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EL EXPEDIENTE COMUNICORE: LA VERDAD DE ODILÓN

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Odilón Amado

Una invetigación de Ángel Paez

Es el único de los doce acusados por el Caso Comunicore que confesó ante las autoridades que cometió corrupción y que se benefició con al menos 160 mil dólares. Se llama Odilón Amado Jr. y es de nacionalidad brasileña. Amado sabe demasiado.

En el 2005, Amado actuaba como Gerente General de la empresa de limpieza Relima. Desde esa posición negoció con los gerentes de la Municipalidad Metropolitana de Lima, durante la gestión de Luis Castañeda Lossio, la renovación del contrato de servicios para el periodo 200-2015 que superaba los 550 millones de soles, así como el pago de los 35.9 millones de soles que le debía el municipio y que al final el dinero fue triangulado a la compañía Comunicore. Todo en un periodo de cuatro meses. Por eso Amado es un testigo que sabe demasiado.

Amado no solo estaba en contacto directo con los gerentes municipales nombrados personalmente por Castañeda y con quienes acordó el pago de la deuda y la renovación del contrato. El brasileño trabajaba directamente con el gerente financiero de la empresa de limpieza, Miguel Garro Barrera, y con el asesor legal de la misma, Guillermo Palacios Dodero. Garro era el dueño de Comunicore, y Palacios, el abogado de la compañía.

Esto explica por qué Odilón Amado Jr. terminó por aceptar que existió una trama entre los funcionarios de la municipalidad Lima, Relima y Comunicore.

«¿Cuáles son los hechos que considera de importancia comunicar a la fiscalía?», le preguntó la titular de la Primera Fiscalía Especializada en Corrupción de Funcionarios, Fanny Quispe Farfán.

«Son los hechos mencionados en los periódicos y quiero declarar porque los conozco y quiero presentar la verdad de los hechos», respondió Amado, intranquilo, ansioso, algo sudoroso, según testigos que estuvieron en el interrogatorio (el acta completa de la manifestación de Amado,  al final de esta nota).

Amado, quien empezó a trabajar en Relima desde 1996, continuó:

«En marzo de 2005 (recibí) una información (de parte de) Miguel Garro Barrera, (según la cual) la Municipalidad de Lima iba a estar en condiciones de pagar una deuda pendiente con la empresa (Relima). (…) Había una propuesta (del municipio) de una programación de pago por un periodo largo de diez años, que consideraba la deuda principal más los intereses. Como Gerente General presenté al directorio (de Relima) la información de la posibilidad de pago, aunque omití que había sido informado por Miguel Garro de que la Municipalidad de Lima tenía la intención de pagar en una sola partida dicha deuda (…). Esa información, según Miguel Garro, vino a través de Juan Blest (García), responsable del área financiera de la municipalidad».

El ex gerente general de Relima, Odilón Amado Jr. (al centro) en ima reunión en Brasil el 2013.

Según lo afirmado por Amado, en el caso de la deuda de la Municipalidad de Lima con Relima, el negocio consistía en que en el papel el concejo pagaría en diez años los 35.9 millones de soles, pero según lo pactado entre Miguel Garro Barrera y el gerente de Finanzas del municipio, Juan Blest García, la cancelación se haría de un solo golpe. 

El brasileño sabía que eso era ilegal.

«Tanto mi persona, como Miguel Garro, vimos la oportunidad de hacer un negocio personal», dijo. Por negocio personal no se entiende otra cosa que una ganancia fuera de la ley. Y de la mano de Miguel Garro, el hombre que estaba vinculado con el gerente Financiero del municipio, Juan Blest García, y que al mismo tiempo era propietario de Comunicore.

Así fue la consumación del delito, según Odilón Amado Jr.:

«Miguel Garro y yo organizamos un escenario en el que una tercera empresa (Comunicore) pudiera ser involucrada para hacer una oferta a Relima. El negocio con esa empresa sería la venta de la deuda (de los 35.9 millones de soles). (…) Miguel Garro me trajo la información que la empresa sería Comunicore, de su total confianza y manejo, para la realización de la operación. (…)  El negocio era propiciar una ganancia a la empresa Comunicore, en las personas de Miguel Garro y Rafael Ruíz (Contreras), quien era era el gerente general».

Amado incluso reveló cuánto ganó él por la ilegal operación:

«Yo iba a recibir un bono de éxito por la operación, equivalente a 160 mil dólares, y asumo que Miguel Garro también lo tendría. Le dejé a Miguel Garro el número de mi cuenta. Y, efectivamente, al final de la negociación de los pagos, yo he recibido una transferencia en mi cuenta en el Citibank de 100 mil dólares, y los 60 mil restantes, fueron transferido a una cuenta de un amigo en Nueva York llamado Maurilio Da Motta Filho, a cuenta de compromisos financieros que tenía con esta persona».

Al cambio de la época, los 160 mil dólares representan 547 mil 200 soles.

Si la Municipalidad de Lima pagó 35.9 millones de soles a Comunicore, y Comunicore le compró la deuda a Relima por 14.6 millones de soles, la empresa de Miguel Garro se quedó con 21.3 millones de soles.

Para las autoridades del caso, no hay duda de que Odilón Amado recibió la «comisión» de 160 mil dólares (547 mil 200 soles), del total que obtuvo Comunicore. Esto es, el 2.56% del total ganado por la empresa de Garro.

De modo que si Amado ganó una comisión de 2.56%,¿cuánto recibieron Miguel Garro y sus cómplices de la Municipalidad de Lima con quienes acordó el pago al contado de la deuda? Nadie trabaja gratis.

El propio brasileño Odilón Amado Jr. ofreció una pista a la fiscal Fanny Quispe:

«No tengo detalles porque todo el trámite era entre el área financiera de la Municipalidad de Lima, a través de Juan Blest, y el gerente financiero (de Relima) Miguel Garro», contestó Amado.

Juan Blest García, un hombre que trabajaba con Luis Castañeda desde 1978 y era parte de su círculo de extrema confianza en la municipalidad de Lima.

LA DECLARACIÓN COMPLETA DE ODILÓN AMADO

 

FUENTE: http://paezinvestiga.blogspot.com/

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