The curator is present, the artist is absent[1]. Se ha hablado ya de la crisis curatorial. De la tan, a veces, deshonesta labor del curador. Esto, apenas y es debatible. Se ha llegado a un consenso, a un diagnóstico anticipado del problema pero, como dice Frankie Ruiz, la cura resulta más mala que la enfermedad. Porque la cura ha sido hasta el momento solo la denuncia.
Y quizás estemos esperando la respuesta del sabio equivocado. Atendiendo a las platicas sofistas mientras que Sócrates muere envenenado. Lo que quiero decir es que si el problema se encuentra en la práctica curatorial, en la comunidad académica, ¿Por qué esperar que sean ellos quienes la resuelvan? The artist is not absent.
La crítica de arte española Montse Badia propone “(…) apostar más por el contenido y por el rigor y menos por las estrategias de networking. Acercarse a otras disciplinas, explorar formatos y otras formas de comunicación y, desde luego, olvidarse de la autoreferencialidad. Lo dicho, reinventarse o morir”[2]. Puso en palabras lo que todos apenas percibíamos, pero aún así el problema no se ha solucionado.
Hace algunos meses asistí a la muestra Retomando el Control en el Centro cultural España, una muestra colectiva que presentaba el trabajo de cinco videoartistas peruanos. En el texto de presentación Jorge Luis Chamorro decía “No tenemos curador sino un diseño de producción y mucha, quizás demasiada, actitud”. Eso es todo, ningún texto explicando las obras ni descubriendo en ellas cosas que el artista no quiso o quiso decir, dejando a solas al artista con el espectador (dejando que dialoguen y a veces logrando que intercambien roles). Un primer avance.
Resulta que en ocasiones este dialogo no se establece porque las obras mismas manejan códigos indescifrables y entonces extrañamos al curador, extraterrestre[3], “Fast, sleepless, restless, curious, encyclopedic, adventurous, obsessed, possessed, a lord olympic marathon runner (…)”.
Una interesante propuesta es la que nos presenta la Asociación de Egresados de la Escuela Nacional de Bellas Artes (AENBA) bajo el título Habla de Ti Mismo. Este proyecto redescubre al artista que, consciente o inconscientemente, es curador de su propia obra. Treinta artistas presentas sus trabajos, acompañados de un breve texto, no a manera explicativa sino expositiva. Estudio Historia, en esta labor ser objetivo es asumir, paradójicamente, que se es subjetivo, exponiendo los presupuestos lógicos con los cuales uno trabaja. Es un poco, en mi lectura, lo que la muestra plantea. Esto es, no explicarte la obra sino darte a conocer la forma como fue concebida, lo que la originó.
Ya algunos amigos que han visitado la muestra me han mostrado sus pareceres, sus encuentros y desencuentros. Yo también creo que hay muchas cosas por corregir, por ejemplo, la actitud tímida con que se presenta la muestra respecto al curador ausente (o la democratización de la curaduría), yo preferiría una postura más confrontacional.
Sin embargo, no cabe duda que este proyecto, como otros, seguro, no tantos, por cierto, han atinado en preguntarle a la persona indicada. El Artista ha comenzado a hablar, escuchemos…
HABLA DE TI MISMO se presenta hasta este sábado 21 de Diciembre, en la sala Vinatea Reynoso del Centro Cultural de San Marcos. Un proyecto que empieza con esta muestra, y que pretende a lo largo de los eventos que le sucederán, seguir de cerca las obras de los 30 artistas que la conforman.