Pedro Ripalda Ramírez, Director Ejecutivo de ‘Qali Warma’, se presentó hoy en la Comisión Especial del Congreso de Hambre Cero, a propósito de la denuncia periodística de un medio, la máxima autoridad rechazó tajantemente que el programa de alimentación escolar estaría presuntamente distribuyendo alimento de animales a niños.
«Rechazamos lo vertido el día de ayer en un reportaje en dónde señala que el programa da alimento para animales. Esto no es así, todos los alimentos que el programa distribuye cuentan con un registro sanitario (…) en el programa ninguno de los alimentos que compra tienen esas características. Porque detrás de todo ello tenemos que cautelar que la alimentación escolar continúe no solo para los más de cuatro millones de niños y niñas sino para todos los escolares, y que actos y hechos de personas deben ser sancionados, pero que el programa debe continuar», fue la declaración del director de Qali Warma hoy en la mañana.
El programa de alimentación escolar cubre a 4.1 millones de escolares distribuidos en 65 mil instituciones educativas de todo el Perú. Con un presupuesto alrededor de US$600 millones de dólares anuales, es en todo sentido, una trinchera en la lucha contra la pobreza a partir del combate a la desnutrición infantil en un país afectado por la anemia. No obstante, este cariz que coloca al programa en una dimensión de seguridad nacional (sin alimentación no puede haber ni salud ni educación eficiente, y eventualmente una circunstancia así llevaría a la aparición de un nuevo sendero luminoso), el MIDIS todavía no se percata de la naturaleza misma de su programa estrella ‘Qali Warma’.
Lo dicho hoy por Ripalda Ramírez tiene buena data y manejo de la importancia, pero se olvida de la profunda incidencia que tiene. Hace falta espíritu, pero es comprensible que todo se redujese a una explicación técnica, toda vez que el día de hoy la Comisión de ‘Hambre Cero’ estuvo literalmente vacía. No hubo nadie presencialmente, a parte del presidente de la Comisión Roberto Kamiche que fue el único que intervino e hizo algunas preguntas, puesto que ni siquiera virtualmente hubo participación. Es como si el tema de ‘Hambre Cero’ o la situación de ‘Qali Warma’ no importasen a los congresistas.
Cabría haber preguntado aprovechando la oportunidad sobre ¿cuáles son nuestros estándares de calidad respecto a otros países de la región? O ante una incidencia (como el caso de Puno) ¿qué tan veloces son las instituciones en su respuesta? Queda claro que el programa impone una serie de requisitos a los proveedores conforme a sus exigencias y que ante la aparición de incidencias hay unos protocolos que se trasladan a las agencias correspondientes, pero falta mucho más por preguntar y saber. Es como si el director de ‘Qali Warma’ hubiese ido a una cita de a uno. Así no hay diálogo, solo monólogo.
Solo en Lima el número de escolares beneficiados asciende a 760 mil, seguidos después por Loreto, Arequipa por volumen de masa.
Ripalda Ramírez también insistió en «Reiterar que el programa rechaza estos actos de corrupción, sino también reitera que todos los alimentos que distribuye el programa están certificados y están avalados por las autoridades sanitarias del país».
Finalmente, el director de ‘Qali Warma’ insistió que el programa de alimentación escolar debe continuar. Sobre todo, defendió que la alimentación escolar continúe más allá de hechos aislados que deben ser sancionados. También se refirió sobre la apuesta hacia adelante del programa por diversificar la alimentación, pasando de alimentos procesados industrialmente, como los enlatados, a alimentos que provengan de la agricultura familiar de las mismas localidades, para una mejor aceptación entre la población escolar beneficiada.
«Necesitamos poder incrementar la cobertura; existe una brecha que el programa no alcanza a cubrir por un tema presupuestal (…) Si bien este modelo ha funcionado y puede llegar a 4 millones, exige algo adicional como es implementar nuevos modelos de comidas calientes con productos perecibles de la misma localidad». Por otra parte, mencionó que se ha podido destinar S/19 millones de soles para mejorar infraestructura en almacén, cocina entre otros. Además, dijo: «Nuestra apuesta es en cuanto a la preparación. Buscamos que las compras puedan ser locales y directas (…) También hemos propuesto una sola modalidad de compra».
Un aspecto técnico poco conocido pero vital tiene que ver con eventuales cuellos de botella en la cadena de suministros. «Cada vez que se suspende un producto del servicio, hay una interrupción del servicio. Porque afecta la suspensión de un servicio cuando se suspende a un proveedor, porque este resuelve el contrato y hay que buscar a otro proveedor lo que provoca una interrupción». En este punto, desarrollar instituciones ágiles resulta vital para el reemplazo de proveedores ante la aparición de incidencias. ‘Qali Warma’ ya tiene su propio sistema, pero el sistema requiere perfeccionamiento para que ni un solo día un colegio se quede sin comer.