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¿Delegación de escritores o los mismos de siempre?

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Conocer quienes viajan a  la Feria del libro de Montevideo ya no es ninguna sorpresa, pero lo que resulta gracioso es leer «delegación peruana de escritores» como si esa delegación representara nuestra literatura peruana. En los últimos años hemos sido testigos  que estos grupos siempre han sido encabezados en su mayoría por gente de Lima, como si Lima fuera la gran fuente de la creatividad literaria del Perú, como si en el país no existiera otras ciudades, otras lenguas y otras culturas con gran potencial literario.

La Cámara Peruana de Libro y el Ministerio de Cultura ignoran a los escritores de la sierra, de la selva, y también de la costa, solo tienen ojos para Lima e indiferencia para los shipibos, uitotos,  quechuas, aymaras y afroperuanos. Toda la vida los han ignorado, toda la vida los han ninguneado y este año no es la excepción.   Siempre Ampuero, siempre Bryce, los mismos de siempre, como si nadie más escribiera en este país y nadie más tuviera talento.

No tengo nada en contra de los escritores que viajan a Montevideo, ya que ellos son elegidos. A Bryce le tengo mucho cariño, así sea una casualidad que Bryce Echenique es autor de Peisa, donde el gerente general es Germán Coronado, presidente de la Cámara Peruana del Libro, así sea otra casualidad que el único escritor que no es de Lima es el cusqueño Luis Nieto Degregori,   primo del actual Ministro de Cultura, Jorge Nieto.

Señor ministro Jorge Nieto, dónde queda la ética, qué le decimos a los escritores de Apurimac, tierra que vio nacer a José María Arguedas autor de Todas las sangres, qué le decimos a los escritores de La Libertad, donde nacieron César Vallejo y Ciro Alegría, qué le decimos a los escritores de Arequipa, donde hay gente que relee Los Inocentes de Reynoso y toma un café citando párrafos de Conversación en la catedral de Mario Vargas Llosa, qué le decimos a Tacna, que no olvida la historia porque tuvo un hijo como Jorge Basadre, qué le decimos a los puneños, que aprendieron a leer no uno sino Cinco metros de poesía de Carlos Oquendo de Amat, qué le decimos a la gente de Iquitos, que ama la poesía como amó César Calvo.

Qué le decimos señor ministro de cultura.

por eso digo
señor ministro
de qué se ríe
de qué se ríe

usted conoce
mejor que nadie
la ley amarga
de estos países

Mario Benedetti (Paso de Los Toros, Uruguay)

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