Por Tino Santander Joo
El Perú atraviesa una gravísima crisis económica y social agudizada por la pandemia del COVID19; millones han perdido sus ingresos, empleos y están desesperados por un presente y futuro incierto debido a los gobiernos neoliberales y corruptos que no resolvieron las diversas demandas del Perú. Por eso, votamos por Pedro Castillo Terrones, maestro rural y dirigente magisterial con la esperanza de acabar con las inmensas desigualdades imperantes en nuestro país.
El sistema financiero (bancos, cajas municipales, financiera, etc.) amenaza a millones de familias que no tienen como pagar sus deudas con juicios coactivos, quitarles sus propiedades, autos a los taxistas y, maquinaria industrial a los pequeños empresarios reprogramando deudas y aumentando los intereses que son impagables. Se han convertido en el nuevo terrorismo que trae dolor, sufrimiento y muerte.
El nuevo senderismo que asola nuestro país cuenta con la complicidad del Poder Judicial que está al servicio del monopolio financiero. Los jueces no aplican el artículo 1315 del código civil que señala que los eventos fortuitos (la pandemia mundial, el confinamiento, la pérdida de empleo y la quiebra de millones de empresas y pequeños negocios) son un hecho imprevisto que ha afecta el incumplimiento de las obligaciones e incluso las anula.
El poder judicial es complaciente con Dioniso Romero Paoletti, —dueño del Banco de Crédito del Perú—, que entrego más de $.3. 65 millones de dólares al fujimorismo para que defienda sus intereses en el gobierno y en parlamento. Carlos Rodríguez Pastor presidente del grupo Interbank y del monopolio farmacéutico venden las medicinas más caras del mundo y el estado no defiende a los ciudadanos. Implacables con los peruanos de a pie y sumisos con los poderosos.
El 2020 será recordado como el año de la rebelión contra la banca y el terrorismo financiero, por primera vez millones de familias se organizan en diversos colectivos, sindicatos, federaciones y centrales sindicales que luchan abiertamente contra el terrorismo financiero que busca acabar con la esclavitud usurera de los bancos. Millones de familias han superado el dolor de la pandemia para enfrentarse a la oligarquía financiera.
El 2021, la rebelión se expande, La Central de Trabajadores del Perú (CTP) ha asumido la demanda de millones de familias que exigen al parlamento la ley de compras de deudas por el BCR y terminar con el monopolio farmacéutico. Las demás centrales sindicales (CGTP, CUT, etc.) se han unido ha esta plataforma, Ahora, son los gremios sindicales, los colegios profesionales, las federaciones agrarias, las organizaciones sociales que nos enfrentamos al terror senderista de los bancos.
Los bancos y los grupos de poder económico son los que atentan contra la propiedad, no pagan sus impuestos, maltratan a los trabajadores y el estado siempre acude a rescatarlos, como lo hicieron con el reactiva para las grandes empresas los gobiernos corruptos de Vizcarra y Sagasti. Millones de familias exigen el mismo trato que les dan a los grupos de poder económico.
El Perú, espera que el presidente, cumpla sus promesas de comprar la deuda de millones de familias, de implementar la comisión antiusara y desmontar las leyes que permiten la esclavitud financiera; de implementar las demandas de las centrales sindicales señaladas en la agenda 19 del ministerio de trabajo; de renegociar el lesivo contrato de Camisea; de acordar con la gran minería la construcción de la infraestructura agraria que permita el empleo digno y la reactivación económica. El gobierno del pueblo, por el momento es solo una consigna, un deseo, un anhelo, una ilusión, que esperamos no se convierta en una traición.
