Estamos en el año de 1763 y un niño de seis años, será presentado en la pomposa corte de Versalles ante el rey Luis XIV, su amante madame Pompadour, gran impulsora de la cultura y la corte que desea escuchar a este novel pianista del que tanto se habla por sus grandes cualidades interpretativas. Este niño prodigio, no es otro que Wolfgang Amadeus Mozart (1756/1791) quien empezó a tocar el piano a los 3 años y a los cinco realizó su primera composición musical.
Con el tiempo, otros niños demostraron también habilidades extraordinarias para la música. Algunos ejemplos son Alexandra Dovgan quien a los 13 años participó como pianista en el Festival Emergents de Barcelona. Como ella, pero con diferentes especialidades brillan en su corta edad, Max Ostro, demostrando gran ductilidad por la guitarra clásica y eléctrica, Kanade Sato, quien es una virtuosa de la batería japonesa a sus 16 años y entre otros, el niño norteamericano de apenas diez años Gerff Gallante, quien se vislumbra como un gran trompetista.
En suelo sudamericano, nos ubicamos en Perú, donde el joven pianista Fidel R. Castro, también compositor, ha tenido la idea de fundar la Escuela de Música IBP, institución líder de formación musical en el país con tres sedes, dos en Lima y una en Tarapoto, con un total de 600 alumnos los que brinda clases presenciales y virtuales. Nos comenta que lo hizo llevado por su afán de dar una oportunidad a muchos chicos con talento, que no siempre la consiguen.
Fidel, nacido en Lima, pero con larga residencia en Tarapoto, ha respondido a una trayectoria exitosa, después de haber cursado estudios en la Universidad Nacional de Música y haber obtenido distinciones como el Primer Puesto en el Concurso Nacional de Conciertos 2006 “Wolfgang Amadeus Mozart” organizado por el Patronato Nacional de Música y un segundo puesto en el Primer Concurso Nacional Federico Chopin, promovido por la Embajada de Polonia y la UNM. Además, ha participado como pianista. En esta entidad se desempeñó como solista, lo mismo que en la Orquesta Sinfónica Nacional.
Por su labor educativa ha merecido premios como el Piano League Excellense of Teaching Awards en los años de 2022 y 2023. Y en febrero de este año ha sido reconocido junto con sus ocho más destacados estudiantes por el Congreso de la República.
Entre sus múltiples actividades tenemos la del viernes 23 de febrero, cuando sus alumnos brindaron un concierto de piano con la Orquesta Sinfónica de Trujillo y el 29 con la Orquesta Bernardo Alzedo de Lima. Estas presentaciones se deben a que sus estudiantes, todos ellos adolescentes, Raúl Valles, Bruno Ramírez, Ella Espirilla y Julio Cieza fueron premiados en diferentes categorías en el VIII Festival Pianistas del Futuro organizado por Ceprocut de Trujillo.
El 15 de marzo del 2024, ofrecerá un recital y también dará clases maestras en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco de Villahermosa, México, gracias a la fundación “Irina Samodaeva A.C”.
El trabajo de Fidel Rodolfo Castro, se destaca por el diseño de una metodología propia que ha obtenido resultados positivos formando pianistas a nivel nacional e internacional. Hasta la fecha, sus más destacados discípulos que forman parten del Club de Campeones del IBP, han obtenido un total de 129 premios en diferentes países. No estamos lejos de que alguno sea tan notable como Mozart o Chopin.
Lima Gris, se sumó a este interesante proyecto del maestro Fidel R Castro para conocer como lo maneja y qué proyecciones tiene.
¿Cómo se te ocurrió crear esta Escuela? ¿Tuviste ayuda de algún organismo cultural?
Mi escuela nació con un taller de música que brindaba dentro de los cursos que se dictaban en el Instituto Blaise Pascal de la ciudad de Tarapoto, institución con más 32 años de vida institucional, la cual dirige mi padre, Lic. Fidel Castro Gallo. A partir de ahí, el 2014 fundo la Escuela de Música IBP (Escuela de Música del Instituto Blaise Pascal). Comenzamos con una sola aula y un teclado Casio, pero con muchas ganas de generar una nueva dinámica en la ciudad.
Así fuimos creciendo paso a paso hasta el día de hoy, donde contamos con 3 sedes, una en Tarapoto, en Jesús María y Miraflores y más de 600 estudiantes activos.
