Si algo podemos decir del pueblo arequipeño, es que es una tierra unida y corajuda y son intolerantes con quienes osen mancillarlos. Entre tanto, la “ciudad blanca” declaró persona no grata a la legisladora arequipeña María Agüero, por haberse expresado con deslealtad contra su propia tierra. Además, despotricó contra el Colegio Nacional de la Independencia Americana, al que asistieron sus hijos cuando ella regresó al Perú. “La gente se horrorizaba porque decía: ‘Cómo, te los traes de Estados Unidos, de haber estudiado en Beverly Hills y te los vas a llevar donde los ambulantes llevan a sus hijos que cortan caras, son lesbianas y delincuentes”, reveló en una entrevista. Y no conforme con sus ofensas, la parlamentaria recientemente viajó a Arequipa y concurrió a dicho colegio y como era de esperarse, una multitud de estudiantes y docentes la expulsaron del plantel.
“¡Nosotros no somos ningunos delincuentes! ¡En nuestra institución educativa salieron grandes laureles de ciencias, grandes laurales de deportes!” le increpó un alumno de secundaria en su propio rostro, mientras sus compañeros gritaban: ¡Que se vaya!
Y para colmo la ‘mochasueldo’ respondía: “Mi hijo ha inaugurado este colegio en el 2000” Nada más falsa y patética la respuesta de la señora Agüero, que, tras haber agraviado a una prestigiosa institución nacional, pretendió justificarse, aseverando que su vástago fue el que inauguró dicho plantel.
Esta infeliz mujer desconoce que en 1825 el libertador Simón Bolívar fundó el Colegio de Ciencias y Artes de la Independencia Americana; entonces recordé el tributo que le hizo a su escuela un ilustre exalumno, el maestro pintor Luis Palao en una entrevista que me concedió:
“A Corbacho, el primer director del Independencia en la revuelta donde fue fusilado Mariano Melgar en Umachiri, lo mandaron a España, pero él quería seguir luchando. Fue el primer peruano que cruzó la Amazonia a pie y cuando llegó se puso a las órdenes de Bolívar y una vez que luchó dijo: “Ahora hay que educar al pueblo”. Entonces empezaron a crear los Colegios Nacionales de Artes Ciencias y Letras, y aquí se creó el Colegio Nacional de la Independencia Americana”.
Finalmente, recuerdo a mi padre y a su hermano, exalumnos del Independencia, cuando coreaban la famosa polka arequipeña “Viva la I”.
(Columna publicada en Diario UNO)