Por Edwin A. Vegas Gallo
Desde 1998 cada 21 de noviembre, la FAO instauró el DÍA INTERNACIONAL DE LA PESCA, como forma de relacionar el papel de la comunidad que involucra a aquella, como los pescadores con sus familias, decisores políticos, gremios empresariales y consumidores; para la consecución del objetivo mundial de la sostenibilidad, con salud humana y laboral para los pescadores, así como la salud del sistema marino, de ríos, lagos y lagunas.
Ello en el consenso de una sola salud, reclamada por la Organización Mundial de la Salud.
En Perú se sigue pensando en las divisas, que generan los “nueve millones de toneladas de anchoveta”, que se dice hay y que no hay, lo cual obligó a suspender la primera temporada de su captura.
Hoy con la segunda temporada, se abren y cierran zonas de pesca a lo largo del litoral, por que no se encuentra el recurso ni de día ni de noche y solo se están capturando juveniles, en promedio 60% por lance de captura, insistiendo en pretender bajar la talla mínima legal, de la anchoveta, para santificar este ecocidio.
En tanto el PRODUCE e IMARPE, siguen en su zona de confort, pensando que las “anchovetas suban en la noche”, para ser pescadas y sin tener capacidad de reacción para suspender esa segunda temporada del ecocidio. ¿Son ilusos o torpes intelectualmente ex profeso?.