En ningún momento tuvimos apoyo de algún organismo cultural o estatal, todo el proceso fue inversión netamente privada.
¿La elección de tus alumnos se realiza mediante un casting o examen? ¿A qué grupo social pertenecen? ¿Qué condiciones deben tener?
Para ingresar a la Escuela de Música IBP no se necesita ningún tipo de evaluación, la escuela está abierta para cualquier persona que desee estudiar desde los 3 años de edad en adelante, sin límite. Ahora bien, contamos con más de 14 formadores de piano que pueden enseñar libremente, pero para ingresar al grupo de alto rendimiento, que es el que yo dirijo, denominado Club de Campeones IBP, se requiere de dos cualidades básicas: Actitud y aptitud. Una vez que el estudiante está dentro del Club, puede participar en concursos, festivales, clases maestras, etc.
Mis estudiantes pertenecen a diversos grupos sociales de varias ciudades del país como: Lima, Cusco, Moyobamba y Tarapoto. Toman clases de manera semipresencial y virtual.
¿Desde cuándo te proyectaste al campo virtual y cómo realizas las clases? ¿Y los exámenes?
Las clases virtuales en mi escuela comenzaron a raíz de la pandemia, que nos obligó a buscar soluciones eficientes ante las necesidades. Es así que, desde el 2020, brindamos clases virtuales a diversas ciudades del país y el mundo. Tenemos aulas virtuales equipadas con internet de banda ancha, micrófono de condensador e interfaz, lo cual permite que haya una buena calidad, tanto de audio como de video.
Los exámenes se dividen mediante módulos de estudio, de acuerdo a nuestra metodología basada en objetivos, o sea, el estudiante solo pasa a la lección siguiente si se encuentra listo y preparado. En eso nuestra metodología difiere del sistema educativo tradicional basado por tiempos límite, por ejemplo: en un semestre te dicen que debes cumplir y aprender tales cosas y vencido el tiempo, uno está obligado a aprobar, así no estés preparado. Nuestra metodología es distinta pues no ponemos límite de tiemp, y el estudiante sólo pasará de lección o módulo cuando se encuentre listo, nosotros avanzamos al ritmo del estudiante, de acuerdo a sus propias motivaciones y aspiraciones.
¿Qué edades tienen tus alumnos? ¿hay alguno que ya se vislumbre como solista del piano y/ o compositor?
Mis estudiantes tienen entre 8 y 20 años, varios de ellos han ingresado a la Universidad Nacional de Música y algunos han ganado becas completas en universidades de Estados Unidos. Ellos aspiran a tener una carrera prometedora y dada su juventud y las oportunidades que se les están presentando, creo posible que lo lograrán.
Un ejemplo, son las proezas que nadie antes ha logrado en nuestro país, obtener 129 premios en 12 países distintos.
¿Cuáles son las proyecciones a futuro para estos chicos? ¿También hay adultos?
Sueño con formar a la mejor generación de pianistas que haya tenido el Perú, como los que migraron a diferentes universidades pues contamos con un grupo importante entre niños, jóvenes y adultos que están formándose en IBP, como otros que lo están haciendo en diferentes universidades del Perú, Brasil, España y pronto de Estados Unidos.
¿Esta presentación en Trujillo ha sido en respuesta a una invitación? ¿Las otras también fueron invitaciones?
Ellos participaron en el Concierto de Ganadores del VIII Festival Pianistas del Futuro, por consecuencia, la invitación fue para los ganadores de este festival que es el único concurso de pianistas en el Perú. En el Concierto de Ganadores, participaron 4 de mis estudiantes que obtuvieron premios: Ella Espirilla (Premio a mejor obra peruana, Categoría B), Julio Cieza (Premio a mejor obra peruana Categoría C), Raúl Valles (Primer puesto Categoría C), Bruno Ramírez (Primer puesto Categoría D) y nuevamente Bruno Ramírez (Premio a mejor obra peruana, Categoría D). Por estos 5 primeros premios es que mis estudiantes tuvieron 5 participaciones solistas con la Orquesta Sinfónica de Trujillo el pasado 23 de febrero y el jueves 29 de febrero tocaron nuevamente como pianistas solistas con la Orquesta Sinfónica Bernardo Alzedo.
En cada rincón del país, existe talento de sobra que está a la espera de una oportunidad para desarrollarse.