Publicar una revista independiente y libertaria es un acto de fe. Que la revista, además, sea estrictamente cultural es incidir múltiples veces en esa característica. Intentar que la cultura tenga incidencia política es entrar a batallar a predios que parecieran haberse oxidado en las más falsas oficinas administrativas del mundo y sería mejor proponerla tal cual se propusieron los mitos y leyendas de la Era de los Héroes antes que ofrecerla ante un público absorto en la intrascendencia y en lo incierto de la realidad cotidiana del Perú.
Sin embargo, aquellos que hemos establecido una comunión sagrada entre la literatura, el periodismo, la cultura y la política, y que, además, hemos asumido esta circunstancia como una forma de vida sacrificada pero satisfactoria, la asumimos como una lucha permanente contra lo que consideramos está errado en el mundo. Además, al erigirla como el medio más acertado para ejercer nuestras denuncias ético-políticas, sin menoscabar, nuestra propia línea estética, no podemos sino admirar a aquellos que nos han precedido en la Historia.
Entre aquellos precursores destaca Roberto Arlt, uno de los más grandes y valientes escritores y periodistas de la lengua española de todos los tiempos, quien no tuvo nada más que talento y coraje tanto en sus puños como en su palabra para afrontar la adversidad y todo rastro de muerte en esta tierra. Su intenso ejercicio literario y su persecución de la utopía son algunas de las mejores compañías para persistir en el tránsito de esta frenética aventura que es vivir.
Finalmente, nunca estará demás reafirmar la convicción democrática y anticorrupción de quienes realizamos esta publicación. En ese sentido, entendemos que la corrupción no es inherente a un solo sistema político sino al tipo de sociedad en el que este se desarrolla.
Por ello, lo fundamental es cambiar a la sociedad, fundando una república en la que haya tanto Justicia Social como Libertad, dado que si existe una desproporción entre estas dos grandes metas del ser humano, el único perjudicado será el pueblo, la ciudadanía.
En esta decimotercera edición de Lima Gris, ofrecemos al mundo nuestra convicción de que la cultura es un instrumento de evolución social y, también, ofrendamos nuestro fraterno homenaje a Roberto Arlt, la literatura, la política y la vida.
PERCY VILCHEZ SALVATIERRA
EDITOR
