Opinión
El aporte intelectual de David Ausubel y la educación peruana
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Por Marisol Verónica Giordano Silva
David Ausubel (1918 – 2008), fue psicólogo y pedagogo neoyorquino (estadounidense), convirtiéndose en un referente del constructivismo, escuela que nos dice que el estudiante construye su propio conocimiento sobre la base de lo que va adquiriendo en el proceso de aprendizaje.
A este modelo teórico de Ausebel se le denomina teoría del aprendizaje significativo, mediante el cual el estudiante aprende gracias a la conexión de las informaciones nuevas, en medio de una estructura cognitiva, y conformado por el conjunto de conceptos e ideas de las que el estudiante dispone con anticipación.
El aporte de Ausubel tiene todavía mucho peso en el último medio siglo, quedando establecido entre los docentes, respecto de que la teoría del aprendizaje significativo, el planteamiento de un tipo de aprendizaje que se relaciona de forma no arbitraria y sustancial con la estructura cognitiva preexistente del estudiante; pero el aprendizaje significativo se producirá y tendrá sentido solo cuando se suman adecuadamente los conocimientos previos con los conocimientos nuevos de los niños o estudiantes.
Lo importante es garantizar una comprensión de los conocimientos porque así serán más duraderos y profundos. Es decir, en lugar de memorizar la información de forma aislada, el alumno relaciona la nueva información con lo que ya sabe, modificando y enriqueciendo su estructura cognitiva.
Por otro lado, en este aspecto teórico, cabe recordar que existen diferentes tipos de aprendizaje, como el asociativo, el emocional, experiencial, etc. No obstante, el aprendizaje significativo es el que concentra más ampliamente la dimensión cognitiva, la motivacional y la emocional. De ahí que se pueden identificar tres tipos de aprendizaje significativo: representacional (de representaciones), conceptual (de conceptos) y proposicional (de proposiciones).
Y fue el propio Ausubel quien acuñó para su teoría el concepto de “aprendizaje significativo”, porque desde el principio le llamó la atención el hecho de que el lenguaje no solo determina conceptos, sino que refleja las operaciones mentales implicadas en la adquisición de ideas abstractas y en los conocimientos de orden superior.
Así, el aporte de Ausubel supera el aprendizaje memorístico, donde los nuevos conocimientos solo se acumulan en la memoria del niño sin quedar vinculados a los viejos conocimientos, por lo que bajo el parámetro memorístico no se logra expandir el conocimiento real ni más profundo; y por tanto es menos significativo, es decir, más fácil de olvidar y muy superficial.
Podríamos profundizar más en esta teoría de Ausubel, pero la dejamos aquí, hasta una próxima entrega, sobre todo en aquellos aspectos que se vinculan a los tipos de aprendizaje significativo, que el propio Ausubel advirtió. En lo inmediato, y a modo se síntesis, su teoría ayuda al maestro para entender más el proceso de aprendizaje y colabora con el estudiante para que este continúe perfeccionando e incrementando los conocimientos que ya tiene y con mayor calidad, recordación, comprensión y profundidad, todo lo cual sin duda es un avance en la pedagogía pese al tiempo transcurrido desde que Ausubel lanzó su teoría el siglo pasado.