Imágenes de archivo. Transitar por las calles de Ate en estos últimos años se ha convertido en una ruleta debido a la poca iluminación e inseguridad. Vecinos de ese distrito vienen denunciando que las cámaras de seguridad de su municipio no se encuentran operativas desde la llegada del alcalde Franco Vidal Morales, quien esbozó una fallida explicación indicando que solo se trataba de una falta de “conectividad”.
De acuerdo con la investigación de Punto Final, existen 283 cámaras, pero ninguna se encuentra operativa. Además, se evidenció que en la sala de monitoreo solo se visualizan imágenes de archivo del 2020. Ante ello, el burgomaestre intentó explicar esta grave situación.
“En este momento no tenemos las cámaras con la fibra óptica. Todas las cámaras funcionan, lo que no tenemos es la conectividad”, declaró.
En este sentido, explica que no se puede ver en “tiempo real” lo que sucede en las calles de su distrito que alguna vez prometió seguridad. El centro de monitoreo luce vacío, las pantallas apagadas y sin ningún personal que se encuentre a disposición de los vecinos en caso se encuentren en peligro.
El contrato de la empresa de data quedó sin efecto el pasado 25 de enero, a través de una resolución municipal. Esta decisión fue de la nueva gestión, la autoridad edil asegura que existió una ayuda para que la compañía gane la buena pro.
Es así como nace la interrogante de dónde se encuentra el personal municipal capacitado para esta labor. Un testigo revela qué sucede y por qué están vigilando desde las calles. “Efectivamente, nos faltan cámaras, pero para compensar ello tenemos más serenos”, mencionó el burgomaestre.
“Vayan a patrullar, eso es lo que nos dijeron. Los varones son los que más sufren, porque por ser varones lo mandan a patrullar a las zonas más fuertes o zonas rojas. Si les pasa algo a ellas, quién se hace responsable”, refiere un testigo.
“Se ha dispuesto a que pasen a la labor que cumplen el serenazgo de poder cuidar las calles, porque su lugar de origen es la subgerencia de Serenazgo”, aclara el funcionario.
Sin embargo, parece no saber que es importante contar con una capacitación para que puedan asumir tales roles. Esto debido a que arriesgan su vida y también de la población. Una situación que el alcalde no sabría.
Este testigo también afirmó que, al recibir una llamada de parte de un vecino para ser auxiliado, el personal debe cruzar para avisar a la comisaría que queda al frente. Por su parte, el burgomaestre asegura que los serenos comunican a la Policía, pero olvida son ellos que deben recibir la alarma de una persona que se encuentra en el equipo de monitoreo.
Sumado a todo ese desastre, la regidora Elizabeth Cabeza reveló que no solo existe la falta de operatividad de las cámaras de seguridad, sino que tampoco funcionan las alarmas. La funcionaria señala que, el 10 de mayo, en sesión de Concejo municipal informó lo que sucedía al alcalde, pero no obtuvo respuesta.
“Aquel día no he recibido ninguna respuesta, pero no solamente eso, las alarmas que tiene nuestro distrito tampoco funcionan”, sostuvo.