Cansados de tanto olvido, las rondas campesinas y la población en general asumen su rol ante la historia y exigen a Dina Boluarte cumplir con su palabra. ¡La carretera asfaltada de doble vía tiene que ser realidad!
En las boyantes tierras de Pataz, llenas de riqueza minera, la esperanza se entrelaza con el sufrimiento y la lucha diaria. Este 16 de febrero, en Tayabamba, corazón de nuestra provincia, una Asamblea Provincial será el escenario de un momento decisivo. Nuestras rondas campesinas, valientes guardianes de nuestros pueblos y comunidades, se unirán en una voz firme para exigir lo que nos fue prometido, una promesa que el tiempo y la decidía de los gobernantes no ha cumplido.
Dina Boluarte, ante las autoridades de nuestra provincia, aseguró el inicio de una obra que nuestros corazones ansían: la carretera asfaltada de doble vía que transformará Pataz. Sin embargo, la promesa ha quedado en el aire, atrapada en la burocracia del Ministerio de Transportes y las consultoras que no han entregado los estudios definitivos. Sin este vital documento, la obra no verá la luz este año, y el proyecto será una deuda para el próximo gobierno.
Mientras tanto, cada día miles de patacinos enfrentan el riesgo y el peligro en las deterioradas carreteras que no reciben el mantenimiento necesario y fueron abandonadas por los sucesivos gobiernos. La falta de acción se traduce en sufrimiento, en vidas perdidas por accidentes que podrían evitarse. Es por esto que nuestro pueblo se alza, con sus rondas campesinas al frente, liderando el destino de Pataz con firmeza y convicción.
En esta asamblea, se tomará la difícil pero necesaria decisión de convocar a un paro provincial. Este es un llamado a la unidad más auténtica de nuestros pueblos y autoridades. Es el momento de dejar de lado las diferencias y unir nuestras voces en un clamor que no podrá ser ignorado. Nuestro futuro está en juego, y solo a través de la unidad y la lucha podremos asegurar que se cumplan las promesas que nos fueron hechas.
Pataz no puede esperar más. Ha llegado el momento de actuar, de demostrar que nuestra determinación y nuestra unión son más fuertes que cualquier obstáculo. Este domingo 16 de febrero, que la voz de Pataz resuene con la fuerza de la verdad y la justicia, y que nuestras rondas campesinas guíen el camino hacia un futuro mejor. Unidos, podemos lograr lo que tanto anhelamos. Unidos, podemos hacer que nuestra voz sea escuchada. Unidos, haremos que el gobierno central cumpla con su palabra. Pataz se levanta, y con ella, la esperanza de todos sus hijos.