Uno de los principales responsables de la desastrosa participación de Perú en la Copa América es Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), un oscuro personaje que carga sobre sus espaldas investigaciones por presunto lavado de activos, enriquecimiento ilícito y organización criminal en agravio del Estado. Ese mismo personaje se encargó de contratar a un DT como Jorge Fossati, que tercamente viene convocando a jugadores indisciplinados y sin talento que bordean los cuarenta años. Como resultado de eso, la bicolor fue eliminada de la Copa América sin anotar un gol.
Queda claro que la cabeza de la FPF se encuentra en estado de descomposición desde hace varios años, y esto viene contagiando a todo el cuerpo técnico, quienes se empeñan en seguir convocando a “jugadores” que ya no dan la talla en encuentros internacionales. Fossati debe entender que Paolo Guerrero (40), Aldo Corzo (35), Gianluca Lapadula (34), Pedro Gallese (34), Luis Advíncula (34), Carlos Zambrano (34), André Carrillo (33), Alexander Callens (32), Anderson Santamaría (32), Carlos Cáceda (32) y el indisciplinado Christian Cueva (32) tienen la edad en contra y se necesita un recambio generacional. Algo que por lo visto no le interesa al ‘Nono’ Fossati.
Lo grave es que a pesar que se conoce el problema, la FPF no trabaja en la solución, es por eso que el Perú no cuenta con un trabajo profesional en las divisiones menores. En su momento, Ricardo Gareca denunció la falta de infraestructura, ya que muchas academias y clubes no cuentan con instalaciones adecuadas para el entrenamiento y desarrollo de jóvenes talentos. Lo que se ve a nivel nacional es que los clubes tienen canchas en mal estado y sufren de falta de equipamiento y áreas adecuadas para la preparación física y técnica.
A esto se suma un trabajo de scouting inadecuado. No hay caza talentos que recorran el país, es por ello que Fossati y otros directores técnicos a cargo de la Selección, siempre han convocado lo que tienen a la mano. Sin un sistema de scouting eficaz, muchos jóvenes con potencial vienen quedando fuera del radar de clubes importantes. Al parecer, esto tampoco importa para la prensa deportiva, que vive vendiendo humo y comportándose como asalariados de Agustín Lozano.
Afortunadamente, esta terrible copa ya terminó y Perú se fue de Estados Unidos, con mucha pena y sin nada de gloria.
(Columna publicada en Diario UNO)