIRTUALES perjudicaría al estudiante que no cuenta con internet o televisión, radios en este tiempo están en extinción. Esta medida dejaría sin estudios al 70% de colegiales del sector Inicial, Primaria y Secundaria, al igual que el docente, si bien es cierto elaborar las sesiones de aprendizaje tal como te pide el Estado debe estar digitalizado, sin embargo, no todos cuentan con el material necesario, ojo con eso. O acaso ¿esta medida es para la gente acomodada que tiene el privilegio de contar con estos requisitos para una educación tecnológica? ¡Ah! Y nos olvidamos del estudiante de Puno, Ayacucho, Cerro de Pasco, Tacna, Madre De Dios, zonas de extrema pobreza, botaderos, familias damnificadas por catástrofes naturales, hijos de ambulantes, padres sin trabajo que día a día se ganan el unas monedas vendiendo caramelos en los micros y familias que no cuentan con servicios de agua y luz.
Al final todos resultamos afectados, las universidades privadas y académicas pre universitarias de todo el Perú. Si bien es cierto, nuestra educación ha tenido que pasar por momentos de manifestaciones, tras el mal manejo de los poderosos que no apuestan por la educación pero se vanaglorian de cada logro. Ellos no han pisado los hogares de niños que piden a gritos una escuela, un maestro, ¡un cuaderno!
Podemos observar el verdadero rostro del ministro Martín Benavides. Oiga, señor ministro, si va a transmitir clases por alguna plataforma digital, también transmita el pliego de reclamos de los escolares en pie de lucha, los vídeos donde fueron reprimidos por la PNP en la plaza San Martín y la presencia de oportunistas políticos en la plaza Mayor de Trujillo.