DONALD TRUMP, APOCALIPSIS FINAL

El voto racista, homófobo, misógino y antiglobalización venció. La Casa Blanca elige al primer presidente  no político y antisistema a la vez.  El orden global se reconfigura y la bolsa de Nueva York cae más que cuando se dio el atentado de las torres gemelas. Hoy se conmemora 26 años del derribo del Muro de Berlín, hoy triunfó en el mundo el planteamiento de elevar un nuevo muro: el proteccionismo económico y el conservacionismo demográfico.

Me voy a dormir anoche con noticias que proyectaban su victoria después de medianoche. Al despertar, amanezco con el informativo de Radio Francia y la sola voz del locutor radial lo decía todo, Trump había ganado. Con una voz desganada, deprimida,  con rasgos de frustración la locutora (una liberal progre seguramente) informaba los últimos resultados. Una  victoria arrolladora que hasta a mí me asombró.

Trump ha ganado y ha ganado bien, necesitaba 270 delegados y obtuvo 279. Ha vencido en los estados claves, en Ohio, Florida, Pennsylvania entre otros. Ha sido una ola que ha recogido el voto de radicales, conservadores y descontentos. Desde el voto religioso antiaborto y anti matrimonio gay (el clero católico mayoritariamente  lo apoyó desde esa vertiente) hasta el miembro de clase media con estudios harto de la política exterior de Obama o el manejo de la economía.

Trump antipático como Phillip Butters y Aldo Mariátegui,  logró reunir el voto del blanco que se siente marginado por unas minorías a las que percibe con demasiado poder y privilegios.

ANTECEDENTES

Trump es un fenómeno global, del hartazgo y enojo frente al orden mundial que se pretende inamovible. La primera alerta la dio el triunfo del Brexit, cuando hace unos meses el Reino Unido le dijo NO a continuar en la Unión Europea (eso estimuló su campaña en EE.UU. a la vez que confirmaba  que el orden mundial no era inamovible). Este fue un terremoto que dejó en perplejidad a toda Europa y alimenta las aspiraciones nacionalistas.

El triunfo del NO en el plebiscito de Colombia.  Otra vez las encuestadoras daban ganador al SÍ y a una paz con sabor a impunidad para el grupo insurgente de las FARC. Sin embargo, el ausentismo y un fuerte activismo de Uribe, sin casi cobertura de los grandes medios lograron el milagro.

El ISIS. Su aparición involucró a los EE.UU. de Obama a tener que intervenir a través de bombardeos, fuerzas especiales en tierra y financiación de otros grupos insurgentes en Siria a que el electorado gringo percibiera que Obama no era tan distinto de Bush, y que EE.UU. estaba cayendo a otro atolladero militar. Además, el ISIS se vendía en redes con un salvajismo y una capacidad de expansión (presentes en Irak, Siria, Libia, Egipto, Yemen, además, de atentados en Francia) que hacían ver ridículos los esfuerzos de contención de EE.UU. y sus aliados. Esa imagen brutal de los terroristas exigía una mano dura.

Putin ya lo dijo varios años antes, cuando Obama asumió la presidencia entre la fiebre entusiasta de cambio y renovación, “cuando las expectativas son grandes, la frustración posterior será mayor”. Y Putín no se equivocó.

LOS GANADORES

Rusia. La única bolsa de valores  que ha subido hoy ha sido Moscú y por obvias razones. Trump es amigo de los rusos y en especial ha  lanzado muchos piropos políticos a Vladimir. Desde la época de  Bush ya Rusia  padecía las presiones de EE.UU. a nivel de escudos antimisiles, perdida de aliados al oeste o el bloqueo económico. Rusia ha sobrevivido a todo eso, a un auténtico bullyng y asfixia económica, y ahora el triunfo de un antisistema como Trump proyecta a Moscú no solo el alivio de no ser presionado sino de   pasar  ser muy posiblemente el nuevo aliado número de Washington.

La extrema derecha blanca. Que antes era fuerza política marginal ahora se ha consagrado como fuerza política relevante. Esto da alas al nacionalismo blanco a nivel global, en especial en Europa, donde la extrema derecha austriaca ha celebrado el triunfo de Trump como la restauración de la raza blanca. Mientras tanto en Francia el nacionalismo de Le Pen se dibuja como el siguiente triunfo del movimiento antisistema.

Los cubano-americanos anticastristas. Ellos jamás apoyaron que EE.UU. levantase el embargo a la isla, y eso fue que le granjeo sus votos al republicano, además, de que los reflota como fuerza política en La Florida mientras que Castro ha de sí o sí retomar posturas de endurecimiento ante el panorama poco dialogante que se viene.

Maduro. Le da alas a su discurso nacionalista, antiimperialista de manera que su margen de lucha y defensa crece a su favor  frente a la oposición venezolana que pierde piso por su extremada dependencia respecto a EEE.UU. Ya lo dijo  el Rafael Correa, el único que obtiene  beneficio con el triunfo de Trump es  Latinoamérica, en el sentido del reflote del discurso antiimperialista. Mezquino por cierto.

4chan, el triunfo de la plataforma de internet como fuente de información más confiable es el signo comunicacional que ha vencido, ahora si en la guerra entre la televisión y la red. Sito en especial a 4chan porque es la plataforma de discusión que más aportó en la movilización de votantes gringos, en especial de los antisistema. Su foro más popular es /POL/ que significa políticamente incorrecto. 4chan fue la primera plataforma y la más grande en darle a través de sus cientos de miles de usuarios online el primer impulso a la campaña de Trump.

