Cientos de historias se escribieron alrededor de la prisión de Alcatraz, lugar donde iban a parar hasta 1963 los delincuentes más temibles de todo Estados Unidos. Motines, reyertas, intentos de fuga, ‘vendettas’ entre prisioneros, todo eso ocurrió durante sus 29 años de operación.
Pese a sus paredes inexpugnables y de situarse en medio de una isla a dos kilómetros de distancia de las costas californianas, en 1962 los hermanos John y Clarence Anglin, junto a otro reo, lograron burlas las extremas medidas de seguridad, desapareciendo del radar de los guardias de seguridad; sin embargo, hasta la fecha no existen pruebas concluyentes de que esos prisioneros lograron con éxito su cometido.
Más de 60 años después desde que se decidiera cerrar la prisión de Alcatraz el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció su reapertura, detallando que ahí se albergarán a “los delincuentes más despiadados y violentos de Estados Unidos”.
Cabe mencionar que en la actualidad la famosa prisión sirve como atractivo turístico luego de que se decidiera su clausura. El motivo de su cierre se debía a los altos costos operativos. Los principales gastos se debían al aislamiento físico de la isla, a la que había que llevar cada semana alimentos, suministros, combustible e incluso agua potable.
«Cuando éramos una nación más seria, en tiempos pasados, no dudábamos en encarcelar a los criminales más peligrosos y mantenerlos alejados de cualquiera a quien pudieran hacer daño. Así es como se supone que debe ser», escribió Trump el domingo.
«No toleraremos más a estos delincuentes en serie que esparcen suciedad, derramamiento de sangre y caos en nuestras calles», añadió.
fuente: rtve noticias.
Trump le declara ‘la guerra’ a los migrantes
Tras volver al poder, Trump prometió tomar fuertes medidas contra la delincuencia, en particular cometida por migrantes.
Invocó la Ley de Enemigos Extranjeros (AEA), que solo se había utilizado en tiempos de guerra, para justificar la detención de presuntos pandilleros venezolanos y su deportación sumaria a una conocida prisión de máxima seguridad de El Salvador.
El republicano no descarta enviar a ciudadanos estadounidenses condenados por delitos violentos al país centroamericano.
Expertos independientes de la ONU afirmaron la semana pasada que Estados Unidos negó «el debido proceso» a más de 200 migrantes venezolanos y salvadoreños que deportó para ser encarcelados en El Salvador.