“Mi plato favorito es el pollo enrollado con Kam Lu Wantán. Y si vamos a comer chifa tiene que ser acompañado de nuestra Inca Kola”, fueron las palabras de la presidenta Dina Boluarte en una entrevista en la china comunista de Xi Jinping. Tras estas declaraciones que parece una publicidad a favor de Inca Kola, se escondería una advertencia soterrada a los chinos: “Si vamos a hacer negocios tiene que ser acompañado de Estados Unidos”. Sucede que uno de los grandes accionistas de Inca Kola es Coca Cola, que pertenece al empresario estadounidense Warren Buffett, quien en los últimos meses ha estado en permanente contacto con funcionarios del gobierno de Biden. Dina no habría hablado solo de gastronomía, también de una guerra geopolítica.
Además, la presidenta Dina Boluarte se convirtió en una aduladora del presidente chino. “Xi Jinping tiene mucho carisma y es muy sensible. Es una persona muy humana que ama a su pueblo. Es un ejemplo a seguir”, mencionó la mandataria. Se nota que Dina desconoce que Amnistía Internacional señala al gobierno de Xi Jinping, como uno de los gobiernos que no respeta la libertad de expresión, que aplica la represión y que pisotea los Derechos Humanos. ¿Debe ser que por eso Dina Boluarte se sintió identificada?
Pero las barrabasadas de Dina no terminaron ahí, la presidenta también se dio tiempo para hablar de la empresa china Huawei, la cual se encuentra implicada en un lobby eléctrico. La mandataría ignora que la investigación al “Caso Huawei” avanza en el Área Especializada en Enriquecimiento Ilícito y Denuncias Constitucionales de la Fiscalía, y donde, además, se encuentran involucrados congresistas y funcionarios de su gobierno.
“Visitamos la empresa Huawei, y nos hemos quedado sorprendidos que, a través de la inteligencia digital estuvieran en todos los rubros. Están en la medicina, agricultura, educación, en las transacciones comerciales, están en todo. Nuestro ministro de Comercio Exterior ya está en comunicación para que podamos a través de Shanghái a Chancay llevar los vehículos electrónicos para toda la planta automotriz”, señaló Boluarte en medio de las investigaciones.
Así como los chinos han capturado al diario La República como aparato de propaganda en el Perú, con el tiempo las empresas chinas terminarán financiando partidos políticos, convirtiéndose en el nuevo Odebrecht de la región. Es decir, pondrán y sacarán presidentes.
(Columna publicada en Diario UNO)