Por Márlet Ríos
Aunque el escritor Manuel González Prada es considerado el “padre” y el principal representante del anarquismo entre nosotros, hubo otros intelectuales –y trabajadores– que no solo difundieron las ideas de redención social y libertad para todos, sino que contribuyeron a la organización de los trabajadores en sociedades de resistencia (sindicatos). Christian Dam, Benjamín Pérez Treviño, Glicerio Tassara, Pedro Astete, José Ugarte, Delfín Lévano, Manuel C. Lévano, Adalberto Fonkén, Francisco Loayza, Julio Reynaga, Carlos Barba, Teobaldo Cayetano, Nicolás Gutarra, Esther del Solar, etc., fueron solo algunos de los cientos de libertarios –muchos anónimos– que se enfrentaron a la fuerte tradición autoritaria, así como a otras lacras sociales, muy arraigadas en Perú.
Desde comienzos del siglo XX, los ácratas peruanos se abocaron a la fundación de federaciones obreras, centros de estudios sociales, prensa, bibliotecas obreras, etc. Haciendo gala del internacionalismo y la solidaridad sin fronteras, fueron apoyados por libertarios extranjeros como Inocencio P. Lombardozzi, Antonio Gustinelli, José Spagnoli, entre otros.
Desde los primeros años del siglo XX, la prensa anarquista fue fundamental para difundir las nuevas ideas de progreso social y las reivindicaciones obreras. Periódicos como Los Parias, Humanidad, La Protesta, La Antorcha, El Jornalero, etc., cumplieron su propósito de propaganda y ataque contra la República Aristocrática y las relaciones jerárquicas que servían como base.
A despecho de historiadores como Piedad Pareja, el anarquismo no desaparece por completo ni queda absorbido por el denominado Partido del Pueblo, a partir de 1930. Este año se fundó, en Arequipa, la Federación Obrera Local de Arequipa.
En mayo de 1948 se estableció en Huacho (norte de la capital) una agrupación sindical libertaria. El secretario general fue Carlos Rosadio y Simón Díaz ejerció el cargo de secretario de propaganda.
En el Sur andino (Cusco y Apurímac), los hermanos Delgado Vivanco cumplieron una importante labor de difusión y promoción cultural.
La Protesta siguió apareciendo en la década de 1930 y en años posteriores (en una última etapa hacia 1947-1948 como órgano de la Federación Anarquista del Perú).
El Instituto de Estudios e Investigación de Cooperativas y Comunidades (Indeicoc) fue un centro de inspiración socialista libertaria surgido antes del golpe militar de 1968.
A comienzos de la década de 1970, la experiencia de la Organización Horizontal Obrera, formada por Gustavo Ruiz de Somocurcio, en Arequipa, también es de destacar. En el Cusco, a partir de fines de la década del 70, Agustín Candía publicó Movimiento, por espacio de casi tres décadas.
Periódicos anarquistas contemporáneos son: Humanidad, Acción Directa, Desobediencia, Qhispikay Llaqta, etc.
En octubre del 2010, el grupo Humanidad y anarquistas de Lima realizaron una acción directa en solidaridad con el sindicato de Topitop. La embestida de la patronal era sistemática y pretendía descabezar a la junta directiva de la organización gremial. El acoso y el desprecio de los empresarios “emprendedores” por la libertad sindical en el Perú es moneda corriente. Lo valioso de la medida de lucha fue que se hizo en forma coordinada con sindicalistas de la CNT (España) y de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT). El sindicato de Molitalia también fue apoyado en sus reivindicaciones.
El Centro Social Manuel González Prada fue fundado a mediados de 2022 y fue gestionado por un núcleo ácrata por más de un año. En este espacio funcionó la biblioteca Emilio López.
Como proyecto cultural y político, el anarquismo no está liquidado, pues nuestra sociedad conserva fuertes resabios de una sociedad premoderna o jerárquica. ¿Qué quieren los anarquistas peruanos? Jaime Llosa lo señala, sin ambages, en Un socialismo difícil (2022): “la reunificación de los trabajadores con los medios de producción, así como con el fruto de su trabajo; esto es, proponemos construir, procesalmente, la AUTOGESTIÓN, el autogobierno, la democracia directa, ejercida en comunidades libres de hombres libres”.