Buenas tardes, espero sepan disculpar estas digresiones.Pensaba decir algo más sobre los cuentos, pero he decidido que, ante lo sucedido, no debo frenar mi lengua.
Los cuentos que conforman este volumen, escritos en diferentes épocas de mi vida,quizá tengan como hilo primordial la caída del hombre en la polis, el drama del hombre en la gran ciudad, aquella gran ciudad que eminentes etólogos consideran como un zoológico gigantesco y nefasto para la convivencia entre seres humanos. Si es necesario que un libro de relatos posea un hilo conductor que los vincule, pues entonces, los muchachosuniversitarios protagonistas de Un Huayno, el perrito huacchay su antiguo amo perdidos en La Parada en Abril, el pescador artesanal que revienta a arponazos las tenebrosas pantallas televisivas de un destartalado ómnibus interprovincial repleto de zombis en un Viaje Espectral, el reservista-senderista cuya historia cuestiona duramente a la Comisión de la Verdad y Reconciliación y la hermosa mestiza que se niega a venderse a los viejos proxenetas de la aristocracia del billete, todos ellos se vinculan por el rechazo inconsciente e instintivodel infierno en que se ha convertido la vida en una megapolis como Lima: historias de gentes simples que cuestionan con sus propias vidas el hecho de que el hombre pueda cohabitar en las grandes ciudades, manteniendo la condición humana en escenarios anti-naturales de encierro y opresión.
Pero hoy, ante todo deseo desagraviar a una ilustre dama, afrentada por la intolerancia de un grupo de escritores, tan sólo por sus preferencias políticas, por su ardiente defensa del prócer Alberto Fujimori y su gobierno, vamos, tan solo por el odio que suscita la ferviente amistad que se profesan MMMQ y esa gran matrona, epítome de la mujer peruana valiente y batalladora, Martha Chávez.
Quienes han afrentado así a la dignísima señora MMMQ no son capaces de reconocer las dotes intelectuales de quien tal vez sea la más prestigiosa Directora que ha pasado por el Decano de la Prensa Nacional, la mujer que ha llevado al diario El Comercio a las más altas cotas de cultura, intelectualidad y decencia en los últimos cien años, aquella, en fin, que ha conseguido que la egregia familia Miró Quesada olvide el encono que condujo al Apra a asesinar a los esposos Miró Quesada de La Guerra y Laos en 1935.
Estos muchachos alocados han preferido en cambio crucificarla, cual Jesucristo, y hacerla blanco de la baba pública, repito, tan solo por su orientación ideológica, peor aún, los más irracionales, intolerantes y pre-modernos, la han condenado por el entrañable afecto que la une con la Directora Cultural de la Cámara Peruana del Libro, la poeta Doris Moromisato.
El homenaje a la ínclita señora MMMQ, lo dice bien claro la programación oficial de la FIL, era por su invalorable contribución a la cultura y a la lectura: jamás por preferencias políticas, ¿es tan difícil comprender esto? Si Toledo dijo que construiría el tercer piso del fujimorismo y lo hicimos Presidente de la República, si Ollanta ha embutidocomo altos funcionarios del Estado a insignes figuras ultraliberales, que de idolatrar a Vargas Llosa pasaron a servir a Fujimori, ¿por qué entonces la digna señora MMMQ no puede tener el alma fujimorista y a la vez contribuir a la cultura y la lectura, propiciar el solaz que te proporciona un poema bien construido, un cuento redondo, una novela bien lograda?
De la misma manera, el genial bardo piurano, Marco Martos, merece todo mi respeto y admiración por los conmovedores poemas que nos ha regalado, sobre todo durante el tiempo en que conformó la Comisión Interventora que impuso Fujimori en la San Marcos para devolver el orden perdido en la Cuatricentenaria.
¿Y qué me dicen del homenaje al tragicómico poeta Antonio Cisneros? Si el joven Cisneros escribió el estremecedor “Túpac Amaru relegado”, el viejo Cisneros reconvertido en dirigente de fútbol profesional en pleno fujimorismo, escribió estos “versos inmortales”: «César Vallejo es un Cholo llorón /un precursor de la tecnocumbia», por eso no extrañó a nadie que terminara sus días sirviendo como alto burócrata de un centro cultural de la Cancillería aprista, trabajo por el cual fue premiado por servicios distinguidos en el grado de Gran Cruz por el augustoex Pdte. Alan García. Pero, los homenajes no son de ninguna manera a sus ideas políticas, a su consecuencia de vida, si no a su gran poesía, a su contribución a la cultura. Como MMMQ.
¿Y por qué se ataca tan rabiosamente a Doris Moromisato? ¿Es que no podemos comprender que Doris es apenas la Directora Cultural de la CPL? ¿Es que no podemos comprender que por encima de ella están otros con más poder, otros como el ex secretario de Oscar Dufour, paje del epónimo Vladimiro Montesinos con los diarios chicha, hablo de don Jaime Carbajal, Presidente de la CPL, socio de la Librería Crisol, aquella que aglutina como socios al excelentísimo doctor Alan García, a ese gran escritor peruano llamado Hernán Garrido Lecca y al honorable ex ministro de Educación y dueño de la USMP, José Antonio Chang? ¿Por qué Doris tiene que ser cabeza de turco de este profundo malentendido, señores?
Pero en fin, así de envidioso es el peruano.
Saludo por todo eso la democrática decisión de la CPL de premiar a MMMQ un día antes de lo programado, en una ceremonia velada a miradas indiscretas, porque dos amigas cuyo amor es entrañable no merecen ver enturbiado el paraíso por asuntos tan terrenales y bajos como sus apetencias políticas.
Para acabar, deseo proponer que en la próxima FIL se premie al prócer de la libertad de prensa y adalid de la cultura, el señor Aldo Mariátegui, al cultísimo periodista Fritz Du Boisy que el homenaje póstumo se haga a ese ínclito y esclarecido arequipeño que se llamó Andrés Bedoya Ugarteche.
Así contribuiremos a la unidad de la patria y a la reconciliación nacional.