Opinión

Edsofaria de las Camelia

Lee la columna de Julio Barco

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Aunque parezca increíble, a diario aumentan los índices de poetas peruanos. Un librero me decía que cada día mueren diez poetas y nacen otros diez. Con entusiasmo, publican sus primeros libros, dan algunas entrevistas. Así se preparan para esa gran batalla que es ser escritor en el Perú. El crecimiento de los poetas supera a la de  novelistas, cuentistas, dramaturgos o ensayista. Entre los más recientes, tenemos a dos poetas que dan una muestra de su talento. Por un lado, Para mi dama de las Camelia (Ed. Autónoma, 2024) de Eduardo Chocano, familiar del cantor de América, nos abre un panal de versos de temática amorosa. De antemano, el autor propone un diálogo de intertextualidad con la novela La dama de las camelias; en ese sentido, usa sus fragmentos para crear nuevos poemas. La literatura nace de la propia literatura. Todo el poemario se estructura con números romanos y el itinerario es marcado por un tono idílico.  La temática se alarga en versos de todo calibre; explorando las ansias de una vida juntos. No es el amor de Pablo Neruda y el gusto al silencio de la amada, ni la razón de amar de Salinas, ni la ausencia de la andina y dulce Rita de Vallejo: “Todos fuimos niños una vez./Te busco porque necesito respuestas./Nadie sabe que quiero”. Desde otra orilla, celebramos la reciente aparición de Edsofaria (Editorial Libre e Independiente, 2024) de Edgar Monrroue. El libro propone un viaje en las aguas de la infancia; explora vínculos afectivos: espacios equidistantes donde se funda la memoria. Así, un recuerdo con el abuelo, con mamá o papá. El poeta mira dentro de sí mismo: saca de la piel de su vivencia un texto que no se agota en lo mero autobiográfico, sino que da pinceladas de reflexión existencial: Las casas de Surquillo eran viejas señoras/que se quedaban inmóviles/a esperar que alguien ingresara en su interior./El hoy no deja de provocarme,/se escabulle también por mis arterias,/destilando algo de amor en su fuga./Hay retazos de un niño/que no consigo agrupar. Ambos autores inician su travesía por las aguas literarias del oficio de la palabra. Buen viaje.

(Columna en por Diario UNO)

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