Política

El congresista Olivares se mete su jajaja

Published

on

Foto: captura programa Beto a Saber.

La estrategia por obtener el poder toma rumbos inquietantes en el Partido Morado; esta vez una conversación entre Guzmán y su congresista estrella, Daniel Olivares, los coloca en el centro de las habladurías: que es, en el fondo, lo que ellos quieren. Que hablen mal o bien, pero que hablen, podría ser el lema de los morados. En estos tiempos de clickbaits y de fake news cualquier rebote que los posicione es bueno para ellos.

En esta nueva entrega los morados, quieren trabajar el corazón del elector; Guzmán reconoce errores, Olivares se muestra afectado: son dos héroes que quieren renovar la política en el Perú, su meta es adecentar el campo político, luchar por la igualdad, dos visionarios de balcón que aspiran a conducir el país … y de pronto, como quien habla de tomar Inca Kola o comer papa a la huancaína, Olivares suelta toda la moña: es consumidor de marihuana hace más de 20 años ¿Error de los morados? Imposible. Olivares, viejo publicista, busca endulzar a los electores de Guzmán. ¿A quiénes se dirige? Ya se sabe: a la gente cool, a los hipsters analfabetos de siempre, a los que creen que los morados representan el cambio, a los que ven en ellos a la avant – garde.

En este asunto no se deben invocar los dictados de la moral ni de las buenas costumbres, que el tema no va por ahí. Las drogas y el concepto que las sociedades tienen de las drogas no son conceptos estáticos; es decir, la calificación de legal o ilegal, que tienen las drogas, su uso y su cantidad a consumir, dependen de la organización de las sociedades en el devenir de su historia. El alcohol fue prohibido en Norteamérica en los años 20 y hoy es la sustancia más consumida. La cocaína hoy es prohibida, sin embargo en sus albores era una sustancia comercializada sin reparos y hasta Freud la usó. Lo mismo se podría decir del opio y de otra clase de drogas.

En Perú el consumo y la tenencia de marihuana hasta cierta cantidad es legal, no así su comercialización. En términos sencillos esto quiere decir que tener tu marimba y meterte tu troncho está permitido, pero conseguirla no. Y aunque suene absurdo, ese es el problema de muchos en el país. ¿Cuánta gente, no privilegiada, pasa su noche en la carceleta por poseer unos gramos de marihuana? ¿Con la excusa de los gramos permitidos, cuántos son empapelados? Peripecias que el congresista Olivares no ha tenido que pasar.

Entonces el asunto se perfila mejor: Daniel Olivares tiene veinte años fumando marihuana y hoy es congresista de la República y tu vecino, el risitas, ya ha sido caneado en Luri un par de veces y hasta choro se ha vuelto para conseguir hierba de la mala. Y es odiado por la gente de bien y los policías lo tienen seco. ¿Por qué? Porque no es Daniel Olivares, porque no es un privilegiado.

Por eso cuando al inicio de este nuevo video, Olivares afirma que es congresista para buscar la igualdad entre los peruanos, y minutos después menciona, con pana, que consume marihuana hace veinte años se puede ver la profunda desigualdad entre él y el ciudadano de a pie. Quizás detrás de los fumones que se juntan en la esquina están los futuros padres de la patria y la gente no se ha dado cuenta.

Comentarios

Trending

Exit mobile version