LOS PERDEDORES (TÚ, YO, EL PLANETA…)

Las encuestadoras y los  marketeros políticos. Los primeros por errar crasamente en sus proyecciones electorales (ahora se sospecha que esas encuestas fueran manipuladas). Los segundos porque a pesar que la campaña de Hillary Clinton contó con los mejores profesionales del marketing electoral, publicistas y asesores, toda una maquinaria sofisticado, aun así no pudo vencer a la campaña que prácticamente la hacía un solo hombre, Trump. Un hombre que prácticamente prescindió de asesores y que jamás considero relevantes las encuestas.

Los políticos y los medios de comunicación tradicionales, la televisión (CNN, NBC, ETC.). Las grandes cadenas y periódicos que debían ser imparciales actuaron de manera arbitraria favoreciendo siempre la campaña de Clinton y así sepultando su credibilidad ante la población. Los políticos en cuanta clase especializada han sido rebosados por sus votantes. Y es que Trump es el primer presidente de USA que no es político. Acá eso no es nuevo, pero allá eso es sorprendente.

Los ecologistas. El tratado de París para proteger el medio ambiente quiérase o no tendrá que ser renegociado ya que Trump cuestiona el Calentamiento Global, y es que este el fenómeno de cambio climático perdió mucha legitimidad cuando abrazo un discurso político y marcadamente ideológico del medio ambiente dentro de lo políticamente correcto, eso que tanto odian los votantes de Trump y cada vez detestan más personas  fuera de los USA, porque el medioambientalismo contemporáneo más parece la ceguera fanática de dogmáticos. La consecuencia serán más fábricas que den empleo y menos témpanos de hielo para el oso polar.

El libre  comercio. El liberalismo ha sufrido un revés inaudito. En el corazón del capitalismo una política proteccionista ha vencido. Los tratados de libre comercio serán renegociados. Un mensaje claro a los demás países: protejan su industria.

México. El peso mexicano se desplomó desde anoche y la presidencia, ya impopular de Peña Nieto está viviendo la mayor crisis de su historia. Trump propone ponerle aranceles a los productos mexicanos entre 25% a 35% (prácticamente le ha declarado la guerra económica).  Eso es suficiente para hundir la ya maltrecha economía  azteca. En resumen esta Navidad será negra para todos os mexicanos.  Peña Nieto Descansa en Paz.

El multiculturalismo. El discurso pluralista de tolerancia es  una expresión supraestructural (en términos marxistas) del capitalismo liberal. El norteamericano que voto a Trump voto para no sentirse extraño en su propio país, en donde lo políticamente correcto exige respeto extremado a las minorías étnicas, religiosas, sexuales y de estilos de vida. Ese discurso de tolerancia post-racial simplemente en USA NO VA. El conservadurismo familiar y reproductivo tendrá más fuerza que en tiempos de Bush.

La OTAN y la Unión Europea. Trump exige que la OTAN le pague a USA por su apoyo militar. Habla de que cada país debería armarse porque EE.UU. no seguirá siendo el gendarme del mundo. Declaró incluso que si Rusia invadiese a sus aliados EE.UU. no los defendería. En cuanto a Europa, prácticamente la deja sola frente a la expansión del oso ruso. Podemos decir que la OTAN y la Unión Europea tienen los años contados.

El mito del voto hispano. Siempre decían que inclinaba la balanza, y ciertamente son un gran bolsón electoral… si tan solo fueran a votar, cosa que no ocurrió en masa más que entre los electores a Trump en Florida.

Las feministas. Tener un presidente misógino ya dice todo. Suerte para el próximo siglo chicas.

Obama. Y es que esta elección  no fue contra Clinton, fue en parte un referéndum sobre los  8 años de Obama en el gobierno. Y lo cierto es que Obama ha duplicado la deuda interna gringa, ha mostrado una imagen exterior de USA que los gringos perciben como débil frente al mundo. En materia económica Obama solo creo empleo precario y elevó el costo de vida. Si hubiera sido un presidente exitoso como lo vendía la prensa  hasta hoy, el fenómeno Trump jamás habría ocurrido.

PPK no te vayas de boca. Y ya dijo bastante cuando comentó menospreciativamente  semanas atrás la candidatura de Trump. Ahora deberá tragarse sus palabras o coserse la boca, porque nuestro TLC está en la lista de renegociación desde anoche.

EL IMPERATIVO CATEGÓRICO TRUMPIANO: HABLAR SIN ANESTESIA

Trump supo mantener un mensaje burdo pero coherente, nunca  modificó su mensaje político por más cuestionable que fuera, se mantuvo firme y fidelizó a su base, eso le dio credibilidad.  Mantuvo su discurso como no negociable. En resumen fue  políticamente incorrecto pero éticamente fiel y coherente de lo que decía.

Finalmente una razón de victoria es que pudo lograr ser odiado  y atacado y menospreciado por el stabishment político, económico periodístico y cultural global, y ese solo merito le granjeo la simpatía de los que están al margen, de los antisistema, porque Trump no venció  a Hillary Clinton, venció a todo y a todos, un hombre contra el mundo. Más épico que eso no hay.  Pero quizá el mayor mérito de su victoria se lo dio el stablishment y la prensa en especial, fue tomar en serio a un troll. Yo sé  que cuando haces caso a un troll, cuando le contestas, le respondes y peor aún te rebajas a atacar al troll, entonces el troll obtiene lo que quiere, tu atención. Al troll  Trump le hicieron mucho caso, lo tomaron en serio con cada cosa  que decía (cuando Trump tuiteó  que si se ponía a disparar a la gente aun así no perdería votos, ¿en verdad creían  que iba en serio?), y esa es la clave de su victoria.

La bolsa de valores de  Nueva York cayó 700 puntos más que cuando se dieron los atentados del 11 de septiembre de 2001, el peso mexicano por los suelos.