Escribe: Pavel Ugarte Céspedes
El Inti Raymi del Cusco es una bella exposición del trabajo colectivo desde su origen hasta su representación. Sin embargo, en los albores del siglo XXI, merece una relectura y replanteamiento de acuerdo a recientes investigaciones y el desgaste de un montaje concebido 75 hace años. La historia dice que en 1944, el poeta y artista Faustino Espinoza Navarro elaboró una reconstrucción histórica del Wawa Inti Raymi con el interés de reconstituir la memoria del incanato a través de sus expresiones culturales. También representaba al Inca siguiendo el guion en el quechua puro que había elaborado. Gracias a su familia sabemos que lo que quería era que no se pierdan las costumbres y tradiciones.
Otro gestor e investigador del Inti Raymi, fue Humberto Vidal Hunda y recientes indagaciones del acucioso Ricardo Ráez, nos hablan de dos artistas inmerecidamente olvidados: Antonio Alfaro y José Manuel Olivera, miembros del Centro Qosqo de Arte Nativo. Gracias a ellos y cientos de cusqueños y cusqueñistas, esta representación tomó forma y en ella han participado miles de jóvenes artistas. Al presente, se requiere releer el guion a la luz de hallazgos etnohistóricos develados en los últimos 30 años. Gracias las publicaciones de los Dres. Tom Zuidema, Donato Amado y Brian Bauer, sólo por citar algunos, se puede profundizar en la disposición de los wakas, los seques o su cosmovisión. Ello permitiría replantear el vestuario y utilizar las nuevas herramientas que los grandes escenarios del mundo utilizan para producir escenificaciones de esta naturaleza.
Otro punto de reflexión, es que al no haber una escuela de arte dramático donde se cultive la danza y las artes escénicas, el Cusco debiera darle un cuerpo institucional al Inti Raymi, para así permitir el intercambio entre los grandes maestros del Cusco y las nuevas generaciones que deseen entregar y formar su talento. Nuestra ciudad goza de un carisma cosmopolita pero al mismo tiempo de una tradición cultural que se renueva permanentemente.
Eventos como el Inti Raymi deben convocar a danzantes, actores quienes profesionalizado su oficio sean referentes en nuestra ciudad. Recientemente, se llevó a cabo el Festival Internacional de Danza Cuerpo a Cuerpo y brillaron junto a los invitados los artistas locales. No se puede decir que carecemos de capital humano, lo que falta es voluntad política y una actitud crítica frente a cómo se maneja el arte y la cultura en la “cabeza de los reinos del Perú”.
