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El artista Eduardo Villanes gana juicio a Telefónica

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Eduardo Villanes ha logrado hacer historia en el arte peruano. Por primera vez la justicia peruana ha condenado y multado a Telefónica con 2 UIT. Luego de largos meses de juicio el artista peruano logró una ejemplar condena.
El motivo del juicio fué censurar un texto de Villanes en su muestra titulada “La Extinción del Maiz” 2010, que se presentó en la sala de la Fundación Telefónica en Lima.

Como parte de la muestra se mencionada la terrible masacre de Bagua, es decir una crítica del artista hacia los acontecimientos sucedidos en el 2009 donde perdieron la vida 23 policías y una cantidad aun no determinada de indígenas. Telefónica pretendía recortar y censurar el texto de la obra de Villanes, esto no fue aceptado por el artista, quien decidió retirar toda su obra.

 

A continuación algunos hechos cronológicos por Eduardo Villanes.

 

La Norma de Procedimientos Criminales de los EEUU prohíbe tomar fotografías en los tribunales Esta prohibición, aplicada en muchos países, ha propiciado una peculiar profesión: el “dibujante de juzgado”, quien presencia las audiencias desde banquillos del público, siendo sus dibujos el único registro visual disponible a los medios de comunicación. El dibujante de juzgado debe ser muy rápido ya que, usualmente, los testimonios duran pocos minutos.

Esta es la cronología de los hechos que llevaron a Telefónica, una transnacional acostumbrada a no perder ningún juicio, a pagar una multa al Estado. Además de su lobby en el gobierno, Telefónica es uno de los mayores benefactores para las artes visuales en Perú, contando a su servicio con un séquito de eminencias de la cultura.

5 de Junio 2009. Masacre de Bagua en la Amazonía peruana.


10 de junio 2010. Inauguración de mi exhibición “La Extinción del Maíz” en Fundación Telefónica. Descubro que mi texto en la tarjeta de presentación fue censurado de una manera encubierta. Días previos me solicitaron que borre un párrafo referente a la Masacre de Bagua, lo cual no acepté.

19 de junio 2010. Informo de la censura en mi blog http://www.eduardovillanes.com/blog/

20 de junio 2010. El curador Miguel López publica “Vergonzosa, Grosera y Torpe Censura de Fundación Telefónica a Exposición de Eduardo Villanes” http://arte-nuevo.blogspot.com/2010/06/vergonzosa-grosera-y-torpe-censura-de.html

8 de junio 2012. Denuncio a Telefónica ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI). Censurar no tipifica como delito en la Ley de Derechos de Autor. Por ello mi denuncia apuntó a la acción empleada por Telefónica para cometer la censura: el borramiento de contenidos de la tarjeta de invitación. Con esta acción Telefónica vulneró un derecho contemplado en el artículo 23: el Derecho de Divulgación.
17 de julio 2012. Inaugura en Lima “Vigilar y Castigar: Historia de la Censura del Arte en el Perú”, exhibición a la que fuí convocado. Mi propuesta, una obra basada en la censura de Telefónica y la complicidad de la argolla del arte, es excluida.

2 de enero 2013. INDECOPI declara infundada mi denuncia contra Telefónica y, paso de acusador a acusado: se me impone una sanción de amonestación por haber cancelado mi exhibición y retirado mi obra de la sala. Apelo a segunda instancia.

11 de febrero 2013. La revista Lima Gris me entrevista:https://www.limagris.com/fundacion-telefonica-y-la-censura-al-artista-eduardo-villanes/ Muestro un email confidencial de Fundación Telefónica que llegó a mi poder. En dicho email cuatro funcionarios discuten diversas opciones para censurarme. El email es de fecha 4 de junio 2010 (seis días previos a la inauguración). Para evitar ser procesado por violar la confidencialidad de las comunicaciones, transformo el email en una “obra de arte”: un collage con imágenes de los curadores Miguel López y Rodrigo Quijano, el historiador de arte Jorge Villacorta y el sociólogo Víctor Vich, especialista en arte y memoria. Ellos tienen en común el haber proseguido su habitual colaboración con Telefónica, luego de ocurrida la censura.

20 de abril 2013. Serigrafías “卐telefónica” http://www.eduardovillanes.com/id154.html

23 de abril 2013. Condecoración de Villacorta con el “Reconocimiento de Personalidad Meritoria de la Cultura Peruana” por el Viceministro de Cultura quien, previamente, había sido Director de Fundación Telefónica. Él destaca entre los meritos de Villacorta ser “socio estratégico de Fundación Telefónica”. Claros indicios de una “puerta revolvente” entre el gobierno y Telefónica.

1 de julio 2013. Inicio mis incursiones de grafiti en diversos puntos de la ciudad, seguidos de videos reivindicatorios http://www.eduardovillanes.com/id226.html


9 de septiembre 2013. Me arrestan al grafitear el Museo de Arte de Lima y soy trasladado a la comisaría. El oficial a cargo, de apellido Nole, toma mi manifestación. Me interroga sobre las motivaciones de mi acción, relato la Matanza de Bagua y la actual amenaza al agua en Cajamarca. Esta manifestación-manifiesto posteriormente desaparece.

16 de noviembre 2014. Publico una convocatoria:
SE NECESITA DIBUJANTES RAPIDOS Para tomar apuntes en el Tribunal de Defensa de la Propiedad Intelectual (fotógrafos están prohibidos), en la fecha de mi audiencia oral en que ejerceré el derecho a la propia defensa en el caso 1136-2012/DDA/ Fundación Telefónica-Eduardo Villanes. Apelaré la sanción del Tribunal a mí impuesta, por haber yo cancelado una exhibición en Espacio Fundación Telefónica, el 2010, luego que dicha empresa objetara mis declaraciones sobre la matanza de Bagua, contenidas en el catálogo; y posteriormente censurara dicho catálogo. Presentaré como evidencia un email confidencial, cursado entre funcionarios de Fundación Telefónica, días previos a la censura, en el cual –al mejor estilo fachista- discuten en detalle maneras posibles de censura.


15 de diciembre 2014. Día de la audiencia. Me acompañan 2 dibujantes: Ivan Huerto Zamora y Sun Cok. La presencia de artistas en el tribunal, raspando enérgicamente lápiz sobre papel, fué una performance con efectiva presión política, la cual influyó en una sentencia que (para guardar apariencias de imparcialidad) impuso a Telefónica una multa de 7,700 soles (equivalente a $2550), suma irrisoria para Telefónica, pero significativa por tratarse de una empresa acostumbrada a ganar todos los juicios en Perú. Para desviar la atención del problema de fondo, la multa no fué por la grosera manipulación de la tarjeta de la exhibición, sinó por otras faltas menores.

 

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