Por: Enrique Barreto
(Artista plástico egresado de la ENSABAP y actual presidente de la Asociación de egresados y graduados de la ENSABAP-AENBA)
El pasado 25 de setiembre se publicó el Decreto Supremo Nº 001-2010-Ministerio de la Cultura, en el cual se decreta la fusión por absorción al Ministerio de la Cultura, de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú – ENSABAP, La Escuela Nacional Superior de Folklore “José María Arguedas”, la Escuela Nacional Superior de Ballet, la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático y el Conservatorio Nacional de Música. Los directores de las instituciones mencionadas enviaron el 1ro de octubre un documento conjunto dirigido al Ministro de la Cultura, Sr. Juan Ossio, solicitando la derogación de varios incisos del decreto (incisos f, g, h, i y j del artículo 1ro del D.S. Nro 001-2010-MC). El malestar, desconcierto y rechazo de los miembros de estas instituciones al decreto y a sus autores ya se ha hecho manifiesto en una primera movilización realizada el pasado jueves 07 de Octubre.
Para mencionar tres razones para el NO a este decreto:
La primera consecuencia será la desaparición de estas entidades como han existido hasta ahora. En el caso de la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú, que acaba de cumplir 92 años, jurídicamente dejará de existir como tal después del 31 de diciembre del presente año. Es decir, en la ocurrencia de un grupo de “bien pensantes del gobierno” de un plumazo se echa por la borda un patrimonio de la nación, nueve décadas parecen no ser nada para estos señores. Lo mismo sucederá con las otras instituciones mencionadas.
La segunda razón es sobre el aspecto legal, emiten este DECRETO SUPREMO con la firma del Presidente Alan García, de los Ministros de Educación, de Economía y Cultura para darle el peso correspondiente e imponerla a lo ya establecido por ley 29292 (ley del Rango Universitario) y la ley 28329 (Ley de Autonomía) en un flagrante hecho INCONSTITUCIONAL. La fusión por absorción pretende desconocer el rango universitario de estas instituciones y atenta contra su régimen académico, de gobierno y de economía establecidos. Como se sabe, el artículo 51 de la Constitución Política del Perú, establece que una ley prevalece sobre un decreto supremo que tiene menor rango , por lo que no es legal lo que se pretende con este decreto.
El tercer aspecto está referido funciones de las escuelas de arte, a las actuales establecidas por la ley 29292 y por otro lado las que pretenden ser “establecidas por este decret ”. Actualmente la principal función de las escuelas es formar académica y profesionalmente a artistas y educadores, son entidades de educación superior con grado universitario, pero según este decreto son entidades que “promueven las expresiones artísticas” ¿Qué pasó con sus funciones establecidas por ley?.
En el caso particular de la Escuela Nacional de Bellas Artes, en junio de este año terminó de pasar un largo proceso de adecuación al rango universitario y durante 16 meses aproximadamente estuvo con las actividades académicas suspendidas; con este decreto se echaría a perder el proceso para pasar a otro en perjuicio de cientos de estudiantes.
Parece un estilo del gobierno imponer criterios que luego generan rechazo. Este decreto se elaboró de manera inconsulta con las instituciones mencionadas y no es la primera vez que los “bien pensantes del gobierno” actúan de este modo, amparados en su investidura dictaminan según lo que ellos consideran “mejor” para la nación cuando es evidente que en muchas ocasiones estos criterios han terminado siendo desastrosos. Cito brevemente como ejemplo dos sonados casos: BAGUA y el reciente controvertido DECRETO DE AMNISTIA DISFRAZADA.
Pasado el trágico suceso de Bagua con la injusta muerte de 35 peruanos, se derogó la ley 1090 y 1064 que desató este triste hecho histórico. El gobierno defendió esta nefasta ley contra viento y marea, despreciando otras opiniones y satanizando a sus opositores, sobretodo el presidente García. De los intentos de modificación a dicha ley se pasó a derogarla totalmente por la presión social, y el gobierno a través de sus voceros terminó retractándose y ensayando la ridícula explicación de que les faltó “más comunicación”.
Más recientemente, el decreto legislativo 1097 emitido por el poder ejecutivo que era una amnistía disfrazada para beneficiar a personas vinculadadas a la dictadura, o a condenados y procesados por crímenes a los derechos humanos, provocó el rechazo de la mayoría de los peruanos, hubieron protestas nacionales e internacionales a los que inicialmente hicieron oídos sordos ensayando explicaciones inaceptables. Entre otros, la carta pública con su renuncia irrevocable a la presidencia de la Comisión del Lugar de la Memoria del hoy premio Nobel Mario Vargas Llosa presionaron para que el gobierno derogara del decreto en mención.
¿En un país tan diverso culturalmente, este será el proceder del ministerio de la cultura?, una lastima porque sienta un mal precedente.
A pesar de las manifestaciones de rechazo a este decreto 001-2010-MC, el Ministro ni el gobierno no se ha pronunciado oficialmente al respecto. El Ministro Ossio, hoy martes 12 de octubre dio un mensaje invitando a celebrar por una semana “la unidad en la diversidad cultural”, si claro, estamos para celebraciones después del tremendo cachetadón a las Escuelas de Arte de Lima. ¿Por qué el gobierno llega a este nivel de insensatez? Podríamos ensayar varias respuestas pero no es el caso ahora.
Ya en el preámbulo de la creación del Ministerio de la Cultura se evidenciaba la confusión de las razones y la orientación que tendría este, los pocos debates al respecto y la poca participación directa de los involucrados en el tema al no haber sido convocados por el gobierno, ha producido en poco tiempo este decreto inaceptable.
En el amplio espectro de la cultura peruana las escuelas de arte en mención son entidades importantes, la labor que han desempeñado con los escasos recursos que han tenido no es despreciable, más al contrario el país se ha beneficiado ampliamente, desaparecerlas como tales es un grave un error.
Por el contrario, si algún trabajo le toca al Ministro Ossio y a sus colegas es fortalecer estas instituciones para que cumplan con más eficiencia sus funciones que ya están establecidas porque lo que si necesitamos es que estas entidades sean efectivos centros de referencia, que trabajen de manera coordinada y articulada bajo un proyecto conjunto que se exponga anticipadamente, entonces podrían complementarse o enriquecerse sus funciones, pero por ahora, es un error plantear su absorción y en esos términos.
Lo que sería saludable que suceda es que el Ministro Juan Ossio derogue totalmente este decreto y en el peor de los casos, atendiendo la solicitud hecha por los directores de las instituciones afectadas, derogue los incisos en mención.