El actor Felipe Dieste nos habla de la película uruguaya «El lugar del hijo»

Felipe Dieste es licenciado en comunicaciones, y su paso por el cine ha sido tan acertado, que le llevó a visitar el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano  en La Habana, y hoy, el Festival de Cine de Lima no es la excepción. Él se convierte en toda una revelación con su papel de Ariel Cruz, un universitario de la facultad de psicología de 25 años que sufre de problemas psicomotrices que le dificultan ligeramente el movimiento y el habla, en la película uruguaya El lugar del hijo del director Manuel Nieto.

El hecho es, que esas dificultades psicomotrices no fueron precisamente interpretadas para el rol, pues, Felipe tuvo serias secuelas debido a un accidente de niñez.

Conversamos sobre su rol fílmico, y su experiencia en esta nueva producción.

¿Cómo ves la ciudad de Lima?

Me trata bien aunque no me gusta mucho toda la gente junta que hay en la ciudad, y el clima también me va bien, aunque es muyhúmeda.

¿Cómo conociste a Manolo Nieto y cómo te convocó para la película?

Nos conocíamos desde más chicos, pero aún no éramos amigos, y un día cuando él estrenó La perrera en Uruguay, lo fui a ver y le comenté algo, y justo yo estaba haciendo mi tesis de la facultad, curiosamente estudiábamos lo mismo, y le pedí ayuda en algo, y fue muy accesible en aquel momento. Luego, al tiempo,un día me comentó que le gustaría trabajar, o filmar conmigo, y así pasó en el 2011, y me llamó, hay un casting, me dijo, y me gustaría que fueras.

¿Pensaste realmente que estarías a la altura del papel de Ariel?

No lo sé, pero salió. Yo tenía bastante miedo, y creo que él también (Manolo) tenía miedo, porque sabía que yo no era actor.

La película ha sido ya galardonada en un festival, pero el público habla del personaje. ¿Pensaste que ibas a tener esa repercusión?

No pensé que iba a tener ese éxito, y cuando me proponían actuar, quizás yo miraba todo desde mi interior, y ahí me daba mucho miedo, y sin parecer soberbio, creo que es un personaje muy atractivo, y es muy oscuro también, porque tiene muchos detractores. Lo que había que intentar, era la forma de hacerlo bien. Y eso fue un desafío, porque todos nosotros aunque no sepamos actuar del todo para una cámara, o un público; inconscientemente, vamos a pretender movernos para gustarle al otro.

En ese sentido ¿Por qué crees que Manolo te escogió para el papel?

No lo sé bien. Creo que Manolo, pensó quizás que yo podía ser un personaje inabarcable, o difícil de comprender, y casi desde un lugar de la compasión, porque todos se ponen en su lugar, y dicen: pobre loco.

Un loco que a través de la película el público lo va descubriendo.

Sí. Y se han hecho críticas en Montevideo, que no hacen referencias a los otros personajes, y a las particularidades de Ariel, y nadie los discrimina por eso, aunque,  si hay una cosa compasiva porque el personaje sufre mucho, y sufre mucho por padecer mis particularidades.

¿En Uruguay hubo mucha acogida?

En Uruguay no me detuve tanto a observar cómo fue recibida, aunque sí tenía comentarios de algunos críticos, pero el comentario concreto de otrocríticouruguayo es que no le gustó la película, y yo acepto eso, porque es una película muy en blanco y negro.

Es que es compleja.

Es una película oscura, y muy fuerte.

Tus roles son: un hijo que tiene que asumir una gran responsabilidad luego de la muerte de tu padre, y por otro lado, miembro de un gremio estudiantil que hacia revueltas. ¿Con cuál te identificas como persona?

Es un poco difícil. Supongo que con la de hijo, porque aún soy hijo, pues, mi padre no murió.

Hace 26 años pasaste el episodio más desafortunado de tu vida. Tú a la edad de 10 años, de milagro quedaste con vida en un accidente en el que perdiste a tu madre y a tu hermano. ¿Te has repuesto totalmente?

Es difícil hablar de eso. Probablemente sí me repuse, aunque en el momento que vives una realidad, vos tienes que ocuparte de esa realidad, y en mi caso, luego todo menguó en función de eso.

Eras un pibe.

Y aprendí nuevamente a caminar, y hablando desde el sentido médico, fue una suerte que haya sido un pibe, porque estaba en edad de aprender. Mis músculos y mis huesos estaban en crecimiento, y todavía se podían moldear.

¿Te has vuelto más fuerte como persona?

No sé si más fuerte, yo creo que el momento de más fortaleza es cuando tomas una decisión, porque lo único cierto es lo que pasó. Y el momento en que yo encuentro mayor fortaleza es cuando yo decido hacer una cosa, y en este caso es cuando decidí filmar.

¿Qué cine te gusta?

Es bastante variado, veo de todo. Justamente, ayer vi una de Lisandro Alonso Jauja, y fue muy difícil, y estuve con él a la noche, y se lo dije, y no recuerdo que me respondió, pero le causó gracia. Cuando uno ve una película, siempre intenta describir una línea de razonamiento.

Y el cine uruguayo. ¿Ha avanzado, o se mantiene igual?

Nuestro cine tuvo un punto de auge claramente determinado que es en el 2004 con Whisky de Pablo Stoll y Juan Pablo Rebella. Esa película se despegó de todo el resto de producciones, porque hasta ese momento en Uruguay se producían no más de dos películas por año, y ahora es mucho más, hay un crecimiento evidente, lo cual, también ha dividido a los espectadores locales.

¿Aceptarías un nuevo rol en un próximo proyecto?

Sí aceptaría. Porque la experiencia ha sido magnifica con el resto de compañeros, y me quedará un recuerdo lindo, en especial, de Alejandro Urdapilleta, el del personaje del escribano, él murió, y ese recuerdo me quedará siempre.

Quiere decir que la actuación te gustó y te gustará

Actuar me gustó mucho, y supongo que me da más vergüenza actuar en teatro.

¿Y por qué vergüenza, exactamente?

Vergüenza como para que lo entendamos todos, pero en mi caso tiene que ver con un miedo natural, y más allá de los clichés que se le pueda poner a esa palabra, o a esa expresión, también está bueno que haya un poco de vergüenza.

¿Dónde has encontrado gente más fraterna, en el cine, o en otras instancias?

Luego de la facultad, y luego de hacer mis cursos de guion, mis decisiones fueron apoyar, y hacer producciones de cine, y desde ese lugar, digamos que sí, he encontrado mucho apoyo, y fraternidad que quizás no haya encontrado en otro lugar.