Persisten en el error y continúan metiendo gente cercana a Vladimir Cerrón, pese a no haber demostrado resultados ni credenciales profesionales. El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), a cargo de Jenny Ocampo, volvió a designar a Rogelio Huamaní Carbajal, allegado del secretario general de Perú Libre, como director de Agro Rural, pese a que anteriormente ocupó este cargo, pero fue removido por fallos en la adquisición de fertilizantes.
“Se resuelve designar al señor Rogelio Javier Huamaní Carbajal, en el cargo de Director Ejecutivo del Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural -AGRO RURAL del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego”, se lee en la resolución ministerial N° 0500-2022-MIDAGRI, publicada en el diario oficial El Peruano.
En el mismo se informó sobre la salida de Mario Enrique Rivero Herrera como director de Agro Rural, tras asumir el puesto en agosto pasado.
Como se recuerda, un reportaje de Cuarto Poder emitido en junio pasado se reveló que en 2014 el diario Correo de Huancayo había reportado que cuando Huamaní apenas era bachiller de Economía, Cerrón Rojas lo nombró subgerente de Defensa Civil del Gobierno Regional de Junín.
Posteriormente, en 2019, cuando obtuvo su titulación, el secretario general de Perú Libre volvió a contratarlo en el GORE Junín, pero en esta ocasión como gerente de Desarrollo Económico de la región.
Asimismo, en las últimas elecciones generales Huamaní Carbajal postuló al Parlamento Andino junto al ex ministro Javier Arce, quien recientemente fue su jefe en el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego.
Cuarto Poder también informó que antes de trabajar en el Midagri, el allegado del jefe del partido Perú Libre no registraba en su hoja de vida ninguna experiencia en el sector agrario.
Rogelio Huamaní había sido retirado por irregularidades en la licitación de la urea
Como se recuerda, cuando Huamaní asumía la dirección de Agro Rural hasta el mes de junio, se venía realizando la segunda licitación de 74 mil toneladas de urea con la compañía brasileña MF Fertilizantes, sin embargo la Contraloría había detectado irregularidades en la compra, pues la mencionada empresa no calificaba.
La otra empresa postora, Global Investments Group (GIG), había ofertado un menor precio, siendo un total de 47.7 millones de dólares. No obstante, la diferencia de 8 millones de dólares, el comité escogió la propuesta más cara. La Contraloría detectó una serie de irregularidades en el proceso, que derivaron en la selección de la empresa brasileña.