Por: Edison Mamani.
La interpelación obliga a un ministro a estar presente en el pleno, la censura lo obliga a renunciar.
La interpelación busca crear un desgaste político, la censura busca consumar dicho desgaste.
La interpelación es una oportunidad para informar de parte del ministro, quien asiste al pleno, y con ello concluye el procedimiento, en cambio la censura implica que la explicación no ha sido satisfactoria, y el ministro no asiste sino que hay debate entre congresistas y luego se vota en la misma sesión.
La interpelación tiene el siguiente procedimiento: se presenta la moción, se da cuenta, se aprueba la admisión de la moción, y el ministro asiste al pleno, todo ello, excepto lo primero, en tres sesiones distintas del pleno.
La censura es un procedimiento posterior a la interpelación: se presenta la moción y en otra sesión del pleno de debate y vota.
La interpelación se señala que es un derecho de las minorías, mientras que la censura lo es de la mayoría, o debería.
La interpelación se presenta con 20 firmas, la censura con 33 firmas, siendo requisito de lo segundo que suceda lo primero.
La interpelación se admite con 40 o 44 votos, aproximadamente, la censura se aprueba con 66.
La interpelación del ministro del Interior, por una serie de denuncias que involucran a Dina Boluarte, es el objetivo que buscan Susel Paredes y Ruth Luque, del Bloque Democrático, quienes han indicado que les faltaba una firma, y donde Patricia Juárez, de Fuerza Popular, respaldando la gestión del ministro, ha señalado que no tenía ningún problema en que venga el ministro a informar. Entonces, aquí hay una intención de escuchar porque el ministro solo se ha presentado pero a nivel de comisiones y no al pleno.
La censura del ministro de Economía, por la situación de PETROPERU, es el objetivo que busca Diego Bazán, de Renovación Popular, quien ha anunciado el inicio de la recopilación de firmas. Aquí la situación cambia porque anteriormente ya se realizó la interpelación al ministro. Ya se le escuchó, y según Diego Bazán sus explicaciones no fueron satisfactorias teniendo en cuenta la actual coyuntura de PETROPERU, particularmente por la renuncia de su directorio.