La estrategia oficial contra la pandemia del coronavirus ha cambiado de discurso: si antes se confrontaba o se motivaba a la ciudadanía con miras a driblar el contagio, hoy se intenta, en vista de los hechos, aplicar el principio de realidad. Ante el constante incremento de nuevos infectados y sin llegar a aplanar la curva, se habla ya de buscar una inmunidad de rebaño. La declaración de la actual Ministra de Salud, Pilar Mazzetti, va en esa línea: “Podría ser que terminemos teniendo positividad todos, pero ¿Qué es lo importante, la positividad o el cuadro clínico? ¿Por qué? Mientras más personas estén positivas, vamos a tener menos susceptibles. Si una persona está positiva, ya no va a generar más contagio; es lo que le llaman inmunidad de rebaño”. Pero ¿Qué implica la inmunidad de rebaño?
Como discurso puede ser tomado de un modo trágico y a la vez alentador, trágico por el número de pérdidas humanas y alentador, pues existiría la posibilidad de una calma sanitaria. Luego del contagio masivo e inminente, se esperaría que la enfermedad disminuya y no retorne; sin embargo eso no es tan cierto: al ser una enfermedad nueva no hay seguridad que luego del contagio el paciente sea inmune. En breve: uno podría contagiarse una vez y reinfectarse con posterioridad, con lo que la inmunidad de rebaño no tendría sentido.
Esta estrategia fue utilizada en el Reino Unido, Estados Unidos y Brasil, pero no ha dado el resultado esperado: entre los tres países suman casi 270 mil muertos, el 44 por ciento de la cifra global. En España, que es uno de los países europeos más afectados por el coronavirus se ha hecho un estudio para determinar si la inmunidad de rebaño se ha logrado en su población. Este estudio fue publicado en The Lancet y determinó que no se había logrado el objetivo propuesto.
En declaraciones para la cadena CNN, Isabella Eckerle, directora del Centro de Ginebra para enfermedades virales manifiestó, en relación al estudio comentado, que cualquier enfoque propuesto para obtener la inmunidad colectiva a través de la infección natural no solo es poco ético sino inalcanzable. En meses pasados Dorit Nitzan, coordinadora para emergencia de la oficina en Europa de la OMS y Mike Ryan, director de Emergencias Sanitarias, ya habían desestimado las estrategias que toman como base esta propuesta, desde la Universidad John Hopkins también se manifestó que el enfoque era errado, pues solamente el 2% y el 3% de los contagiados habían desarrollado anticuerpos contra el COVID – 19 en esa fecha
Pero lo que implica la inmunidad de rebaño es fundamentalmente saber si el sistema sanitario es capaz de resistir el embate mientras se espera lograr esta estrategia, además de conocer quiénes se infectarían, qué historia de salud tienen los contagiados: si son sanos o tienen antecedentes médicos, las edades aproximadas y eficacia del tratamiento. Se necesita información y datos, estadística de los pacientes y un seguimiento de la enfermedad. Apelar, pues, a una estrategia de rebaño sin tener informaciones previas es actuar de un modo precario.
Hace unos días la DIRESA – Loreto ha presentado un estudio de Seroprevalencia de Anticuerpos Anti Sars Cov 2, mediante el cual se ha determinado que el 71 % de la población de la ciudad de Iquitos se ha infectado, sin embargo el director regional de Salud de Loreto, Carlos Calampa ha negado que se haya alcanzado la inmunidad de rebaño: “De ninguna manera alcanzó la inmunidad de rebaño. Eso es un preliminar de un estudio completo cuyos resultados nos impacta, nos asusta, dado que es un trabajo aleatorio. De 98 mil viviendas , se ha tomado 716 pruebas y ese trabajo nos da este resultado, que es inusual y no se ha presentado en ninguna parte de mundo y nos pone en alerta de que hay que revalidar y convalidar este trabajo con dos experiencias más” Con relación a la disminución de casos dijo: “Tenemos un descenso bajísimo ahora. Por ejemplo en el hospital COVID tenemos 57 pacientes, no olvides que en la parte más crítica llegó a tener 520 en hospitalización. Tres en ventiladores mecánicos, en emergencia; nueve pacientes en observación, ha disminuido sustancialmente”
En ese orden de cosas no se puede hablar de una inmunidad de rebaño en Iquitos, dado que el resultado no es concluyente y no es posible saber si los pacientes que se han contagiado pueden volver a infectarse o no. Tampoco se puede hablar de una estrategia de inmunidad pues en Iquitos no ha existido una directriz racional para llegar a la inmunidad, Iquitos se ha visto sobrepasado por la enfermedad: el 71 % de infectados no ha respondido a una estrategia sino a un desborde de la pandemia. Ser la primera sociedad en el mundo que llega a esos porcentajes de contagio y que espera, en base a esto, obtener una inmunidad de rebaño dice más de lo precario de la situación que de un plan adecuado.
