El 11 de junio Lima Gris publicó un informe titulado: “El doctor Óscar Ugarte firmó una ley que favoreció a los consorcios extranjeros que tienen el monopolio del oxígeno”. En aquel artículo, se denunció la mala decisión que tomó el ministro de Salud del gobierno aprista Óscar Ugarte, al firmar en 2010 la Resolución Ministerial N° 062-2010 que aprobó el Petitorio Nacional Único de Medicamentos Esenciales y que exigió desde ese momento que el oxígeno medicinal que deberían utilizar los hospitales del Minsa, EsSalud, y gobiernos regionales, tenía que tener necesariamente una concentración del 99% de pureza. A pesar que en años anteriores todos los nosocomios mencionados utilizaban para sus pacientes un oxigeno de 93% de concentración; no obstante, la propia OMS había ratificado aquel criterio porque difundió en un comunicado público, que el oxígeno medicinal que contenga una concentración de 93% era el adecuado para pacientes internados en todo el mundo.
Entre tanto, vemos que en la escena local el doctor Óscar Ugarte, actual Gerente Central de Operaciones de EsSalud, también fue designado por el presidente Martín Vizcarra como miembro del Comando Covid-19, e incluso hubo mensajes en algunos medios y en las redes sociales, que se hicieron mediáticos y que sugerían declararlo héroe nacional porque él a sus 75 años se trasladó personalmente hasta la región Loreto para supervisar las atenciones a los lugareños infectados; sin embargo, tuvieron que evacuarlo rápidamente porque también adquirió el virus del Covid.
Afortunadamente, desde ayer está totalmente recuperado a pesar de su edad, porque obviamente ha tenido el privilegio de tener una atención de primera, dotada de una solvencia clínica y logística en el hospital Rebagliati, porque ha sido monitoreada nada menos que por la propia presidenta de Essalud, Fiorella Molinelli; cosa que está muy lejana del peruano común y corriente que cuando se infecta del virus y se enferma, no sabe si realmente encontrará una cama para salvar su vida.
Así las cosas, el doctor Ugarte ayer se presentó en un programa televisivo y radial y admitió que la ley que firmó en aquella época fue un error, tal como se lee en sus palabras: “En retrospectiva, fue un error la decisión que firmé sobre el oxígeno medicinal. De esa norma se aprovecharon algunas empresas. En ese momento, no había claridad a nivel internacional y el tema del oxígeno no era un tema relevante”
Sabemos que nadie es profeta para predecir el futuro, pero lo cierto, es que si el doctor Ugarte no hubiera firmado aquella resolución en el año 2010, probablemente el impacto que se ha vivido en esta cuarentena hubiera sido distinto y la historia hubiera sido diferente, porque la gente se ha estado muriendo masivamente a causa de la escasez, el acaparamiento y el encarecimiento excesivo del oxígeno, mientras las plantas de PSA de las poderosas corporaciones Linde y Air Products han sido las más beneficiadas porque han ganado fortunas con la producción del gas medicinal en los últimos diez años.
A pesar de todo eso, El doctor Óscar Ugarte no pide perdón al país y menos hace un mea culpa, porque apenas reconoce que ha sido un error, e incluso intenta deslindar de la decisión que tomó hace 10 años, porque asevera que en la gestión anterior, del exministro de Salud Hernán Garrido Lecca hubo un informe que recomendaba aquella concentración de oxígeno. Añadió también, que no revisó adecuadamente ese informe porque quién sabe, había intereses detrás.
Por su parte, el Partido Aprista Peruano en su afán de defender al compañero Ugarte, también intentó confundir a la opinión pública y envió un comunicado oficial titulado “La verdad del oxígeno”. En aquel comunicado intentaron responsabilizar como único impulsador del rango del oxígeno de 99%: al exministro Alberto Tejada que derogó la Ley de Ugarte, y firmó en julio de 2012, la Resolución Ministerial 599-2012/Minsa.
Realmente es incomprensible… cómo, a pesar de las ominosas leyes (que finalmente se convierten en verdaderos despropósitos) que han sido firmadas por personas como el médico Óscar Ugarte, que solo ha tenido oficio y pericia para vivir del Estado toda su vida, queden impunes y en el colmo de ello, se pretenda difundir la idea de que sea reconocido como un héroe peruano; distorsionando de esa manera la verdadera historia que probablemente llegará a nuestras futuras generaciones.