Dina Boluarte sobrevoló Piura pero pobladores la critican porque solo habría ido para tomarse fotos [VIDEO]

La situación en el norte del país es insostenible desde donde se le mire. Años y años de incompetencia partiendo desde el Gobierno Central, pasando por los gobernadores municipales y regionales, así como la poca o nula preparación de la propia ciudadanía al instalarse en lugares donde cada diez o veinte años se inunda por las fuertes lluvias; todo mal, y peor es la respuesta de las autoridades que se limpian de cualquier responsabilidad, echándole la culpa al gobierno anterior.

La presidenta Dina Boluarte el pasado fin de semana llegó a Piura pero solamente para posar para la foto y que su área de prensa logre captar las mejores instantáneas, en un intento de demostrar que realmente se intenta hacer algo, pero más pareciera ser que el desgobierno nace desde lo más alto, cayendo en cascada sobre los demás gobernadores.

Que la propia jefa de Estado diga que no hay recursos es, para decirlo en término que no lastimen susceptibilidades, el distintivo inconfundible de incapacidad, de ineficiencia, de que la cultura chicha se encuentra tan arraiga en nuestra ciudadanía que pareciera no encontrarse una luz al final del túnel. Vergonzoso.

La mandataria se manifestó ante cientos de ciudadanos que llevan más de una semana con el lodo hasta las rodillas, muchos de ellos descalzos, sin poder bañarse adecuadamente, o sin haber ingerido comida alguna; ante la multitud ella pronunció:

“Yo sé que están fastidiados, pero no es nuestra responsabilidad sacar el agua de un lado y luego llueve, al día siguiente llueve, y se vuelve a repetir la historia. (…) No es responsabilidad del gobernador, de los alcaldes, ni la mía, ni de los ministros de que nos haya tocado la temporada del ciclón Yaku y que no deje llover”, manifestó el pasado viernes.

Sin embargo, gran indignación fue la revelación de una fotografía donde se ve a la presidenta sobrevolando la quebrada San Francisco, supuestamente dando indicaciones a su ministra de Vivienda, Hania Pérez de Cuéllar, pero el cordón de su micrófono aparece desenchufado. Con el ruido de un helicóptero cualquier tipo de comunicación oral ahí dentro resulta, como se comprenderá, inaudible.

A propósito de la ministra Pérez de Cuéllar, ella también protagonizó otro bochornoso incidente al irse boca a boca con una pobladora que le increpaba más ayuda para su localidad.

“Vecinos, estamos acá, vamos a ir, pero calma. Yo sé… ¡Cómo no te voy a… escúchame, estamos trayendo la motobomba!”, vociferaba a viva voz la ministra de Vivienda.

Así las cosas, ahora solo cabe preguntarse si finalmente se aprenderá la lección que cada cierto tiempo no viene dando la naturaleza, la cual es hacer las cosas con planificación, dejar de lado la corrupción que perjudica a millones de habitantes, pues las obras o se hacen con sobrecosto, o vienen con serios problemas de raíz, acortando su vida útil a unos cuantos años. Mientras eso se repita, la misma postal se seguirá replicando ciclo a ciclo, y quien sabe, el próximo fenómeno tal vez nos cubra el agua hasta el cuello.