Repercusiones. El ex presidente Alberto Fujimori recobró su libertad ayer por la tarde, pero su tan ansiada excarcelación estaría cubierta de distintos matices que empañan un debido proceso de liberación, pasando por el pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a el propio fuero nacional, más precisamente de algunos de los miembros del Tribunal Constitucional (TC) que han salido a denunciar públicamente que no se les consultó sobre el polémico fallo.
Nos referimos a los magistrados del TC Manuel Monteagudo y César Ochoa, quienes aseveraron en diferentes medios que ni siquiera se había anunciado que un tema como el de la liberación de un ex presidente se encontraba en la agenda del TC. Como se recuerda, ya causaba suspicacias que solo cuatro de los siete magistrados hayan participado de tan importante decisión. Los jueces que participaron en la votación fueron: Francisco Morales, Luz Pacheco y Gustavo Gutiérrez Ticse; también se incluye al tribuno Helder Dominguez Haro, quien presentó un voto singular.
El primero en anunciar su sorpresa por el intempestivo fallo del TC fue el juez Monteagudo, aseverando que a él nunca le llegó la notificación de que se tomaría una decisión al respecto.
“A mí me resulta tremendamente sorprendente, me siento profundamente triste por un procedimiento que no hemos sido informados a los miembros del Tribunal al momento de tomar esa decisión. Se ve en la resolución que he conocido hace poco que se pretende justificar el rechazo del juez, son ellos mismos los que deciden, dicho sea de paso no son cuatro magistrados sino tres. Creo que una decisión que desconoce resoluciones de la Corte Interamericana tenía que ser materia del pleno del TC”, declaró para el diario La República.
Por su parte, el magistrado César Ochoa Cardich afirmó que se enteró de la decisión del colegiado a través de los medios de comunicación.
Para el referido juez, el presidente del TC, Francisco Morales, debió convocar al pleno para definir si solo los cuatro tribunos podían definir la liberación del ex dictador.
Así, recordó que, según se establece en el artículo 10 del reglamento del TC, el colegiado requiere de un quórum de cinco miembros para resolver y adoptar acuerdos.
“En mi opinión debió convocarse al pleno con una agenda extraordinaria si le parecía necesario. Y ahí, con el quorum de cinco miembros, analizar el tema”, alegó.
Finalmente, Ochoa Cardich indicó que sus colegas magistrados actuaron con una “inusual celeridad” y un “hiperactivismo” para resolver el caso.