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Eduardo Plaza: “Si no nos leemos entre todos no vamos a poder encontrar lecturas comunes”

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Eduardo Plaza (La Serena, 1982) es un periodista y escritor chileno. Forma parte de la selección de Bogotá 39 gracias a la publicación de su primera obra, una antología de cuentos titulado Hienas, publicada en Chile (Libros de Mentira), Argentina (Conejos) y ahora en Perú, bajo el sello editorial Colmillo Blanco.

En Chile, con Hienas, fue finalista en el Concurso de Cuentos Paula, tercer lugar en el Concurso Literario Premio Stella Corvalán y mención honrosa en el Premio Municipal Juegos Literarios Gabriela Mistral.

El libro se presentó el pasado viernes en la Feria del Libro Ricardo Palma. Aprovechamos la oportunidad para hacerle una pequeña entrevista.

 

¿Por qué cuentos como primer proyecto? ¿Qué te atrae del género?

El trabajo de desarrollo del libro fue muy intuitivo. No me senté a pensar qué hacer ni cómo hacerlo, no me dije voy a escribir un libro de cuentos. Llevaba un buen tiempo sin escribir y cuando viajo a Santiago a trabajar me empiezo a reenganchar con la literatura. Asisto a talleres literarios, reencontrándome con el oficio. En ese proceso empezaron a salir cuentos, pero no es que haya tenido una predilección por el género. Lo que tengo es una predilección especial por el párrafo simple, conciso, con la frase seca. Me acomoda el formato de cuento y es algo de lo que me di cuenta en el proceso, no fue planeado así.

 

En el libro tocas temas como la marginalidad, la soledad, la represión, y en cierta medida la crueldad. ¿Eso es lo que percibes en la sociedad chilena? ¿Se puede ver eso en el día a día?

Siento que hay algunos personajes que no son necesariamente egoístas o que piensan solo en sí mismos o que están buscando solo el lucro personal o el afán de victoria, sino que tienen un peso superior que no les permite moverse, por más que quieran hacer algo para cambiar ciertas situaciones. Por ejemplo, pienso en el cuento Teresa, en el que uno de los personajes se lanza al agua para realizar un acto heroico. Lo que me interesaba era demostrar que por más que quisiera no lo iba a conseguir porque no estaba hecho para realizar actos heroicos sino para dejarse llevar por, lo que se suele llamar, el “peso de la noche” de los chilenos, este peso que no nos permite movernos, cambiar la circunstancias de nuestras vidas, cambiar el destino del país. Creo que eso se refleja mucho en la forma que tenemos los chilenos de reconocernos y de actuar.

Eduardo Plaza y Alfredo De Cossío.

Personalmente, me gustaron los tres últimos cuentos, donde tocas un tema político, luego el fútbol y terminas, nuevamente, con un relato muy íntimo. ¿Hubo algún criterio especial para elegir el orden?

Es bien extraño porque Hienas se ha publicado en tres países con tres editoriales distintas y todas han trabajado con el manuscrito inicial del libro. Creo que los editores tienen el derecho de trabajar con el manuscrito inicial de un escritor. De lo que me quise preocupar fue que el libro tuviera un peso, un golpe, en el final. El inicio y el medio decidí dejárselo a los editores y lo gracioso fue que nadie pensó en cambiar el orden que ya había establecido. Mi cuento preferido es el último. Fue el cierre con golpe que necesitaba para el libro.

 

Los cuentos tienen un estilo claro, conciso, económico, de oraciones cortas. ¿Fue esa una decisión consciente?

Sí, de hecho yo intento trabajar profundizando esa decisión. Hay algunas decisiones prácticas que intento tomar como utilizar adjetivos calificativos lo menos posible. Lo que provoca es que el lector vaya ordenando esas ideas en su cabeza y vaya rellenando cosas que yo no voy diciendo. No necesito contarlo todo. Me ha pasado varias veces que he tenido segundas y terceras lecturas de un cuento a través de la idea que tuvieron otras personas. Esa retroalimentación es fascinante porque finalmente termino armando un cuento nuevo a través de la cabeza de los lectores.

 

¿Cuáles fueron tus influencias a la hora de escribir el libro?

Hay una clara influencia de autores como Carver, que me marcó procesos de lectura que luego desembocaron en procesos de escritura. Antes de Carver fue Baldomero Lillo, un escritor chileno de principios del siglo veinte que trataba temas sociales, que hablaba de los mineros, de los mariscadores, de los trabajadores del salitre. El cuento que leí a los quince o dieciséis años que me hizo decir “yo quiero hacer esto” fue El vaso de leche, de Manuel Rojas. Un niño en Puerto Valparaíso muerto de hambre que se mete a una tienda, se toma un vaso de leche sabiendo que no puedo pagar, y se pone a llorar. Me convenció de que esto era lo que quería hacer por el resto de mi vida. Luego uno va afinando el gusto, empieza a leer más. Aparecen Carver, Salinger, el cuento norteamericano, pero lo que a mí me movió fue El vaso de leche, de Rojas.

 

¿Qué ha sido lo mejor de la experiencia de haber sido elegido para formar parte de Bogotá 39?

Lo mejor ha sido conocer más literatura latinoamericana. Así como yo fui una sorpresa en mi país, porque nadie se esperaba que yo fuera parte de la selección, igual hubo otros seleccionados de otros países que también fueron una sorpresa, como por ejemplo Luciana Souza, que tenía solo un libro, con solo doscientos ejemplares, hechos a mano, y fue seleccionada. Jamás hubiera llegado a ese libro si ella no hubiera estado ahí. Me he acercado literariamente a Juan Manuel Robles y a María José Caro. Hemos entablado una buena relación y probablemente sus últimos proyectos me han servido mucho para trabajar mi propia idea de lo que yo quiero lograr como proyecto literario. Intercambiar ideas con autores que están pensando la literatura latinoamericana actual ha sido lo más reconfortante del proceso.

Eduardo Plaza en la Feria del Libro Ricardo Palma, junto a los escritores Juan Manuel Robles y María José Caro, y Angela Arce y Gabriel Arriaga de Colmillo Blanco.

¿Qué estás leyendo en estos momentos?    

La semana pasada terminé Necrofucker, de Richard Parra. Me parece que es un autor muy creativo y que podría ser más conocido fuera de su país. Me llama la atención que no se esté distribuyendo en otros lados. Ahora comencé uno del autor uruguayo Felipe Polleri, llamado Alemania, Alemania. Es un autor muy de escritores. No es muy conocido fuera de su país, y me hace preguntar por qué autores tan buenos no logran reconocimiento fuera de sus países. Si no nos leemos entre todos no vamos a poder encontrar lecturas comunes.

 

¿En qué estás trabajando ahora?

Terminé una novela breve, que originalmente era un cuento más de Hienas, pero sentía que tenía que seguir desarrollándolo. Someto a una familia nuclear a un estrés potente, a un desastre crucial, para ver qué pasaba en esa relación. Básicamente lo que quería comprobar era qué ocurre con el amor cuando suceden cosas muy duras, cuando todo lo idealizado se va al carajo. Ir sacando poco a poco las vigas de esa casa y ver en qué momento se derrumba.

 

Libro: Hienas

Autor: Eduardo Plaza

Editorial: Colmillo Blanco

Páginas: 94

Precio: 35 soles

Librerías: El Virrey de Miraflores, Época, Escena Libre, Librería Sur, Books & Co, Book Vivant y Casatomada Librería & Café

 

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